A través del equipo de vinculadores tecnológicos de la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo (RAAC), las empresas que buscan mejorar sus estándares de producción y dejar de contaminar podrán acceder a aportes no reembolsables (subsidios) de hasta un millón y medio de pesos otorgados por el Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC), del Ministerio de Desarrollo Productivo.
La Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo (RAAC), que desde marzo de este año lleva adelante la vinculación territorial con el sector productivo impulsada por la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), cuenta desde abril con esta herramienta de financiamiento especialmente concebida para las PyMEs que se propongan dejar de contaminar mejorando, a la vez, su productividad y rentabilidad.
Se trata de los Aportes No Reembolsables (ANR) dispuestos por el Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC) del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, que otorgan hasta un millón y medio de pesos ($1.500.000) a proyectos de desarrollo empresarial que mejoren las ventajas competitivas de las pymes. Al estar dirigidos a empresas que tengan proyectos para digitalizar y automatizar procesos, incorporar diseño e innovación en su producción, implementar prácticas sustentables, optimizar y certificar la calidad de sus procesos productivos y desarrollar exportaciones, estos ANR representan una ayuda fundamental para que las cerca de 1.400 industrias que hoy figuran en el registro de “contaminantes” de la cuenca Matanza-Riachuelo superen esa condición dando un salto en calidad, rentabilidad y legitimidad social.
Las empresas interesadas hoy pueden obtener todo el asesoramiento necesario ?no sólo para la obtención de los ANR, sino para todo su proceso de adecuación ambiental? a través del equipo de vinculadores tecnológicos de la RAAC, formados especialmente para esta tarea en la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) y la Universidad Nacional del Oeste (UNO).
En la RAAC participan también entidades públicas como el CONICET y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), así como varias cámaras empresarias locales y nacionales. Con la conformación de la RAAC, que se halla activa desde febrero de este año, el organismo público que administra y fiscaliza la cuenca Matanza-Riachuelo buscó constituir “una red de vasos comunicantes capaz de establecer un contacto más amigable que el que establecemos como autoridad”, según señaló el director de Gestión Ambiental de ACUMAR, Bruno De Alto.
En qué consiste el PAC
El Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC) del Ministerio de Desarrollo Productivo, presentado en sociedad el 5 de abril pasado por el ministro Matías Kulfas y el secretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Guillermo Merediz, contempla apoyar a 7.000 proyectos en total, con lo que cualquiera de las 1.400 empresas de la cuenca Matanza-Riachuelo que se comprometa en su proceso de adecuación ambiental tiene las más altas chances de acceder a su ANR en la medida en que cumpla con los requisitos.
Este programa de apoyo a las pymes se reactivó luego de un largo período de desfinanciamiento sufrido durante el gobierno nacional anterior. El objetivo general de esta herramienta financiera de apoyo, según se señaló desde el Ministerio en el momento del relanzamiento, es ayudar a las pymes y cooperativas a lograr mayor productividad, competitividad y salida exportadora.
Durante el primer año el PAC financiará 7.000 proyectos, duplicando con esto, según fuentes del Ministerio, a la cantidad de proyectos que financió la gestión pasada durante cuatro años. Las empresas podrán presentar proyectos hasta el 31 de diciembre, para lo cual ?en el caso de las PyMEs de la cuenca Matanza-Riachuelo? cuentan con el asesoramiento de los vinculadores tecnológicos de la RAAC.
Hacia un cambio en la cultura empresarial
Entre los principales problemas que presentan las empresas de la cuenca que buscan regularizar su situación ambiental está la necesidad de incorporar tecnologías “duras” (maquinaria, sistemas de energía y de tratamiento de residuos) y ?blandas? (sistemas de gestión, estandarización de procesos, normativas ISO y otras). Los aportes del PAC cubren hasta el 70% de los proyectos de asistencia técnica de cada actividad, y hasta un 80% en los casos de mejora medioambiental y desarrollo sostenible, tales como planes de adecuación ambiental o certificaciones de sistemas de gestión de energía y de residuos.
El PAC contempla también la adquisición de bienes de capital relacionados con la asistencia técnica, con cobertura de hasta el 60% de la adquisición, la cual no puede superar el 30% del monto total del ANR. Los bienes adquiridos deben provenir de países elegibles para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En cuanto a los gastos de legalización o certificación de proyectos, pueden ser cubiertos en un 100%, con un monto máximo de $15.000.
Para la Red de Adecuación Ambiental, esta es una herramienta más que facilita el acercamiento a las empresas de la cuenca, en la tarea de concientizar acerca de que la sustentabilidad y el cuidado ambiental no deben representar un “gasto”, sino un cambio en la cultura empresarial que les permitirá a las pymes acceder a nuevos mercados, mejorar su imagen social e incluso incrementar su rentabilidad: “Por eso”, señala De alto, “necesitan asistencia y apoyo, y esto es algo que nosotros como autoridad no podemos desconocer, ni podemos desentendernos y aplicar una política meramente punitiva, porque sabemos que la riqueza y la productividad territorial depende de estos establecimientos”.