El Banco Mundial aprobó fondos para la Argentina, destinado a invertir en ciencia, tecnología e innovación, para los próximos seis años.
El acuerdo, anunciado hoy por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, tendrá una inversión de 280 millones de dólares “para acciones de ciencia, tecnología e innovación en todo el país”, explicaron. Del total, 200 millones serán otorgados por el Banco Mundial y 80 millones serán financiados por el Tesoro nacional.
El ministro Daniel Filmus destacó: “El fortalecimiento de nuestro sistema nacional de innovación es indispensable para cambiar nuestra matriz productiva y generar mejores empleos, fomentar la inclusión y el desarrollo sostenible”.
“La ciencia y la tecnología pueden contribuir de muchas formas al desarrollo, fundamentalmente con los resultados de la investigación y con el aporte de la innovación. Y hoy también con la posibilidad de acceder a un importante préstamo que le permite al país acceder a dólares al tiempo que los proyectos de I+D+i se aseguran recursos sin necesidad de competir con otras urgencias que tiene el Estado”, especificó Fernando Peirano, presidente de la Agencia.
La aprobación del programa por parte del Banco Mundial fue anunciada ayer en Washington a la ministra de Economía, Silvina Batakis, en un encuentro con el director gerente de Operaciones del organismo multilateral, Axel van Trotsenburg y el director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, Jordan Schwartz.
El programa es el resultado del trabajo técnico de la Agencia I+D+i en acuerdo con el equipo del Banco Mundial. Durante los dos últimos años se analizaron en conjunto las fortalezas y las debilidades de nuestro sistema de innovación y se resolvieron cuáles eran los instrumentos más convenientes para fortalecer la promoción en I+D+i.
Los ejes en los que se implementará
Entre otros, contempla tres ejes principales: 1. el desarrollo del programa TIPAR (Tecnotecas para la Innovación Popular) que tiene como objetivo central la construcción de un dispositivo institucional para el reconocimiento, la formación y la articulación productiva de saberes digitales de juventudes populares, 2. una línea para mejorar la relación entre los resultados de las investigaciones científicas y desarrollos tecnológicos y las entidades regulatorias que validan innovaciones en salud humana, animal, alimentos, semillas y otros productos de biotecnología y 3. el apoyo a startups y a Empresas de Base Tecnológica a partir del financiamiento de capital emprendedor.
Aumentar la diversificación
El objetivo general del programa, que contó con el apoyo de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de Presidencia de la Nación, es aumentar y diversificar el crecimiento impulsado por la innovación mediante el apoyo al Sistema Nacional de Innovación para crear más y mejores empleos, aumentar los ingresos, la inclusión y el crecimiento verde sostenible.
Ejecutores
Se ejecutará con la participación de universidades e institutos de investigación, el sector privado e inversores de capital de riesgo. La Agencia I+D+i será la responsable de la coordinación general y de la implementación de todas las actividades del proyecto.
Entre los objetivos específicos se incluyen: apoyar a consorcios de conocimiento, iniciativas de emprendimiento basadas en tecnología y a las pymes para aumentar la transferencia tecnológica y su contribución al crecimiento económico; promover la creación y/o el fortalecimiento de empresas con base tecnológica y la iniciativa productiva a nivel de empresa, red- y/o sector, mediante la participación del sector privado y fortalecer el marco institucional y las acciones de promoción de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación (I+D+i) para promover la acumulación de capital de conocimiento, aumentar las capacidades productivas, mejorar los procesos para llevar productos verdes al mercado, y generar crecimiento impulsado por la innovación y creación de empleo.
Sectores
Los sectores y tecnologías donde se prevé concentrar el apoyo de esta inversión están vinculados con la salud pública, el complejo agroalimentario, la producción verde, la energía, y la transformación digital, u otros que se deriven de la naturaleza del desarrollo tecnológico necesario para aplicar un enfoque problema-solución. En ese marco, tendrán especial consideración las cuestiones ligadas a la mitigación y/o adaptación al cambio climático, y a la perspectiva de género.