Con una carta dirigida a la comunidad científica, luego de su renuncia al cargo, el ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, defendió su gestión y valoró la aprobación de leyes claves como la Ley de Financiamiento del sistema científico.
“Asumimos la conducción del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación con la convicción de que el desarrollo científico tecnológico es fundamental para construir una Argentina con mayor desarrollo y mejor distribución de la riqueza”, planteó Filmus y sostuvo que en su gestión creen “que el avance del conocimiento es decisivo para la transformación del modelo productivo, para la resolución de los problemas de nuestra gente y para construir un país soberano”.
Filmus agradeció a los trabajadores del sistema científico y tecnológico nacional, en especial a los y las investigadores/as “que contribuyeron a avanzar en esta dirección”. “Lo hicieron a pesar de enfrentar situaciones adversas que, como la pandemia, pusieron a prueba su capacidad de enfrentar enormes desafíos. Toda la sociedad debe estar agradecida a su contribución para el avance del conocimiento durante estos 4 años”, destacó el titular de Ciencia y Tecnología.
“Desde un primer momento hemos identificado la importancia de posicionar a la ciencia y a la tecnología como políticas de Estado: solo a través de su previsibilidad y continuidad a través del tiempo la Argentina logrará alcanzar el desarrollo de un sector que se caracteriza por requerir procesos que toman largos períodos para completarse. Es fundamental que como sociedad podamos establecer consensos que nos permitan definir ejes de política cuya continuidad no esté sujeta a los vaivenes políticos y económicos que históricamente le han impedido a nuestro país crecer. La ciencia y la tecnología deben configurarse necesariamente como una prioridad estratégica que trascienda a los gobiernos y las agendas electorales”, sostuvo Filmus.
Leyes claves
Filmus destacó las leyes generadas hacia el interior del sistema científico como la Ley de Financiamiento del sistema científico, la Ley de Bio y Nanotecnología, la ley de Crédito Fiscal para PyMes que innovan, el Plan de Ciencia 2030, la ley de compras públicas para la innovación.
“En estos años tuvimos el desafío de generar instrumentos que permitieran esta continuidad de la política científica y tecnológica. En este sentido, tenemos el orgullo de contar con dos leyes muy importantes para nuestro sistema científico. Por un lado, la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que establece el incremento sostenido de la inversión en ciencia y tecnología. Por el otro, la ley del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, que presenta las prioridades y la planificación para el sector científico y tecnológico en nuestro país”, destacó el ministro.
“Ambas leyes, aprobadas por amplia mayoría con el apoyo de diversas fuerzas políticas en el Congreso de la Nación, manifiestan el compromiso del Estado con el desarrollo científico y tecnológico nacional. Esto significa que deben tomarse de referencia para las medidas que impacten en el sector: necesitamos más ciencia, más inversión, y que sea más federal”, sostuvo Filmus.
Federalización
Otra de las prioridades destacadas por Filmus fue la federalización del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, con miras a un modelo de desconcentración y descentralización de los recursos tanto físicos como humanos.
“No es ninguna novedad que en nuestro país existen fuertes asimetrías entre las jurisdicciones, y esta concentración se torna aún más evidente cuando se analiza la distribución de las actividades científicas y tecnológicas realizadas en nuestro territorio. Recibimos la gestión en 2019 con una concentración de más del 80% de la inversión del Ministerio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires, y la región central del país. Es un orgullo contarles que durante este último año la participación fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires representa un 70% de la inversión total en ciencia y tecnología. Si bien aún queda mucho trabajo por hacer, estos indicadores sin lugar a dudas representan un primer hito en un camino hacia un país más federal, inclusivo y con mayores oportunidades para todos y todas”, planteó el ministro.
