Periferia

6 de Agosto de 2025

Impulsan una ley para impedir que el gobierno avance con el vaciamiento y la venta de ARSAT

En medio del feroz ajuste del gobierno nacional, un grupo de senadores propuso la creación por ley de un Programa Nacional para garantizar la conectividad en todo el territorio nacional.

En medio de un brutal ajuste que atenta contra el desarrollo científico y tecnológico nacional, un proyecto de ley busca restituir el derecho a la conectividad de millones de argentinos y proteger el rol estratégico de la tecnología satelital estatal. ¿Qué hay detrás del vaciamiento de ARSAT? ¿Y por qué Elon Musk aparece en escena?

El acceso a internet no es un lujo, ni una extravagancia, ni una ocurrencia moderna. Es, en pleno siglo XXI, un derecho humano fundamental que garantiza la participación ciudadana, la igualdad de oportunidades y la integración nacional. Y, sin embargo, en la Argentina de Javier Milei, este derecho se encuentra hoy bajo ataque.

El ajuste cayó sobre sectores estratégicos como la ciencia, la tecnología y la conectividad. Entre los principales damnificados, se encuentra el corazón del desarrollo digital argentino: la empresa estatal ARSAT.

Proyecto para blindar ARSAT

En respuesta a esta situación alarmante, un conjunto de legisladores —Martín Soria, Pablo Todero, Carolina Yutrovic, Jorge Romero, Ana Ianni, Carlos Castagneto, Micaela Morán, Hilda Aguirre, Blanca Osuna, Jorge Neri Araujo Hernández, Roxana Monzón, Andrea Freites y Lorena Pokoik— presentó un proyecto de ley que busca revertir el vaciamiento: la creación del Programa Nacional de Conectividad. No se trata de una iniciativa más, sino de una defensa frontal y contundente de la soberanía tecnológica, la equidad territorial y el acceso universal a internet.

El proyecto propone garantizar la conectividad satelital en localidades de Río Negro, Tierra del Fuego, Neuquén, Chubut, La Pampa y Santa Cruz, mediante el despliegue de servicios de internet de banda ancha provistos por ARSAT, acceso a fibra óptica y la entrega de bienes tecnológicos. “Todo bajo una lógica de planificación federal, priorizando a quienes más lo necesitan y reconociendo explícitamente la condición geográfica adversa de muchas de estas zonas”, explican los autores del proyecto.

Sin embargo, las cifras son elocuentes: entre 2023 y 2025, ARSAT perdió un 25% de su planta de trabajadores, en gran parte por el congelamiento salarial que generó una pérdida del 294% del poder adquisitivo en comparación con el IPC. Los proyectos en curso, desde el despliegue de la Red Federal de Fibra Óptica hasta la construcción del satélite ARSAT-SG1, se encuentran paralizados o directamente abandonados. Y no por falta de recursos, sino por decisión política.

Hay fondos pero no se utilizan

En este contexto, el proyecto de ley no sólo propone restituir lo perdido, sino avanzar hacia un modelo de desarrollo integral. Prevé financiamiento para municipios, bonificaciones por cuatro años en zonas desfavorables, entrega de equipamiento tecnológico nacional y actualización bimestral del presupuesto según el índice de precios al consumidor. Todo con control parlamentario y rendición de cuentas.

Los senadores proponen una política pública concreta, sustentada en leyes vigentes como la 27.208 —que reconoce al desarrollo satelital como política de Estado— y pensada para achicar brechas, no para profundizarlas.

Los autores del proyecto recuerdan que “fue durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner cuando Argentina se convirtió en uno de los pocos países capaces de construir y operar satélites geoestacionarios”.

Porque detrás del discurso del “gasto público ineficiente” se esconde otra verdad: ARSAT fue superavitaria en 2024, con ganancias por $22.500 millones en los primeros nueve meses del año. Es decir, no sólo no genera pérdidas, sino que es rentable, eficiente y estratégica. Entonces, ¿por qué Milei decide destruirla?

“Este ataque no es técnico ni económico: es ideológico. Es una renuncia deliberada a la soberanía. Es una apuesta por la dependencia, por la exclusión y por la concentración. Y como toda renuncia a lo colectivo, se disfraza con discursos de eficiencia, cuando en realidad lo que se busca es debilitar lo público y abrirle paso a los negocios privados”, aseguran.

Fuente:

https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dsecretaria/Periodo2025/PDF2025/TP2025/4134-D-2025.pdf

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