El Gobierno Nacional planea avanzar con la privatización y tercerización de tareas del Instituto Nacional del Agua (INA), junto con la venta de 17 hectáreas en Ezeiza, lo que ha generado un fuerte rechazo entre sus trabajadores. En respuesta, más de 150 empleados del instituto, junto a delegados y dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), se reunieron para definir un plan de lucha y una estrategia organizativa hacia fin de año.
La intención del Gobierno sería delegar varias funciones actualmente realizadas por los profesionales del INA a empresas externas, con el objetivo de reducir costos laborales. Sin embargo, esta medida ha generado preocupación. “Terminarás pagando a empresas extranjeras en dólares por tareas que ya realiza personal calificado y con experiencia dentro del instituto”, señalaron desde el organismo.
Marcelo Belelli, Secretario Gremial de la seccional Ezeiza-Esteban Echeverría-San Vicente de ATE, destacó la unidad y determinación de los empleados del INA: “Hay una vocación total de organización, solidaridad y defensa del instituto. Los trabajadores están listos para salir a protestar y explicar a la sociedad por qué el trabajo que realizamos es fundamental”.
En una reunión interna, se acordó solicitar respuestas urgentes a las autoridades nacionales. En este contexto, el INA enfrenta además dificultades operativas, como la falta de designaciones en cargos clave y una grave asfixia financiera.
El Instituto: funciones y relevancia
El INA es un organismo especializado en el estudio, desarrollo y gestión de los recursos hídricos en Argentina. Su misión incluye generar conocimiento y brindar servicios científicos y técnicos para garantizar el uso sostenible del agua.
Entre sus principales tareas están la investigación sobre ciclos hidrológicos, calidad del agua y el impacto de actividades humanas y cambios climáticos. Además, el instituto realiza monitoreos continuos para evaluar la disponibilidad y calidad de recursos hídricos en ríos, lagos y acuíferos, así como informes técnicos para proyectos estatales y privados.
“En la reciente reunión participaron más de 100 trabajadores de forma presencial y muchos más de manera virtual, incluyendo desde empleados de maestranza hasta subgerentes de distintas áreas”, añadió Belelli, quien subrayó la importancia del apoyo colectivo en todas las áreas del INA.
Reacciones y movilizaciones
Mientras los trabajadores organizan sus próximas acciones, sectores científicos y sindicales han manifestado su apoyo al instituto. El reclamo busca no solo detener los planes de privatización, sino también garantizar que las tareas críticas que realiza el INA sigan siendo ejecutadas por profesionales locales altamente capacitados.
El futuro del INA, un organismo esencial para el manejo sostenible del agua en el país, se encuentra en un momento crítico, enfrentando tanto desafíos financieros como políticos que podrían impactar significativamente su funcionamiento y misión