Luego del anuncio del Gobierno del fin del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, que se sostuvo como una de las medidas preventivas para impedir el contacto y el crecimiento de contagios a nivel nacional, la presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ana Franchi, se refirió al rol del organismo en la generación de medidas complementarias para impedir la transmisión, pero también para recuperar contagiados.
Es que, la larga espera del desarrollo de una solución vacunal, implica generar alternativas en los diferentes frentes que activa la pandemia, y CONICET fue uno de los organismos que el Estado puso a funcionar para desarrollar soluciones terapéuticas, pero también de no transmisión, que impidan el colapso del sistema sanitario.
“Si pudiéramos vacunar a 12 millones de personas probablemente podríamos evitar la segunda ola”, dijo Franchi, y resaltó el desarrollo de los diferentes tipos de kits de detección, serológicos y moleculares, para la detección del virus y de anticuerpos y de los avances en posibles terapéuticas.
“Los investigadores de biomedicina, de las Ciencias Sociales y de las Humanidades ayudaron mucho con su trabajo a enfrentar la pandemia”, dijo la doctora en Química Biológica, en diálogo con Bae Negocios.
Financiamiento del Ministerio
Franchi repasó que “hubo un primer financiamiento de la Agencia (Agencia I+D+i) para 64 proyectos. Luego hubo otros 8 proyectos más, financiados con la Fundación Bunge y Born. Y el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, que depende del ministerio de Tecnología, financió más de 130 proyectos”.
“Se invirtieron más de 700 millones de pesos en todas estas cosas. Además, tenemos muchísimas personas jóvenes que están trabajando en el testeo en Capital Federal como en el interior del país”, dijo Franchi, y subrayó los desarrollos obtenidos: “tenemos 7 u 8 kits. El primero fue el de anticuerpos. Los kits son muy importantes porque el testeo es muy importante. También son muy importantes los avances en posibles terapéuticas”.
En este sentido, aseguró que “la idea es tener terapias para que la enfermedad no pase de leve a grave. Seguramente no va a haber una sola porque este virus nos sorprende día a día. Pensamos que era un problema pulmonar, después cardiaco, de coagulación, del aparto gastrointestinal, incluso del sistema nervioso”.
“Algunas cosas servirán para una cosa y otras cosas para otras. Sería ideal que las personas que empiezan con la enfermedad no lleguen a las etapas graves. Estas terapias podrían ayudar”, aseguró, y subrayó que “para la vacuna todavía falta porque hay que fabricarla y tiene que llegar a todos, así que la terapéutica es muy importante”.