En pleno ajuste al sistema de ciencia y tecnología que llega al 49,7% en dos años de gestión de Javier Milei, el gobierno anunció, a través de la Secretaría de Ciencia, las “Bases para el Desarrollo Espacial Argentino” con un plan que propone “mayor articulación en el sistema científico” y un “plan para la formación de astronautas”.
Las Bases incluyen la creación de un Hub Espacial Nacional que integre capacidades científicas, tecnológicas e industriales; el desarrollo del proyecto de acceso al espacio; y la consolidación de la Argentina como plataforma formativa de aspirantes a astronautas. Todo claro, en el marco de un derrumbe de la inversión estatal en ciencia y tecnología que deja en un piso histórico del 0,17 del PBI la inversión en Investigación y Desarrollo en nuestro país, y en el contexto del cierre de convocatorias como los Proyectos de Investigación Científico Tecnológicos (PICT) (que son los que articulan al sistema científico).
Desarrollarse implica inversión fuerte, formación de recursos desde el jardín de infantes a la universidad y el posgrado, el sostenimiento de la infraestructura científico-tecnológica, de laboratorios que funcionen (en organismos científicos sólidos) y del lanzamiento de programas que incentiven la investigación como política científica estable. La recomendación de los países que alcanzaron niveles altos de desarrollo es invertir fuerte en todo ello, en más del 1% del PBI. Exactamente lo contrario de lo que está haciendo el gobierno de Javier Milei que llevó del 0,35% la inversión pública en ciencia y tecnología, al 0,17% en apenas 2 años.
Por eso (y por el intento constante de desmantalar organismos claves para transferir conocimiento, como el INTA, el INTI, el INIDEP, el CONICET) resulta inverosímil el anuncio de “las Bases para el Desarrollo Espacial Argentino”.
Sin presupuesto y ¿hecho con Inteligencia Artificial?
El gobierno nacional parece pretender desarrollar la ciencia impulsando que científicos “se junten en un hub”. Cabría recordar que la manera de desarrollar organismos que tuvieron peso mundial como es el caso de la NASA, fue con inversiones históricas, y no con desinversión.
Por otro lado, lo insólito del nuevo plan anunciado por Genua (el cual no parece tener presupuesto asignado porque no se explicó cuál será la inversión que lo acompaña) es la falta de una iniciativa integral. Es más, sin presupuesto, la propuesta de proyectos tan diversos, distintos y distantes como activar el lanzador satelital Tronador II y “formar astronautas”, parece más una elaboración de apuro hecha con Inteligencia Artificial, que un plan de política científica.
Por otro lado, lo insólito del nuevo plan anunciado por Genua (el cual no parece tener presupuesto asignado porque no se explicó cuál será la inversión que lo acompaña) es la falta de una iniciativa integral. Es más, sin presupuesto, la propuesta de proyectos tan diversos, distintos y distantes como activar el lanzador satelital Tronador II y “formar astronautas”, parece más una elaboración de apuro hecha con Inteligencia Artificial, que un plan de política científica.
Genua, siempre listo para la foto
Para la foto, el Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua, presentó el documento en un acto realizado en el Centro Cultural de la Ciencia, acompañado por referentes del sector espacial y representantes de empresas que forman parte del ecosistema nacional.
La iniciativa se enmarca dentro de un contexto internacional donde la competencia por el espacio dejó de ser exclusiva de agencias estatales y pasó a involucrar compañías privadas, nuevos actores regionales y una demanda creciente de infraestructura satelital.
Genua subrayó que “esta iniciativa es resultado de encuentros con expertos y referentes que vienen impulsando uno de los sectores más estratégicos de la Argentina. Gracias a ellos, construimos esta hoja de ruta que estamos presentando”.
Juntar científicos y desmantelar programas
El Plan Nacional Espacial, mencionado como “columna vertebral de la propuesta, contempla la exploración del espacio y la creación de medios propios para colocar en órbita satélites diseñados y producidos en el país, como el desarrollo del cohete Tronador II”, algo que discontinuó precisamente Javier Milei.
La presentación incluyó la presencia de empresarios, emprendedores, estudiantes y representantes de organismos clave como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), su empresa asociada VENG, la Agencia I+D+i y autoridades vinculadas al desarrollo productivo y tecnológico, todos organismos desfinanciados y vaciados por la gestión libertaria.
Otro punto destacado es la intención de consolidar al país como plataforma para la formación de “aspirantes a astronautas”. Esa ambición busca aprovechar una combinación de infraestructura educativa, capacidad científica y vínculos de cooperación con agencias extranjeras.
