El asesor principal del presidente Javier Milei, Santiago Caputo, ha dado un paso decisivo en su cruzada por el control de las centrales nucleares. A partir de la próxima semana, Caputo tomará las riendas de Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la empresa pública que gestiona las principales plantas de Energía Nuclear del país, y comenzará un proceso de reorganización que incluye la búsqueda de interesados en su privatización, también incorporó nuevo personal en la cúpula.
Nucleoeléctrica, una de las pocas empresas estatales con superávit operativo, genera ingresos anuales cercanos a los 800 millones de dólares, principalmente a través de las tarifas que cobra a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Sin embargo, este año la empresa vio mermados sus ingresos en aproximadamente 200 millones de dólares debido a la exclusión de las compañías estatales en la renegociación de la deuda de Cammesa, liderada por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Con más de 3,100 empleados, la compañía es considerada sobredimensionada en comparación con estándares internacionales, lo que ha generado especulaciones sobre posibles recortes de personal. En NASA admiten que un plan para reducir costos, con miras a una futura concesión a empresas privadas, podría incluir la reducción de entre 500 y 1,000 puestos de trabajo.
El cambio en la cúpula directiva de Nucleoeléctrica, que se concretará la próxima semana, incluirá la designación de Alberto Lamagna como nuevo presidente de la empresa, reemplazando a Luis Fasanella, quien continuará en la vicepresidencia. También será desplazado Julián Gadano, exsubsecretario de Energía Nuclear durante el gobierno de Mauricio Macri y figura destacada en los equipos técnicos de Horacio Rodríguez Larreta.
¿Quién es Jeremías Coppola?
Uno de los nombramientos que más ha llamado la atención es el de Jeremías Coppola, un trader de criptomonedas que se unirá al directorio junto a Guido Giana. Esta decisión responde a la influencia de Diego Chaher, secretario de Empresas y Sociedades del Estado, conocido por su intervención en la agencia de noticias Télam y su gestión de firmas como AySA y Aerolíneas Argentinas.
Entre los desafíos inmediatos que enfrentará la nueva directiva de Nucleoeléctrica está la extensión de la vida útil de Atucha I, cuya licencia expira el 29 de septiembre. Para ello, será crucial obtener la aprobación de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), un organismo técnico con un historial de rigidez en sus evaluaciones. La extensión hasta abril de 2025 es vista como fundamental para garantizar un suministro eléctrico robusto durante el verano y evitar cortes de energía.
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