Luego de la entrevista ofrecida por Agustín Campero, Secretario de Articulación Científica de la (ex) Secretaría de Ciencia, durante el gobierno de Mauricio Macri, desde el gobierno salieron a responder por sus dichos sobre “facciones internas”, al interior de la cartera científica.
Fue Diego Hurtado, actual Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, quien salió a responderle y a aclarar los motivos que llevaron a rejerarquizar el cargo de presidencia del CONICET y el carácter autárquico de la Agencia (ex ANPCyT), encargada de la articulación entre el sector científico y el productivo.
P.: Durante la entrevista con La Nación, Campero reconoció la caída salarial de los investigadores pero no dio números concretos. ¿De cuanto es la caída?
D. H.: Yo creo que Campero tendría que estar en este momento abajo de la mesa del comedor de su casa para que no lo descubran, porque la caída salarial de los investigadores, durante su gobierno, fue de entre el 35% y el 40%, cifra que él no puede pronunciar. Pero, además, cuando habla de la población de científicas y científicos, habla de cien mil que dicen que hacen investigación, pero esto es un número absolutamente erróneo, que no tiene en cuenta la producción de indicadores. En el Ministerio, después Secretaría, en la que él estuvo hay una Subsecretaría de Estudios y Prospectiva que produce información, que incluso va al INDEC, entonces no puede dar nunca esa cifra habiendo siendo funcionario. Entonces, o es un irresponsable por no poder hablar de manera seria porque todo dato lo condena, o está ocultando. El panorama que dejaron es desolador. La periodista (Luciana Vázquez), es muy clara cuando le pregunta cuanto cae el salario durante los años de Macri, y él no responde. Entonces, yo te respondo, el salario de los científicos cayó un 40% con Macri, en el sector de ciencia y tecnología. Campero no responde porque sabe que no puede responder, como no dice nada de la caída de todos los indicadores de ciencia y tecnología, cualquiera que tomes, institución por institución, caída de porcentaje de PBI, caída respecto de los porcentajes de los presupuestos nacionales, cualquier cifra que tomes cayó en los cuatro años de Cambiemos.
P.: Campero habló de “facciones” al interior de la actual gestión de la cartera científica ¿Existe la desarticulación política hacia adentro?
D.H.: Cuando él habla de facciones está sumandose a la narrativa y al discurso que desde la oposición iniciaron como una batalla para erosionar al Gobierno, pero acá hay una enorme fortaleza de organización y unidad. Hablar de facciones adentro del Ministerio de Ciencia es no haber entendido como llega Roberto Salvarezza a Ministro.
P.: ¿Y, cómo llega?
D.H.: Llega con muchísima legitimidad, producto de un proceso de construcción política, de la que Fernando Peirano, presidente de la Agencia (ex ANPCyT), participó de manera muy activa junto conmigo, Ana Franchi, Roberto Salvarezza y Juan Pablo Paz, entre otros, y ahí todos defendimos los mismos objetivos, y nos opusimos como bloque a las “no políticas” del macrismo en ciencia y tecnología y hoy, ya en gobierno, estamos trabajando juntos. En el Ministerio en su conjunto hay una trama política totalmente unificada. Lo de Campero es de muy bajo perfil de argumentación, este argumento “de facciones” lo enmarca en una ristra de datos falsos.
P.: Otro de los cuestionamientos del ex Secretario de Articulación Científica apareció cuando habló de “CONICET Centrismo” de las medidas tomadas por Alberto Fernández ¿Que implica esta crítica?
D.H.: Campero se quiere parar en una posición a favor de las universidades, insinuando que el kirchnerismo descuidó a las universidades. Estamos hablando que cuestiona a un gobierno que en 12 años creó 15 universidades, a cinco cada cuatro años, entonces, yo le pregunto a Campero, el gobierno al que el representa ¿Cuántas universidades creó?. Roberto Salvarezza lo primero que hizo fue sentarse con los decanos de Ciencias Sociales de las universidades, yo estuve ya en tres reuniones con el Ministerio de Educación, fue el propio Roberto antes de ayer a la reunión del CIN. Lo que Campero no puede responder es que nuestro gobierno en las primeras semanas, y aún a pesar del desastre que nos deja el gobierno que representa Campero, anunció la recomposición de las becas que van a ser sacadas de debajo de la línea de pobreza, y el mejor argumento que encuentra él es que eso altera la pirámide de escalafones del personal de CONICET. Mirando con perspectiva, lo único que puede hacer Campero es mentir, su entrevista es una ristra de mentiras y distorsiones porque no tiene mas remedio.
