En plena escalada de casos de coronavirus, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó este martes el ensayo clínico en fase III de la vacuna de la empresa biofarmacéutica canadiense Medicago.
A través de un comunicado la empresa explicó que el fármaco “aplica una tecnología diferente a la empleada por la mayoría de los laboratorios farmacéuticos y se basa en la utilización de plantas vivas como biorreactores para reproducir una partícula no infecciosa que imita al virus objetivo, pero sin el empleo de virus vivos”.
Además, precisó que “se las conoce con el nombre de partículas similares a virus (virus like particle, VLP)”. Cada vacuna requiere dos aplicaciones con un intervalo de tres semanas.
En ese marco, se necesitan 5000 voluntarios dispuestos a ser inmunizados para obtener datos acerca de la eficacia y la seguridad del producto. Los mismos se complementarán con otros a recopilarse en México, Perú, Colombia, Estados Unidos y la propia Canadá, entre otros países.
Este nuevo ensayo se suma a otros que están bajo el análisis del organismo regulatorio argentino (entre ellas, la BriLife, desarrollada en Israel, con fase II aún pendiente de publicación) y algunos que ya se llevaron a cabo con éxito como el de la vacuna Comirnaty de Pfizer-BioNTech, la norteamericana-belga de Janssen (Johnson y Johnson) y las chinas de Sinopharm, Cansino (de una dosis), que coordinó la Fundación Huésped.