La Senadora Silvina García Larraburu, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la cámara alta, celebró la aprobación de la media sanción de la Ley que establece el marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis, sus semillas y productos derivados para uso industrial y/o medicinal: “Hoy es un día de alegría y esperanza. A partir de la Ley garantizamos el suministro de los derivados del cannabis a quienes lo necesiten. Estamos creando y regulando un nuevo mercado, y lo hacemos desde un anclaje basado en la Salud Pública”.
“Un aspecto central es que la iniciativa brinda un conjunto de herramientas que permitirán diversificar nuestra matriz productiva, incorporar valor agregado en origen, generar trabajo calificado y de calidad; lo cual redundará en la dinamización de nuestras economías regionales y la generación genuina de divisas”, señaló.
Agregó: “Río Negro tiene todo para resolver el cultivo e industrialización de la planta. Nuestra tarea consistirá en aceitar el vínculo entre los productores, la Universidad Nacional de Río Negro, la del Comahue, las instituciones del Sistema Científico Nacional radicatas en el territorio, y por supuesto, nuestra joya: INVAP”.
Además, recordó el trabajo colectivo que hace años viene realizando junto a las organizaciones: “Hace varios años acompaño la lucha de las madres que encontraron en el Cannabis Medicinal, una alternativa para tratar las distintas enfermedades o dolencias de sus hijos/as. Junto a varias organizaciones trabajamos de manera colectiva en un proyecto que regulaba el autocultivo, la investigación y producción. Y lo hicimos cuando predominaba una visión oscurantista sobre la planta, una política persecutoria y criminalizadora sobre los usuarios y usuarias”.
También insistió en la necesidad de destinar un cupo a los pequeños productores, cooperativas, pymes, e instituciones públicas para producir cannabis medicinal: “Esta Ley empodera a todos estos actores y actrices, lo cual es un gran acierto. Pero si queremos garantizar su protagonismo debemos establecer un cupo específico para ellos en la producción de cannabis psicoactivo de uso medicinal. Porque lo que no podemos permitir es que desembarquen grandes capitales extranjeros, de matriz extractivista, y se lleven la riqueza de nuestro suelo”.
Concluyó que “estamos entre los pocos países del mundo que defienden un sistema universitario público, federal y desde 1949 gratuito. Porque déjenme decirles que sin la gratuidad del peronismo, muchos y muchas de los que investigan cannabis, entre tantos otros temas, hoy no serían universitarios”.
“Todas estas son nuestras Marcas País y queremos que el Cannabis también comience a serlo. Tenemos las condiciones agrícolas, la tecnología, el conocimiento y la gente para lograrlo”.