En una entrevista con el portal Notas, del mes de julio de 2018, el Subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, aseguraba que “nuestra gran apuesta estratégico tecnológica como país que juega “en primera” a nivel tecnológico nuclear es el CAREM”.
A menos de un año de esas declaraciones el proyecto se detuvo y ocasionó el despido de los 130 trabajadores de la construcción que se encontraban desarrollando la obra.
La edificación del proyecto de la Central Argentina de Elementos Modulares fue encargada por contrato entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) y la empresa Tecna (Techint).
Sin embargo, la compañía comunicó que no puede continuar con la obra por falta de un acuerdo con la CONEA por la refinanciación de la construcción tras la suba del dólar.
Así ocasionó los 130 despidos y la detención del proyecto de la central nuclear.
El CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), es un reactor de generación de energía nuclear pequeño, con menos costo y tiempos de producción que las CANDU (Atucha I, II y Embalse) y las de uranio enriquecido (la que construiría China tras el acuerdo con el gobierno nacional).
Los despidos y la cancelación del proyecto marcan un síntoma más de la relación que el Gobierno de Mauricio Macri tiene con el desarrollo nuclear, en general, y con el sector científico y tecnológico, en particular.
La situación replica lo que se vive en este momento en otra empresa estratégica del desarrollo nuclear argentino: la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), con despidos y derrumbe de la producción.
La diferencia radica en que, según los funcionarios nacionales, el CAREM es “una apuesta estratégico tecnológica” del gobierno de Mauricio Macri.
Conciliación obligatoria
En el día de hoy se conoció que la secretaría de Trabajo, finalmente, dictó la conciliación obligatoria y determinó la reincorporación -al menos de forma provisoria- de los 130 trabajadores del desarrollo nuclear de la CAREM.
“Por la suspensión del proyecto Carem despidieron a 130 trabajadores. Nos vamos a quedar acampando en la ruta hasta que nos den una solución”, había afirmado desde la rotonda de acceso el Secretario General de la Unión Obrera de la Construcción de Zárate, Julio González.
La entrevista con Gadano
“El CAREM es un reactor modular pequeño, es un reactor de menor cantidad de megavatios, de menor tiempo de construcción y de menor costo de capital inicial. Los grandes problemas que tiene la energía nuclear, más allá de la contaminación, y que la está volviendo poco competitiva y la está sacando de los mercados”, decía Gadano sobre este proyecto que hoy está detenido por la devaluación del peso.
“El SMR (Small Modular Reactors) (CAREM) es una respuesta a ese mercado porque el SMR tiene cortos tiempos de construcción y tiene mucha menor inversión inicial”, afirmaba Gadano.
“Nostros queremos estar en un mercado que sabemos que va a estar maduro en cinco años, que es el CAREM”, concluía el Subsecretario de Energía Nuclear.