El director ejecutivo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Raúl Kulichevsky, aseguró que Argentina podría tener listo un lanzador propio de satélites para el año 2024, siempre que se sostengan en el tiempo las condiciones de financiamiento.
En diálogo con el medio “Rio Negro”, el director de la CONAE aseguró que “luego de cuatro años de poco presupuesto para el desarrollo del lanzador, el proyecto Tronador volvió a estar dentro de las prioridades”.
En tal sentido, aseguró que el organismo se propone desarrollar tecnología propia para la creación y construcción de un cohete para lanzar satélites al espacio, que es la única etapa de esta parte del plan espacial que no se ha concretado aún en la Argentina.
La agencia espacial espera contar, así, con financiamiento y terminar un gran vehículo lanzador de satélites en cuatro años.
El país ya tiene experiencia y reconocimiento internacional en la fabricación de satélites, especialmente con Invap en Bariloche, pero también con otra empresa estatal, asociada a la generación de tecnología para lanzadores, la cordobesa Veng.
Además hay 81 Pequeñas y Medianas Empresas privadas que participan del complejo científico-tecnológico relacionado con la industria satelital. Sin embargo, en términos de lanzamiento, el país no es autónomo.
El último de los satélites desarrollados en Invap, el Saocom 1B, fue lanzado desde Cabo Cañaveral, en el sudeste de Estados Unidos, y el anterior, el Saocom 1A, partió desde la costa oeste estadounidense.
Por su parte, los satélites Arsat (el 1 y el 2) fueron colocados en el espacio por un cohete francés que partió de Guyana. En todos los casos, la logística implica traslados de muchos kilómetros de equipos y personal, con el agravante de depender de terceros en otros países.
Kulichevsky le confirmó al medio “Rio Negro” que la CONAE quiere cambiar la dinámica del desarrollo y el lanzamiento de los satélites. Por eso, se propuso desarrollar tecnología propia para los lanzamientos, con Veng como contratista principal. En realidad, hace años que el desarrollo está en marcha, con dos experiencias de despegue de vehículos experimentales (los llamados, Vex).
Kulichevsky explicó que desde el organismo trabajan en la ingeniería de los subsistemas del cohete y en el desarrollo de aspectos relacionados con la propulsión. La idea es que el Tronador sea un lanzador que pueda llevar al espacio hasta 650 kilos de carga hasta órbitas de entre 600 y 700 kilómetros de distancia de la Tierra.
Esa órbita de distancia es la que les corresponde a las dos versiones del Saocom. En cambio, los Arsat están a 36.000 kilómetros; llegaron hasta allí en gran parte por impulso propio. En Coronel Rosales, en el área de influencia de Bahía Blanca, la Conae levantó el Centro Espacial Manuel Belgrano. Desde esta plataforma se lanzó en junio de 2007 el cohete sonda Tronador I.
Un año después, en mayo de 2008, se lanzó el Tronador Ib, que tuvo un empuje de 1,5 toneladas, “obteniéndose un rango de 20 kilómetros y un apogeo de 12”, según la reseña de la comisión. Pudieron así ensayar “elementos de navegación, guiado y control como parte de la carga útil”.
Si el financiamiento quedara asegurado, Kulichevsky estima que el desarrollo tardaría no menos de 4 años y que además se trabaja en tecnología similar a la utilizada por Space X para que la mayor parte del vehículo se recupere y vuelva a aterrizar, evitando la generación de chatarra espacial.