La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, aseguró que en el plazo de un año Argentina “tendrá resultados” sobre la vacuna ArgenVac que desarrolla la Universidad Nacional de San Martín junto al CONICET.
La investigación es encabezada por un equipo del CONICET y el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM. “Argentina está fabricando una vacuna propia contra el coronavirus. Se va a llamar ArgenVac y estamos trabajando con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Conicet. Está empezando la fase tres, todavía falta, se estima que en un año habrá resultados”, manifestó este sábado la funcionaria en diálogo con El Nueve. El proyecto, que está en etapa pre clínica, es encabezado por Juliana Cassataro, directora de un equipo conjunto del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad de San Martín y de CONICET.
De acuerdo a la investigadora, una vez que culminen la etapa de ensayos de toxicidad y demás controles necesarios, podría arrancar la prueba en humanos. Sin embargo, una de las trabas que cargan es la financiación que, si bien desde el Estado contribuyen al proceso, los costos son altos. Según precisaron, la vacuna tiene una tecnología parecida al fármaco contra la hepatitis B compuesto por proteínas recombinantes puras, con un compuesto coadyuvante.
Liberación de patentes
Por otro lado, Carla Vizzotti manifestó que si se liberan las patentes de las vacunas contra el coronavirus “Argentina tiene un rol interesante porque la industria farmacéutica es robusta”. “La industria local está produciendo el principio activo de AstraZeneca, está envasando la Sptunik V que está en análisis en el Instituto Gamaleya y si todo sale “ok” importarán el antígeno”, manifestó.
Además, agregó que ayer arribó al país una comitiva de médicos de Israel para analizar la posibilidad de que Argentina avance en la fase 3 y produzca su vacuna, algo similar a lo que podría suceder con Sinopharm. «Tenemos también un contacto muy muy prometedor con Cuba para que podamos hacer una sinergia por la vacuna Soberana y Abdala», amplió la ministra.
No obstante, esquivo emitir precisiones sobre los tiempos de vacunación y dijo que la fecha en se terminará de inmunizar a toda la población «no depende de Argentina, sino de la producción de las vacunas». “La realidad es que la proyección no se han cumplido en el mundo, para todos los países y para todas las vacunas. Una vez que se afinan todos los controles de calidad, llega un punto en que la escalada de producción simplifica las cosas. Poner tiempo es difícil”, concluyó.