En todo nuestro planeta, la soberanía espacial es un tema de debate. Muchos de los países del mundo disputan la posibilidad de contar con satélites artificiales, sobrevolando la órbita terrestre, en el espacio exterior. Aunque, por supuesto, no son la mayoría de las naciones las que cuentan con esta oportunidad.
La disputa por la circulación de información
El tema define una disputa clave por el dominio de las telecomunicaciones y la circulación de la información a nivel mundial, aunque la industria no se limita sólo a ello, sino también a la imaginería aeroespacial y la transmisión de datos, entre otros..
Y es que fundamentalmente, los países considerados como “potencias mundiales” son quienes poseen de estos grandes aparatos orbitando por el espacio. Si tuviéramos que organizarlos en un listado, no podemos dejar de mencionar a países como:
Estados Unidos: alrededor de 1.897 satélites en órbita. Rusia: cuenta con 146 satélites operativos. China: con 316 satélites en funcionamiento actualmente. Francia: actualmente posee 164 satélites activos. India: tiene 124 satélites en funcionamiento. España: cuenta con 29 satélites en total.
Satélites en órbita: el caso de la Argentina
La historia satelital en Argentina comenzó en enero de 1990, mucho antes de lo que muchos creen, cuando el cohete Ariane depositó en la órbita al Lusat-1, proyectado y construido por la Asociación Mundial de Satélites de Radioaficionados (Amasat), el cual tenía por objetivo proveer de comunicaciones a la totalidad de sus socios.
Entre los varios intentos experimentales de esos tiempos, también está el SAT-1 Víctor, el cual se desarrolló en el Centro de Investigaciones Aplicadas del Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba, que portaba a bordo dos cámaras para poder tomar imágenes de la Tierra.
Todas éstas experiencias se hicieron mientras la naciente Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), institución argentina orientada al desarrollo de tecnología espacial (una NASA argentina), elaboraba el conocido Plan Espacial Nacional, un programa estratégico para poder desarrollar en el país conocimiento y tecnología para el sector aeroespacial.
Primeros satélites de la CONAE
El primer dispositivo producido por el Plan Espacial de la CONAE fue el SAC-B, que se lanzó en 1996, pero -por fallas en el cohete estadounidense que lo quiso transportar- no se pudo terminar de eyectar al satélite a la órbita terrestre. Por eso, a su sucesor, el SAC-A, lanzado en diciembre de 1998, hay que nombrarlo como el que inauguró formalmente la trayectoria argentina en el espacio.
El siguiente satélite, el SAC-C, se lanzó en noviembre de 2000. Éste fue el primer satélite argentino de observación terrestre y llegó a mantenerse operativo durante 13 años. Luego, en junio de 2011, llegó el SAC-D Aquarius, satélite con el que -por primera vez- se pudo medir la salinidad superficial de los océanos. Aportó además datos sobre el clima y la atmósfera muy importantes para la ciencia en nuestro país.
La hora de los ARSAT
En los primeros años del siglo presente, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Comahue, en la provincia de Río Negro, lograron desarrollar un satélite con fines educativos llamado Pehuensat-1. Éste despegó el 10 de enero de 2007 desde la India.
Ese mismo año, se empezó a producir el Arsat-1, el primero de los tres satélites geoestacionarios de comunicaciones proyectados entre el INVAP y la empresa AR-SAT, lanzado en 2014 para ofrecer servicios de televisión, telefonía, transmisión de datos e Internet al país y a los vecinos Chile, Uruguay, Paraguay y la parte argentina en la Antártida.
El Arsat -2 se lanzó el 30 de septiembre de 2015, pensado y desarrollado para transportar señales de radiofrecuencia para telecomunicaciones. Y se complementa al trabajo del Arsat-1, extendiendo la totalidad de su espectro y cobertura al resto del continente americano.
¿Qué lugar ocupa la Argentina en materia satelital?
En escala histórica, podemos contabilizar que la Argentina llegó a poner 11 satélites en órbita, desde 1990. De esos 11, continúan aún funcionando seis. Pero volvimos a subir al número 11 ya que el Gobierno había anunciado el lanzamiento de cinco satélites gestionados por el CANSAT, que es el concurso de tecnología espacial abierto a estudiantes, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) y CONAE.
Finalmente, estos nuevos satélites -construidos por estudiantes de escuelas secundarias de distintos puntos del país- fueron lanzados desde la provincia de Córdoba.
A nivel mundial, nuestro país está entre los 10 países que no solamente poseen satélites propios, sino que también cuentan con la capacidad de lanzar sus satélites propios al espacio.
Argentina llegó a desarrollar el primer prototipo de lanzador de satélites.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto con el titular de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, anunciaron en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE, en Córdoba, una inversión de $9.730 millones para generar el primer prototipo argentino lanzador de satélites, que recibirá el nombre de Tronador, denominado en sus siglas como TII-70.