El presidente del CONICET justificó el brutal plan de ajuste del gobierno de Javier Milei al sistema científico y universitario de nuestro país al afirmar que “en tiempos de crisis económica y 57% de pobreza la ciencia sigue siendo una herramienta de iluminación y desarrollo (?)”.
Sus palabras fueron en respuesta al Embajador de Alemania en Argentina, Dieter Lamlé, quien, en el marco de la visita a la Argentina de Patrick Cramer, titular de la Sociedad Max Planck de Alemania, le dijo a Salamone que “La ciencia no es un gasto, es una inversión” y que “lo que se pierde por desinversión en ciencia, no se recupera”.
El presidente del CONICET desmintió a Milei sobre la pobreza del país
Salamone ensayó una respuesta incómoda y tropezó en el apuro porque según datos del INDEC, en el primer semestre de 2025 la pobreza (medida con una metodología muy dudosa) habría bajado a 31,6%, lo que se configuró como el caballo de batalla del gobierno nacional para las elecciones al asegurar que “sacaron 12 millones de la pobreza“.
O sea que, según Salamone, en el país hay el doble de pobres de los que el gobierno nacional dice que hay, algo que se acerca más a la realidad económica que viven los ciudadanos. En el camino, Salamone justificó el ajuste a la ciencia con base en esa misma cifra.
La visita de Cramer tuvo una larga recorrida por institutos de investigación como el IBIOBA, la UBA y estuvo enmarcada por la camaradería entre figuras destacas de la ciencia.
Cramer dio una conferencia en el edificio Cero + Infinito de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. El evento fue organizado junto al IBioBA, el IFIBYNE y el Departamento de Fisiología, Biología Molecular y Celular. Entre los asistentes estuvieron el decano Guillermo Durán, referentes como Alberto Kornblihtt y científicos de todo el país.
La visita de Patrick Cramer a la Argentina
En una recepción organizada en la residencia oficial, el embajador de Alemania en la Argentina, Dieter Lamlé, destacó el valor estratégico de la ciencia en la relación bilateral: “Nuestra cooperación científica es un pilar central. La ciencia no es un gasto, es una inversión. Y lo que se pierde hoy por desinversión no se recupera”.
Lamlé recordó los 200 años de inmigración alemana al país, desde la llegada de Karl Burmeister en el siglo XIX hasta los científicos que fundaron la primera Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. También repasó las contribuciones de naturalistas como Paul Lorentz, Alfred Stelzner y Ludwig Brackebusch.
Claro, cuando Lamlé cuestionó el ajuste, el presidente del CONICET, Daniel Salamone, dijo que “en tiempos de crisis económica y 57% de pobreza, la ciencia sigue siendo una herramienta de iluminación y desarrollo. El apoyo de Max Planck ha sido clave”.