El ministro de Ciencia y Tecnología de la provincia de Córdoba, Pablo De Chiara, destacó el aporte histórico del sector científico y tecnológico al desarrollo de la provincia, y planteó que la provincia se enfoca hacia el desarrollo de la biotecnología y la economía del conocimiento.
Lo hizo mediante un comunicado, el 18 de junio, en conmemoración del Día Provincial de la Ciencia y la Tecnología de Córdoba, en homenaje al investigador y divulgador científico Alberto Maiztegui.
De Chiara realizó una descripción de la situación actual de estas disciplinas en la provincia, y analizó sus posibilidades a futuro, y destacó que la provincia es “pionera en la formación académica y líder en desarrollo social y productivo”.
Según el titular de Ciencia y Tecnología “las demandas emergentes de una sociedad que transita cambios trascendentales en esta revolución científica tecnológica, han configurado una nueva agenda colmada de desafíos productivos, sociales, culturales y medio ambientales y en donde la respuestas están en el talento enfocado en producir conocimientos que permitan seguir construyendo una Córdoba innovadora”. El ministro planteó que los nuevos ejes están asociados con la economía del conocimiento y con la biotecnología, especialmente, como apuesta de política científica..
“Debemos seguir consolidando y fortaleciendo nuestro sistema científico y tecnológico que está compuesto por cerca de 10 mil investigadores y becarios explicando un promedio de 2,96 por cada 1.000 habitantes, uno de los más altos de la región, que día a día despliegan capacidades y mucha pasión en más de 2000 proyectos de investigación. Esto se suma al aporte del complejo universitario, con indicadores en materia de formación que superan los 275.000 estudiantes en casi 500 carreras (entre tecnicaturas, licenciaturas e ingenierías), en los 12 centros de estudios universitarios radicados en las ciudades de Córdoba, Villa María, San Francisco y Río Cuarto, siendo importante destacar que en estos últimos dos años hubo un incremento en la elección de las denominadas carreras “STEM” (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática, por su sigla en inglés)”, sostuvo el ministro.
Economía del Conocimiento y Biotecnología
El titular de la cartera científica cordobesa planteó que “este enorme potencial, puesto al servicio de los sectores productivos, fue lo que permitió dar un renovado impulso a las actividades que conforman la Economía del Conocimiento”, y destacó que el trabajo articulado entre la academia, actores públicos y privados, permitieron que la provincia se consolide como el tercer conglomerado en importancia dentro de la matriz productiva cordobesa, liderado por el desarrollo de software y las tecnologías digitales.
De Chiara apuntó que año a año las exportaciones de la Economía del Conocimiento tendrán cada vez más relevancia dentro de la economía de Córdoba.
Pero, además, reconoció que la provincia apunta, además, a impulsar el complejo biotecnológico, ya que sus disciplinas están destinadas a satisfacer las necesidades y demandas de un mundo desafiante por sus aplicaciones en salud, agro, alimentos, insumos y materiales, entre otras.
“En nuestra provincia, además, muchos de los científicos y emprendedores biotecnológicos desarrollan sus actividades en localidades del interior demostrando cómo la federalización y democratización de los conocimientos permiten multiplicar las oportunidades en toda la provincia”, explicó De Chiara.
Sostenibilidad ambiental
El titular de la cartera puso en eje a la sostenibilidad ambiental. “Córdoba también hace punta en esto: avanza en la medición, reducción y compensación de la Huella de Carbono, e impulsa un programa integral de Biocombustibles”, explicó , en donde el CEPROCOR, creó el primer laboratorio público de biocombustibles que permite ensayar y certificar la calidad de lo producido en las las plantas cordobesas.
“Las nuevas demandas también interpelan a los modelos tradicionales de generación de bienes de consumo, e impulsan una transformación productiva. Aquí, las nuevas ideas nacidas del campo científico, aplicadas a productos o procesos, son las que permiten sumar competitividad a las empresas”, concluyó De Chiara.
“En todos estos casos, el común denominador es la innovación. No como un concepto o una idea, sino como un hecho concreto que se evidencia en la actitud de empresarios, emprendedores, docentes, estudiantes, técnicos, investigadores y profesionales”, cerró De Chiara.
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