El plan de ajuste sin miramientos a todo el sector público que está llevando el gobierno de Javier Milei está poniendo en jaque a todo el sistema de Ciencia y Tecnología.
Argentina cuenta con 9 organismos científico-tecnológicos y la crisis les afecta a todos por igual. El INTA (agro), el INTI (industria), la CNEA (energía), la CONAE (desarrollo aeroespacial), el CONICET (investigación), el SEGEMAR (geología), el INIDEP (recursos marítimos), el CITEDEF (Defensa) y la Fundación Miguel Lillo, están atravesando una crisis sin precedentes.
Uno de los mencionados, el Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero, está “en riesgo”, ya que el gobierno lo mantiene funcionando con los mismos recursos que en 2023, con una inflación proyectada del 250% anual.
El plan libertario para medievalizar la Argentina
Al igual que lo hace con las universidades nacionales y con los 330 institutos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, el gobierno les ajusta los fondos para cerrarlos o para arancelarlos (en el caso de las universidades), algo que ni se le ocurrió a los países más liberales del planeta (hoy desarrollados). Un plan que, a contramano de lo que sugieren los países que se desarrollaron, se enfoca en escarnecer, generar sospecha y vapulear la producción de conocimiento, como sucedía en el medioevo.
El discurso anti-Estado de este liberalismo mal interpretado y sobreactuado (todos los países desarrollados crecieron con un Estado sólido e inteligente) está aniquilando áreas que son estratégicas para el país, si en un futuro a mediano plazo Argentina tiene intención de generar divisas con más alternativas productivas que la de la agroexportación.
Proteger los recursos marítimos
“Nuestro aporte es fundamental para proteger los recursos del Mar Argentino”, resaltaron los trabajadores del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero a través de una carta abierta.
Y si. Argentina es un país bicontinental y tiene una superficie marítima más grande que la de su área terrestre. Por eso, surgieron iniciativas como Pampa Azul enfocada en un litoral marítimo de 4.725 km. de longitud, que se suman a los 11.325 km de las costas de la Antártida Argentina e islas australes.
La complejidad y variedad de recursos con los que cuenta el país en el mar, atrae la voracidad comercial de países de Asia y Europa. El INIDEP los investiga para su aprovechamiento o conservación. Conocimiento, para mejorar el patrón productivo del país. Pero, además, testea mensualmente la temperatura del mar, algo que mejora la toma de decisiones ante el cambio climático en el que está implicada la Argentina.
Desde la perspectiva ambiental es clave, pero también lo es desde la perspectiva productiva. La pesca, es una de las actividades más importantes de la Argentina, y su producción es captadora de dólares.
Cómo si a la Argentina le sobraran los dólares, el gobierno de Milei está asfixiando al instituto que brinda información clave para conocer cómo, dónde y de qué modo aprovechar esos recursos.
Lo denunciaron los propios trabajadores del INIDEP quienes advirtieron que el rol del organismo “está en riesgo” por la falta de presupuesto y la incertidumbre laboral, lo que pone “en peligro” al Mar Argentino.
Milei, a contramano de la Ley
A través de una carta abierta, resaltaron la importancia del “manejo sostenible de los recursos pesqueros y su ambiente, como así también el rol fundamental del instituto para garantizarlo”.
“La Ley Federal de Pesca determina que el INIDEP es el único organismo responsable de asesorar al Estado Nacional en evaluación y manejo de recursos pesqueros para preservar el ecosistema marino para las generaciones futuras”, señalaron los trabajadores en el escrito.
Y profundizaron: “Desde hace 46 años cumplimos un rol fundamental en el desarrollo de políticas relativas al manejo y conservación de los recursos acuáticos. Investigamos el mar y las especies involucradas en procesos de explotación pesquera, a través de diversas líneas de investigación que contemplan la evaluación de las poblaciones, el ambiente que habitan, y el desarrollo y aplicación de herramientas de transferencia tecnológica para el sector productivo”.
En la misma línea, quienes integran el INIDEP destacaron que los antecedentes demuestran que las consecuencias de “no considerar las recomendaciones” vertidas desde el instituto pueden ser “graves”, tal lo evidenciado décadas atrás en “la crisis de la merluza común, uno de los principales recursos pesqueros del país en términos de generación de divisas y puestos de trabajo”.
“Actualmente el cumplimiento de la misión y el rol del Instituto se encuentran en riesgo, debido a la falta de presupuesto actualizado y a la incertidumbre laboral. En el INIDEP trabajamos con la convicción de que nuestro aporte es fundamental para proteger los recursos del Mar Argentino, pero también porque creemos que investigar y generar conocimiento es ejercer soberanía”, concluyeron.
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