Se llevó a cabo una reunión en la tarde del jueves asegurando su negativa en caso de que Milei asuma la presidencia.
Desde el día que comenzó a postularse para ser el próximo presidente de la Nación, Javier Milei planteó una serie de ideas que después las hizo realidad como propuestas de Gobierno y las mismas, totalmente insólitas y perjudiciales para el país, llamaron la atención por la gravedad en caso de llevarse a cabo. Una de ellas, sin dudas es la privatización del sistema educativo y en ello, la implementación de vouchers que lo hace aún más dudoso.
Milei quiere arancelar las universidades
En toda la campaña el libertario aseguró querer hacer una reforma total del Estado y en aquellos cambios incluye el ajuste y la privatización de varios sectores los cuales considera que es innecesario que el Estado se haga cargo como lo son la educación y la salud. Ahora… ¿Cómo lo ejecutaría?
Los motivos para plantearlo es que, según esta política de vouchers -que también lo implementa Chile- las instituciones competirían entre sí para que la mayor parte de los alumnos las elijan entonces generarían un gran nivel de aprendizaje. Pero más allá de eso, consideró que no es algo ético ni moral “obligar” a que los individuos estudien, por lo cual con este sistema también se liberaría de mantener la “carga” de no dejar que las personas sean “libres” a la hora de decidir qué hacer en su futuro.
“Las instituciones tienen que competir y ser buenas. Vas a tener educación pública y educación privada. La diferencia es que no vas a ser rehén del adoctrinamiento del Estado”, había explicado y sumó: “Un voucher es un elemento por el cual vos podes pagar la educación donde se te da la gana. Solo lo podes usar en educación y te podes anotar en la universidad que quieras, sea de gestión estatal o privada”. Sin embargo, sus motivos fueron aún más insólitos: “Hace que las universidades compitan y la competencia genera que sean más eficientes”.
Más allá de que fueron la mayoría de las personas las que se mostraron en contra de esta decisión, en las horas previas al ballotage, en donde se decidirá quién será el próximo presidente de la Nación, si él o Sergio Massa, el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) realizó un anuncio indicando su rechazo al arancelamiento y los vouchers educativos que proyecta implementar el libertario.
“Si estas políticas se llevan adelante, la UBA tendría que cerrar sus puertas”, indicaron en un principio. Teniendo en claro que el domingo la democracia Argentina volverá a estar en juego, el Consejo Superior se reunió el jueves por la tarde para manifestarse en contra de los cambios dentro de la educación pública, que de alguna manera u otra quieren volverla privada.
La indignación es total y más porque la UBA es considerada como una de las mejores de Latinoamérica y quienes la integran, comprenden que toda la historia de la reconocida Universidad se vería no sólo manchada sino perjudicada por un simple capricho de privatización y sobre todo, poco liberal.
Consejo Superior Universidad de Buenos Aires
“La preocupación de la comunidad universitaria ante el aumento y difusión de propuestas de arancelamiento de la educación superior y/o de sistemas de vouchers educativos que colisionan con la responsabilidad indelegable del Estado sobre la educación en nuestro país y que son contrarias a la Constitución Nacional y a las leyes vigentes”, escribieron en la Resolución que ya fue aprobada por unanimidad.
Para no dejar dudas de su posición y detallando los motivos por los cuales recurrieron a llevar a cabo el rechazo, describieron las ventajas de que siga siendo libre y gratuita como la historia manda: “El acceso y permanencia, la igualdad de oportunidades sin discriminaciones sociales o económicas. Además, el avance de las propuestas de arancelamiento son inconstitucionales, contrarias al sistema legal vigente, y colisionan con los principios de progresividad y no regresividad, inadmisibles para el futuro de la educación superior”.
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