Los resultados de las elecciones primarias de agosto sorprendieron y movilizaron a gran cantidad de actores y referentes del sector científico y tecnológico nacional, que deposita expectativas en la posibilidad de un triunfo de Alberto Fernández en las generales.
Desde la Comisión de Energía Atómica presentaron un documento con propuestas para relanzar la actividad nuclear con una proyección de 10 años, donde incluyen la construcción y puesta en funcionamiento de 3 centrales nucleares más y la gestión de
La CNEA apuesta a que “en un períodos de 10 años se comience y finalice los proyectos de extensión de vida de la central Presidente Peron (ex Atucha I) , la quinta central nuclear, el desarrollo y puesta en marcha del prototipo Carem 25 en escala comercial y se defina y comiencen los trabajos de la 6 y 7 central Nuclear“.
El documento, que referencia a especialistas del sector atómico como Fernando Lisse y Andrés Kreiner, busca acercar propuestas alineadas con estos objetivos al próximo gobierno para “para volver a posicionar el sector en primer plano a nivel mundial y que sea base del desarrollo de tecnología de punta de la industria nacional”.
Reactivar la construcción de la quinta central
El documento del partido justicialista afirma que “con solo tres centrales el sector nuclear aporta cerca del 5% de la energía utilizada en nuestro país” por lo que apuestan a la reactivación de “las iniciativas de construcción de dos centrales nucleares adicionales tomadas por el gobierno anterior”.
Desde la CNEA alertan que la discontinuidad de estos proyectos encaminados en los preacuerdos con China “condujo en el pasado reciente al muy preocupante despido de muchos trabajadores del complejo nuclear Atucha y podría implicar el despido de 600 profesionales y técnicos altamente calificados”.
El acuerdo con China, cancelado en 2016 por el gobierno de Mauricio Macri, implicaba una inversión de 14.000 millones US$ de los cuales el 85% sería aportado por el gigante asiático.
En este sentido los equipos técnicos del PJ manifestaron que “la llamada cuarta central ó Atucha III, de un tipo similar a las otras tres en operación, debía ya estar construyéndose con una tecnología (Uranio natural levemente enriquecido y agua pesada) dominada por nuestro país”.
“En nuestra opinión esta tecnología debería ser preservada, mejorada y coexistir con otras opciones con las cuales puede ser complementaria”, concluyeron.
Abandonar el acuerdo por Atucha III “cancelaría parte del presente y futuro nuclear de la Argentina? y sería “un golpe muy duro para la industria nuclear argentina, un orgullo de nuestro país y un patrimonio de equipos, científicos y técnicos que ha costado mucho formar”.
Desde la CNEA destacan que en el sector nuclear han trabajado empresas como Techint, IMPSA, Dycasa, INVAP, Pérez Companc, CNEA, NA-SA y unas 80 PyMES a las que se le cierra una fuente de trabajo, cuando se están abriendo en el mundo.?
¿Reestructuración de despedida?
En el documento, los profesionales de la Comisión de Energía Atómica denuncian que “el gobierno está impulsando un análisis sobre su posible restructuración, de manera reservada”.
Por eso exigen que “la discusión sobre su futuro es una cuestión demasiado trascendente como para ser tratada de esta forma y amerita ser debatida ampliamente por sus principales actores, las y los trabajadores, la sociedad argentina y sus representantes”.
“El achicamiento y ajuste del sector nuclear es uno de los primeros coletazos del acuerdo con el FMI”, manifiestan en la carta de 70 páginas.
“Es muy fácil destruir lo que ha costado tanto construir. Apelamos al patriotismo y a la hombría de bien de miembros del gobierno y de la oposición para defender el legítimo interés nacional”, reclaman.
La gestión nuclear de Cambiemos
En el documento los equipos del PJ le apuntaron a la gestión Cambiemos por anunciar la cancelación del proyecto de la cuarta central (una central de agua pesada tipo CANDU como la de Embalse) que “da por terminada la línea basada en tecnología de agua pesada”.
