La Nueva Planta de Uranio (NPU) de Dioxitek, que estaba en proceso dentro del Polo Científico, Tecnológico e Innovación de la provincia de Formosa, fue paralizado debido a la falta de transferencias por parte de Nación. Este proyecto es crucial para el ciclo de combustibles nucleares en Argentina, ya que está destinado a producir dióxido de uranio (UO2), que es un elemento esencial para las centrales nucleares del país. Por lo tanto, al no tener lo necesario para funcionar, los reactores no podrán generar la energía necesaria para el desarrollo tecnológico y económico de la región.
Cabe destacar que Dioxitek es una empresa que se destaca en la fabricación de fuentes selladas de Cobalto-60 (Co-60), las cuales son utilizadas en la industria, la esterilización de equipos médicos y la preservación de alimentos, entre otros usos; y son exportadas a Canadá y Chile. Sin embargo, también es reconocida como líder regional en la producción de polvo de dióxido de uranio, utilizado en la fabricación de los elementos combustibles que emplean las centrales nucleares argentinas.
Un proyecto estratégico clave (para cuando el país busque desarrollarse)
Según detallaron las autoridades formoseñas, la NPU funcionaría como complemento de la planta de Dioxitek en Córdoba, convirtiéndose en un elemento esencial para asegurar el suministro continuo de UO2, necesario para el funcionamiento de las centrales nucleares de Atucha I, Atucha II y Embalse, que contribuyen con el 7% de la energía eléctrica nacional.
Por otra parte, es importante destacar que la NPU, por su tecnología y sus características logísticas, iba a minimizar el impacto ambiental y a eliminar la necesidad de desechar líquidos, al adoptar un enfoque de vertido líquido cero. Mediante un Sistema Integral de Gestión de Efluentes, el líquido utilizado en la NPU durante el proceso productivo sería reciclado, evaporizado, cristalizado o recuperado en un subproducto (Nitrato de Amonio), para asegurar que no se registren descargas al sistema ambiental. Además, al reutilizar la mayor cantidad de agua residual, la planta lograría disminuir al máximo su consumo de agua.
Como puede observarse, comparada con las actuales plantas industriales en el país y la región, la NPU iba a estar a la vanguardia, ofreciendo un modelo de eficiencia, seguridad y modernización. Sin embargo, la falta de transferencias por parte de Nación ha llevado a su paralización, poniendo en grave riesgo la finalización de la planta.
Las consecuencias de la paralización de la NPU
La desfinanciación del proyecto de la NPU trae aparejado una serie de consecuencias que Nación decide ignorar. En primer lugar, habrá un impacto negativo en la producción de energía: al no recibir el suficiente dióxido de uranio, las centrales nucleares nacionales no podrán funcionar adecuadamente, y se pondrá en riesgo el 7% de la energía eléctrica del país.
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