La Comisión Nacional de Valores (CNV) aprobó la oferta pública de una operación inédita de financiamiento para el desarrollo local de vacunas, entre ellas las referidas a la Covid-19, a través del Fideicomiso Financiero (FF) ProyectoVIDA de Laboratorios Richmond, por un valor nominal de hasta u$s85 millones.
La iniciativa de la empresa farmacéutica buscará financiamiento en el mercado de capitales doméstico a través de la emisión de certificados de participación, en una operación que contará con el Banco de Valores S.A., en carácter de fiduciario, y Richmond S.A.C.I.F., como fiduciante.
El presidente de la CNV, Adrián Cosentino, dijo que “esta iniciativa representa un doble hito histórico para nuestro país, no solo porque el producto de inversión colectiva contribuirá al desarrollo económico y social, sino porque también se constituye como un mecanismo de canalización del ahorro a desarrollos científicos a través del mercado de capitales, lo que reafirma el enorme desafío por delante desde la CNV”.
La creación de este fideicomiso buscará aplicar los fondos obtenidos de la colocación de los valores fiduciarios a financiar la adquisición, instalación y puesta en marcha de una planta para la producción de vacunas.
Adicionalmente, la planta estará preparada para elaborar otros productos biotecnológicos. La iniciativa de la empresa farmacéutica buscará financiamiento en el mercado de capitales doméstico.
¿Cuándo estará lista?
La habilitación de la nueva planta está prevista para el 1 de octubre de 2022, con una capacidad de producción de 80 millones de dosis por año.
Además de tratarse de una operación inédita para el mercado local y de una gran relevancia para el país, otra novedad importante radica, al mismo tiempo, en que se trata del primer Fondo Financiero calificado como sostenible, verde y social en el marco de los lineamientos de la CNV para la emisión de este tipo de bonos
La calificación de sostenible fue otorgada por la calificadora Fix, que concluyó que la emisión del fideicomiso está alineada con los componentes principales de los principios de este tipo de bonos, generando un impacto ambiental y social positivo.
En relación con la utilización de los fondos, se considera que el proyecto presenta un impacto social positivo directo a través de la mejora en el acceso a medicamentos, al garantizar la mayor disponibilidad del producto terminado (vacunas) y contribuir al autoabastecimiento de la producción nacional, la generación de empleo, formación del personal y avances socioeconómicos.
En el mismo sentido, el proyecto presentaría un impacto positivo a través de la incorporación del estándar de buenas prácticas ambientales LEED (sistema de construcción de edificios sostenibles).
La semana pasada, el laboratorio Richmond anunció que terminaron de producir un lote del componente II de la vacuna Sputnik V, de origen ruso. Esta noticia podría ser un alivio para el Gobierno frente al plan de vacunación, ya que la demora en las segundas dosis de la vacuna rusa pone en riesgo la inmunidad de quienes recibieron la primera dosis, a quienes también podría brindar tranquilidad.
La empresa confirmó la noticia a través de su cuenta de Twitter: “En el día de hoy finalizamos la producción de las primeras 153.441 dosis del componente II de la vacuna #SputnikV. Seguimos trabajando!”.
La empresa también produce el componente I de la vacuna rusa. De hecho, fue el primero que terminaron de producir y recientemente informaron que habían terminado 550.000 nuevas dosis que abastecerían a la Argentina.
Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires ya comenzó el ensayo para combinar vacunas, con el objetivo de “tener alternativas para mantener los esquemas” de inmunización frente a las demoras en la llegada de segundas dosis de Sputnik V y frente a la certeza de que la variante Delta en algún momento tendrá circulación comunitaria.