El especialista encargado de la coordinación del programa de Salud Animal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Ariel Pereda, aseguró que “el INTA tiene la capacidad necesaria para hacer frente al diagnóstico de COVID-19”.
Lo afirmó luego que el organismo dispusiera de ocho laboratorios para realizar los tests, luego que el Estado Nacional decidiera la descentralización del Malbrán.
En tal sentido, el funcionario ponderó la capacitación recibida, la infraestructura y las normas necesarias de bioseguridad (bioseguridad 2), para realizar pruebas entre los infectados.
60 profesionales capacitados, en el organismo
Ariel Pereda aseguró que el organismo se encuentra en la “segunda línea de contención del diagnóstico”, ya que más de 60 profesionales del INTA se capacitaron con el Malbrán y la Organización Panamericana de la Salud y se organizan en ocho unidades distribuidas en el territorio nacional, “para hacer frente a la demanda”.
“Esta es la segunda línea de contención diagnóstica en caso de que el Sistema de Salud así lo requiera”, afirmó Ariel Pereda,coordinador del Programa de Salud Animal del INTA e investigador del CONICET.
El coordinador del Programa de Salud Animal del INTA e investigador del CONICET, Ariel Pereda, dialogó este martes con el medio “CIUDAD TV” y explicó el trabajo que se viene realizando desde el INTA, con capacitaciones para la descentralización de laboratorios que puedan diagnosticar COVID-19.
Ya lo monitoreó el Estado
Pereda comentó, además, que el INTA fue consultado hace un par de semanas, “para saber si teníamos capacidad de colaborar con el Sistema de Diagnóstico Nacional”. “El INTA tiene, por sus capacidades en distintas unidades del país, la capacidad necesaria para poder salir a hacer frente al diagnóstico de COVID-19”, afirmó y añadió: “Es importante comentar que esta patología, el COVID-19, inicialmente es una enfermedad de los animales, es una zoonosis. En eso el INTA tiene extremada experiencia y teníamos en distintos lugares del país capacidad de diagnóstico. eso se ofreció al Ministerio de Salud de Nación, a través del Ministerio de Ciencia y tecnología de la Nación”.
Hace 10 días, ocho laboratorios del INTA, de todo el país, fueron capacitados de manera remota, por videoconferencia, a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Malbrán, “junto con otros tantos institutos del CONICET, hospitales, universidades que participan. Esta es la segunda línea de contención diagnóstica en caso de que el sistema de salud así lo requiera”.
Dentro de INTA, trabajan ocho unidades en diversos puntos del país: Salta, Bariloche, Balcarce, Hurlingham, Castelar, Rafaela y Marcos Juárez. “En cada uno de esos lugares hay un grupo de profesionales que se han capacitado y que en este momento están organizando la contingencia para hacer frente a esta demanda”, comentó. Son más de 60 personas que estarán trabajando, colaborando desde el INTA al sistema de Salud Pública.
Normas de bioseguridad y proceso de detección
Contó que el proceso para llegar al diagnóstico consiste, en primer lugar, con el cumplimiento de normas de bioseguridad, “hablamos de muestras sospechosas de un patógeno que se transmite muy fácilmente”.
En razón de infraestructura, requieren de cabinas de seguridad biológica. “Lo que sucede dentro de esas cabinas no sale, con lo cual podemos contener cualquier virus o bacteria dentro”. “Luego se hace todo el proceso de tracción de ácidos nucleicos, el diagnóstico está basado en la detección del ácido nucleico del virus”.
Un último equipamiento particular es el que se utiliza para “saber la técnica de PCR en tiempo real que es la recomendada por la OMS, la que utiliza el Malbrán y la que utilizarán todos los laboratorios que estamos en esta segunda línea de contención”.
Indicó que “una vez que se determine la demanda y el proceso de diagnóstico de las muestras, el personal afectado a esta tarea estará de manera exclusiva afectada a ella”.
El INTA prepara dos desarrollos contra el virus
A su vez, Pereda adelantó que participa en el desarrollo de dos herramientas urgentes para que estén disponibles en el corto plazo: un kit serológico y un inmunoterapéutico, basado en inmunidad pasiva.
El primero permite evaluar el impacto que tiene esta enfermedad en la población mediante el análisis de los rastros que deja el virus en el sistema inmune de la persona que fue afectada. “Colaboramos en la producción y diseño del kit de diagnóstico serológico”, detalló Pereda.
Con respecto a la herramienta terapéutica, el especialista especificó que se trata de un shock de un desarrollo para terapia de inmunidad pasiva que permitiría realizar un tratamiento específico para una persona en terapia intensiva que entre en crisis por la enfermedad.
Para ambos desarrollos, “el INTA aporta las plataformas de expresión en baculovirus, células de mamífero, nanoanticuerpos VHH, IgY de aves de corral y de suero policlonal en animales de laboratorio”, explicaron desde el organismo.
Desde el INTA remarcaron el trabajo que realiza el organismo respecto al coronavirus en aves domésticas y silvestres, así como en bovinos, porcinos y murciélagos.
“En el INTA tenemos experiencia en estudiar coronavirus en bovinos, en aves domésticas y silvestres, en porcinos y hasta en murciélagos. Los coronavirus son patógenos que están indicados desde hace mucho tiempo como de gran potencial pandémico”, reconoció Pereda.