“Esta decisión tendrá (y ya está teniendo) consecuencias devastadoras”, manifiestan en referencia a “que se han acabado los fondos para pagar los sueldos de los trabajadores de la PIAP y que están en riesgo unos 400 puestos de trabajo altamente calificados y además la degradación de estas costosísimas instalaciones que son patrimonio de todos los argentinos”
“El gobierno acaba de despedir a unos 250 trabajadores de planta permanente de NA S.A. como una primera consecuencia de la cancelación del proyecto de la cuarta central”, denuncian en el documento.
“A este cuadro desolador se suman despidos en Dioxitek, la empresa encargada de fabricar el compuesto base de los combustibles nucleares y el Cobalto 60 con numerosos usos médicos e industriales (Co60 que se produce en las centrales CANDU y que por ende también sufrirá por la cancelación de la cuarta central), aseguran desde la CNEA.
“Ya ha habido unos 30 despidos, algunos inclusive con alegadas características de persecusión ideológica. El gobierno quiere privatizar la empresa, pero antes la quiere “sanear”. Aquí hay unos 200 puestos de trabajo en riesgo”, remarca el documento.
“El gobierno está destruyendo toda la infraestructura humana y material que posibilitaría la concreción de la cuarta central CANDU”, consideraron en el documento y alertan que “si no se actúa rápido este daño va a ser irreversible”.
Las propuestas 2019-2030
En las conclusiones del documentos destacan que “el periodo 2019 -2030 deberá estar en marcado por la continuidad de las políticas iniciadas en 2006, sino también por un gran impulso a través de obras que se presentan a continuación”.
Los ejes ejes del sector nuclear Argentino bajo el cual se integran las obras son dos, la generación de electricidad y el ciclo combustible y las aplicaciones industriales y medicas aplicadas.
Por eso buscan que “en un periodos de 10 años se comiencen y finalicen los proyectos de extención de vida de la central Presidente Peron (ex atucha I), la quinta central nuclear, el desarrollo y puesta en marcha del prototipo Carem 25 en escala comercial y se defina y comiencen los trabajos de la 6 y 7 central Nuclear”.
“La concreción de estos proyectos llevaría a un incremento de la potencia instalada de 1755 Mw a 4255 a 5000 Mw depende la potencia se defina de cada una”, pero, además, “traccionará el abastecimiento de todo el ciclo combustible”.
En lo que respecta a la minería del Uranio, “se deberá mejorar el conocimiento de la minería del Uranio y adecuar la legislación vigente para garantizar el abastecimiento nacional modificando el código de minería”
En las conclusiones analizan que “para el periodos de análisis las inversiones necesarias para llevar adelante el plan nuclear se estiman en U$D 30.000 MILLONES, estimando entre una necesidad de U$D de 2000 a 3000 millones por año”
La CNEA y sus áreas de aplicación
Además de la actividad energética y del impacto en el sector petrolero, la CNEA provee radioisótopos para su uso en el área de salud, con dos usos fundamentales para diagnóstico y tratamiento.
Pero además impacta en medicina nuclear, servicios de irradiación, irradiación Semi industrial (PISI), recuperación de Bienes Culturales, irradiación de alimentos para la descontaminación y la prolongación de su vida útil, conservación y restauración de Papel, irradiación de tejidos, aplicaciones de la tecnología nuclear al ámbito agropecuario y técnicas analíticas nucleares.
Entre otras áreas, también desarrolla estudios ambientales para determinar el grado de contaminación atmosférica, de suelos y de aguas, investigaciones arqueológicas para la caracterización química elemental de materiales tales como cerámicas, obsidianas y otros líticos; determinación de elementos traza y minoritarios en matrices biológicas y alimentos (plasma, diversos tejidos biológicos, vegetales, alimentos elaborados, entre otros), elementos de interés nutricional, elementos potencialmente asociados a enfermedades en humanos o animales.