P.: Ahora, Agustín Campero justificó el ajuste durante su gobierno asegurando que en 2019 se dio una crisis que obligó prestar atención al Déficit Fiscal ¿Que lectura hacés al respecto?
D.H.: El habla de la crisis del 2019, como si la crisis hubiera llegado del cielo y el gobierno que él representa no hubiera tenido nada que ver, e intenta justificar, lo que el entiende que es un panorama negativo con impacto en la ciencia y la tecnología, respaldándose en una crisis que él no tiene idea desde donde llegó. Pero la caída de los indicadores de ciencia y tecnología empieza en el año 2016. Tuvieron una toma del Ministerio ese año, y de ahí en adelante una comunidad científica resistiendo, por lo que los desastres que hicieron en política científica no se explica por la crisis de 2019. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que estaba adentro del Ministerio de Campero, durante los cuatro años del gobierno de Macri, padeció un recorte del 70%, la CONAE estaba adentro del Ministerio que atendía la Secretaría de Articulación Institucional, de la que estaba a cargo Campero. Habría que preguntarle a Campero como explica el 70% de recorte presupuestario a la CONAE, a la que el propio MinCyT, le dio el lugar de “sector estratégico”. Es inconcebible recortarle a una institución el 70% de su presupuesto.
P.: Ahora, ¿que fundamentos tuvo la gestión actual de la cartera científica para darle autarquía y autonomía a la Agencia?
D.H.: La descentralización de la Agencia (ex ANPCyT), tiene que ver con la dinámica que trae la propia agencia, vinculada a crédito internacional, el BID y el Banco Mundial, que pone como requisitos para acceder a los fondos internacionales una dinámica de convocatoria y seguimiento de proyectos que suponen un grado de autonomía. La Agencia tuvo desde su creación, por su propia naturaleza de ejecución de créditos de fondos internacionales, tuvo una dinámica de enorme autonomía. Este decreto pone a la Agencia en términos explícitos de ejecución, para que tenga la libertad que necesita. El BID te exige reglas de juego que obligan a que la Agencia sea autónoma. Otra discusión es si necesitamos, o no, tesoro nacional para la ejecución de políticas de ciencia y tecnología. Ese fue un debate que nosotros dimos desde la propia creación del MinCyT. Está bien arrancar con crédito internacional pero sería de esperar que la ciencia y la tecnología argentinas fueran equilibrando el financiamiento externo con partidas del tesoro nacional. Nosotros imaginábamos que esto iba a ser paulatinamente compensado con fondos del tesoro nacional, pero eso no ocurrió y lo vamos a revisar. Pero pedirle a un gobierno que está iniciando, en la coyuntura que está enfrentando, que empiece a financiar la ciencia y la tecnología con fondos del tesoro nacional, es un absurdo. Alberto Fernández fue muy claro en relación con este sector, primero en su apoyo con esta señal de enorme esfuerzo de recomposición de subsidios, becas e ingresos a carrera. Ahora pedir que aumenten las partidas de fondos del tesoro hoy es impensable por la situación que dejó el gobierno al que representa Campero. Así que vamos a empezar financiando con crédito internacional, que la Agencia tenga flexibilidad y autonomía de ejecución. Nosotros tomamos esta decisión pensando en que tiene que ver con ganar flexibilidad y capacidad de ejecución, y otra cosa es la capacidad de articulación política, que no pasa por la descentralización de la agencia, sino por el armado político que hay dentro del Ministerio de Ciencia, en donde los cuadros políticos, hasta subsecretarios y subsecretarias tienen absoluta unidad de concepción de hacia donde van. Fernando Peirano trabaja día a día con nosotros. Me parece que Campero trata de trabajar en una narrativa de tratar de transmitir a la esfera pública que acá hay falta de unidad, cuando la gran pesadilla del macrismo es la unidad que logró el gobierno de Alberto Fernández, que es la unidad del peronismo. Por eso los ataques de la oposición política apuntan a tratar de mostrar falta de unidad. Lamento comunicarle a Campero que su mirada, es una ilusión que apunta seguir poniendo palos en la rueda a las políticas de ciencia y tecnología.
