Investigadores e investigadoras del CONICET movilizarán mañana en todo el país para reclamar por el fin de los despidos en el organismo, por recomposición de los salarios y por la continuidad de la prórroga de becas para científicos que año a año se postulan para ingresar a la carrera de investigador e investigadora científica.
La movilización es apoyada por todos los organismos de ciencia y tecnología que atraviesan una situación de asfixia presupuestaria, producto del congelamiento de su presupuesto a valores de 2023 y ampliaciones periódicas de parte del gobierno de Javier Milei, que alcanzan para sostener el funcionamiento, pero no para recomponer la gran parte de los recursos correspondiente a salarios.
Periferia dialogó con Victoria García, representante de la Junta Interna de ATE CONICET Capital, quien manifestó que “estamos en una situación crítica, de emergencia, donde hay un ataque al organismo y a los trabajadores en los distintos escalafones que ocupamos, y eso se va expresando en distintas situaciones, como el despido de 130 de personal de gestión desde diciembre, pero también despidos encubiertos vinculados con becarios y becarias del organismo, donde tenemos un reclamo histórico por el reconocimiento de sus derechos laborales”.
Un organismo a merced de la motosierra
En el CONICET se desempeñan trabajadores administrativos, investigadores de carrera (la Carrera de Investigador e Investigadora – CIC) y el llamado “Personal de Apoyo”, profesionales que realizan toda la “ingeniería” necesaria para que los científicos y las científicas del organismo lleven adelante sus investigaciones (desde la sistematización de los datos hasta la toma de imágenes).
Actualmente, el CONICET tiene más de 10 mil investigadores, más de 11 mil becarios de doctorado y postdoctorado, más de 2.600 técnicos y miembros de la Carrera de Personal de Apoyo a la investigación y aproximadamente 1.500 administrativos. Parte de esos becarios, a partir de mañana no podrán continuar su relación con el organismo, muchos luego de más de ocho años de trabajo continuo.
El reclamo, sin embargo, se da porque a partir de diciembre del año pasado se revirtió una tendencia clara al crecimiento de los ingresos, a la continuidad del trabajo, pese a que no se logró empardar salarios con la inflación. Lo que visibilizan, desde los gremios, es que comenzó una nueva etapa en la que se frenaron los ingresos al organismo, se inició una etapa de despidos y además no se prorrogan las becas de investigación.
Según un informe del mes de julio, del Grupo de Economía, Política y Ciencia del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (EPC-CIICTI), los salarios de los investigadores y del sector de Ciencia y Tecnología en general, perdió un 26% contra la inflación en lo que va del año. El combo de despidos, caída salarial y eliminación de becas, deriva en un reclamo que viene en aumento no sólo en organismos científicos, sino también en las universidades nacionales, donde se desempeña gran parte de la investigación científica de nuestro país.
Nota:
Reclamo en todo el país
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado, de hecho, exigen:
- Continuidad de las prórrogas de becas posdoctorales cohortes 2021-2024
- Efectivización inmediata de las altas pendientes en CIC y CPA
- Continuidad laboral del personal administrativo y reincorporación de despedidxs.
- Cumplimiento y ampliación de los cupos de la becas doctorales y posdoctorales y derechos laborales para becarixs
- Recomposición salarial urgente y rechazo a la restitución de Impuesto a las Ganancias para la 4ta categoría
Periferia dialogó con Victoria García, secretaria general de la Junta Interna de ATE CONICET CABA, quien sostuvo que existen “despidos encubiertos por interrupción anticipada de la prórroga de 240 becas posdoctorales y un recorte en becas posdoctorales que ate describe como despidos encubiertos porque se iban a adjudicar 800 becas y se otorgaron 470. “El número es mayor si se considera la disparidad de becas doctorales finalizadas y las posdoctorales adjudicadas“, sostuvo García, quien además es investigadora del organismo.
Es que el gobierno de Javier Milei confirmó que no le renovará las becas a 930 científicos especializados del CONICET y avanza con el plan de reducción de planta del organismo (así como lo viene haciendo con la totalidad de los organismos públicos), más en un contexto de aprobación de la Ley Bases, que habilita al Poder Ejecutivo a modificar las funciones y competencias de los organismos del Estado durante un año.
De los becarios que no seguirán en el máximo organismo científico del país, 730 poseen becas doctorales y 200 becas posdoctorales. Además, el 30 de septiembre vencen otros 1300 contratos de personal administrativo.
La planta de personal en la gestión de La Libertad Avanza se reducirá en al menos 1600 puestos, de los cuales 1168 son despidos. El número se compone de becas posdoctorales que no serán renovadas a partir de agosto, cesantías y concursos no efectivizados.
La Ciencia, bajo ataque libertario
De diciembre de 2023 a la fecha, a los 130 trabajadores del personal de gestión cuyos contratos no fueron renovados se suma el recorte del número de becas doctorales y posdoctorales. En febrero comunicaron que se otorgarían 600 becas doctorales. A partir de una “ampliación” presupuestaria, se anunció que el cupo se incrementaría en 240, llegando así a 840, muy por debajo de las 1300 anunciadas en la convocatoria original y de las 1233 que finalizaron en marzo de este año.
A estas situaciones se suman otros casos más difíciles de contabilizar, desde las intimaciones a jubilarse que no se reemplazan por nuevas altas hasta las renuncias del personal de gestión que tampoco se sustituyen. La cantidad de becas posdoctorales asignadas este año es de 470; son 330 menos que las 800 prometidas en la convocatoria. Y de los 1233 becarios y becarias doctorales que finalizaron su beca este año, 730 no podrán continuar investigando en el organismo luego de 5 años de trabajar en condiciones de precariedad.
Durante la nueva gestión no hubo ningún ingreso a las carreras del investigador científico (CIC) y del personal de apoyo (CPA). Según el último relevamiento, 955 investigadoras/es y profesionales calificados (850 CIC y 105 CPA), que ya habían sido seleccionados por concurso en 2022 y 2023, luego de rigurosas evaluaciones, aún no son efectivizados en sus cargos. Todos son trabajadores científicos altamente especializados y la mayoría tiene doctorados o posdoctorados en el país o el exterior.
De esos 955, al menos 108 (71 CIC y 35 CPA) se encuentran en situación crítica respecto de su inserción laboral, según una encuesta realizada por los colectivos de damnificados. El 18% actualmente está desocupado. El 42% tiene un contrato o beca de otro organismo nacional o internacional que finaliza en los próximos meses. El 17% posee un cargo de docente universitario con dedicación exclusiva y el 23% restante cuenta con un contrato o beca de otro organismo, que finaliza entre 2025 y 2026. Además se agregan 34 personas cuyos concursos se realizaron entre 2020 y 2021, todavía sin efectivización y en muchos casos sin percibir ingreso.
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