La disputa política en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), hoy presidida por Osvaldo Calzetta Larrieu, comenzó a cobrar fuerza ya en el mes de enero, de cara al inicio de un año que puede ser clave en la definición del futuro político del organismo.
Si bien la disputa es por quien ocupará los cargos principales del organismo, algo de lo que se viene pidiendo definición desde el inicio de la gestión del actual gobierno, quienes la protagonizan manifiestan que lo que se discute es un modelo tecnológico nuclear argentino.
La Comisión Nacional de Energía Atómica se encuentra en la órbita de Energía, que desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández, estuvo gestionada por Sergio Lanziani, quien en agosto de 2020 fue reemplazado por el ex diputado neuquino Darío Martínez.
Por otra parte, la secretaría dejó el Ministerio de Desarrollo Productivo (Matías Kulfas) y pasó al Ministerio de Economía (Martín Guzmán), pero no se realizaron modificaciones en la CNEA, organismo que asesora el Ejecutivo en la definición de política nuclear y promueve la formación de recursos humanos de alta especialización y el desarrollo de ciencia y tecnologías en materia nuclear.
Bisauta y Kreiner, los posibles candidatos
La presidencia de la CNEA continúa a cargo de Osvaldo Calzeta Larrieu, designado por Mauricio Macri en septiembre de 2016. Y figuran dos posibles candidatos para reemplazarlo: Mauricio Bisauta y Andrés Kreiner, ambos pertenecientes a la coalición que administra la política nacional, pero de dos extracciones políticas muy diferentes.
ATE defiende la postulación del físico e investigador Andrés Kreiner, quien defiende que el país continúe con la construcción de centrales nucleares de tipo CANDU, y que se incorpore en el acuerdo con China, que la actual gestión negocia, esa alternativa.
Esa línea política, entienden desde ATE, implica transferencia de conocimiento local y desarrollo productivo, ya que se trata de una tecnología que el país domina. Ese acuerdo es el que estuvo a punto de ser firmado en el año 2015, durante la gestión de la ex presidenta Cristina Fernández.
Sin embargo, con el cambio de gestión, el acuerdo con China se canceló, aunque no las negociaciones, y el proyecto de una central con tecnología de tipo CANDU se postergó.
En esa línea, ATE reiteró su “rechazo a la continuidad o designación de directivos funcionales a la política de vaciamiento ejecutada durante el macrismo en el área nuclear”.
CANDU, si o no
Desde el gremio expresaron que ello implicó “el abandono de la línea tecnológica de agua pesada y uranio natural, con la paralización de la planta de la PIAP y un plan de retiros voluntarios”.
“La cancelación de la construcción de la 4º Central Nuclear tipo CANDU con Agua Pesada de la PIAP fue parte de ese plan de desguace”, sostuvieron a través de un comunicado.
Por ello, desde ATE continúan reclamando por la reactivación de ese acuerdo con el Gobierno de China. Esto es “en respuesta a quienes buscan plantear una falsa dicotomía, aclararon que se trata de un Proyecto complementario al Hualong (de tecnología china)”, sostienen desde ATE.
Para ATE, lo que pone en discusión la designación de las nuevas autoridades de la CNEA es el modelo tecnológico nuclear argentino.
ATE, con Andrés Kreiner
Así, junto a las demás agrupaciones que integran el Frente de Todos en el organismo respaldan la candidatura de Andrés Kreiner, que actualmente se desempeña como Subgerente de Tecnología y Aplicaciones de Aceleradores en CNEA, y de Adriana Serquis a la vicepresidencia.
Mauricio Bisauta fue vicepresidente de la CNEA durante la gestión de Cristina Kirchner y en los años macristas fue presidente y vicepresidente de la Empresa Neuquina de Servicios Industriales (ENSI), sociedad mixta cuyas acciones se comparten entre la CNEA y la provincia de Neuquén y que opera la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP).
Es por eso que el gremio rechaza la designación de Bisauta, por considerar que en los últimos años fue protagonista de la crisis que atraviesa el PIAP, “avalando el desguace de la planta, promoviendo retiros y sin intención de preservar puestos de trabajos”, afirman desde ATE.
“Nos interesa que tengamos la posibilidad de retomar la senda de autonomía tecnológica que excede el tema de las centrales y tiene que ver con defensa de los trabajadores, y una perspectiva que revalorice a los investigadores y técnicos”, cerró Kempf, quien además coordina el área de Energía en ATE.
Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández, continúa el diálogo con el gobierno chino, y el acuerdo nuclear, más allá de la pandemia, está en la agenda. Es por eso que en mayo tendrá un encuentro en el que podría definirse cual será la política nuclear que continuará en el mediano y largo plazo, algo que definirá la elección de las autoridades del organismo.