Investigación y Desarrollo
FIlmus planteó que “de nada sirven estas acciones si no son acompañadas por una revalorización del rol que ocupan aquellas personas que llevan adelante las tareas de investigación y desarrollo dentro de nuestro Sistema”. Así, remarcó que “durante estos años hemos asumido la tarea de recomponer el salario y los estipendios de los científicos y científicas que se desempeñan en el CONICET. Desde 2020 hemos otorgado seis jerarquizaciones del 10% cada una para salarios de investigadores e investigadoras y estipendios de becarios y becarias del CONICET. De esta manera, se logró saldar una enorme deuda del Gobierno Nacional con la comunidad científica, uno de los sectores más golpeados durante el periodo 2015-2019, recomponiendo el poder adquisitivo de los salarios y estipendios del organismo hasta alcanzar el nivel de diciembre de 2015”.
A su vez, para continuar trabajando en la revalorización de todas aquellas personas que realizan Actividades Científico-Tecnológicas dentro del Estado, se dispuso el reconocimiento de las funciones específicas para el personal que cumple funciones vinculadas al monitoreo y gestión de proyectos y procesos de ciencia y tecnología en el MINCyT, en la Agencia I+D+i y en el CONICET. De esta manera se reconoce la complejidad y especificidad de las tareas que realiza el personal responsable de la gestión de la ciencia y la tecnología en el país.
Por otra parte, reconocimos la gran necesidad de fortalecer el equipamiento y la infraestructura de las instituciones nacionales de ciencia y tecnología. Para abordar este problema lanzamos los Programas federales Equipar y Construir Ciencia, orientados a potenciar las capacidades de investigación y desarrollo con un marcado carácter federal y a través de los cuales se realizó la mayor inversión en equipamiento científico e infraestructura edilicia de la historia de nuestro país: casi U$S 500 millones para más de 600 equipos y el inicio del diseño, la elaboración de pliegos y en muchos casos la construcción de más 100 obras de instituciones científicas y tecnológicas de las 24 jurisdicciones del país.
El ministro planteó que “no solo es necesario fortalecer las instituciones, sino que también es fundamental impulsar proyectos de investigación y desarrollo que atiendan los principales desafíos del país. Programas relativos al sector Espacial, Pampa Azul, Redes Federales de Alto Impacto, PISAC, la transición energética, el desarrollo del cannabis y cáñamo, el fortalecimiento de la economía popular, etc. mostraron la potencialidad del sistema científico tecnológico para sustentar un modelo de desarrollo productivo basado en la capacidad de incorporar valor agregado. Nada de esto hubiera sido posible sin la participación de las instituciones que integran el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en todas y cada una de las jurisdicciones del país. Por eso, las acciones tanto del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (CICyT) como del Consejo Federal de Ciencia, Tecnología e Innovación (COFECyT) fueron imprescindibles para articular las necesidades de los diversos actores del sistema y darle alcance a las medidas implementadas desde el Ministerio”.
Política científica
El ministro saliente aseguró que “en este tiempo nos esforzamos por construir e impulsar una política científica coordinando con las distintas instancias que hacen al funcionamiento del sector científico y tecnológico. Es así que trabajamos con el sector público en todas sus instancias (provinciales, municipales, etc.), los organismos científicos y tecnológicos, y las Universidades Nacionales, así como también en articulación con el sector privado. Les agradezco a los y las representantes de estas instancias, por el compromiso y el trabajo sostenido durante estos años”.
“También les agradezco a los funcionarios y las funcionarias que me acompañaron en la gestión, con creatividad, disposición y esfuerzo. Queda mucho por hacer en materia de política científica y tecnológica, pero dejo el Ministerio con la seguridad de que hemos contribuido al fortalecimiento y la expansión del SNCTI, y que hemos provisto herramientas para continuar por este camino. Por último, reitero el agradecimiento a todos y todas las trabajadoras del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, por el apoyo y la confianza durante estos años y sin quienes ninguno de estos logros hubieran sido posibles. Sabemos que si bien se ha avanzado, es mucho más lo que queda por hacer. Pedimos disculpas por las numerosas asignaturas pendientes que no hemos podido resolver. Estoy convencido de que seguiremos trabajando en conjunto, desde el lugar que nos corresponda, para que la ciencia continúe aportando a la construcción de un futuro con mayor desarrollo e igualdad para todos/as los/las argentinos/as. Lo haremos con las mismas convicciones, esperanzas y utopías con las que trabajamos desde este querido Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación”, concluyó Filmus.
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