Por Eduardo Dvorkin.
En nuestro país se está experimentando la posibilidad de desarrollar, durante una presidencia de origen legal, un proceso irreversible de concentración y centralización acelerada del capital; proceso que no puede desarrollarse con gobiernos influidos por los conceptos de desarrollo inclusivo y justicia social.
La concentración acelerada del capital, que exigen las grandes corporaciones económicas, requiere un crecimiento acelerado de las ganancias empresarias que, como vemos en los gráficos que siguen, no es posible sin un gobierno que a los sectores populares (desde la clase media hacia abajo en la distribución del ingreso) les imponga estrictas políticas de austeridad [1].
El estado de bienestar, como fuera impulsado por los gobiernos de Juan Domingo Perón (JDP), Néstor Kirchner (NK) y Cristina Fernández de Kirchner (CFK), es incompatible con las políticas anarco – neoliberales del actual gobierno; aún más, el estado encabezando la lucha contra la pandemia (Alberto Fernández), consiguiendo vacunas, apoyándose en el SNCyT y factibilizando la supervivencia económica de pymes y empleados fue incompatible las políticas anarco – neoliberales que sembraban la desconfianza en las vacunas y en las medidas fiscales para mantener empleos.
En la Figura 1 vemos que la participación de los asalariados en el ingreso subió durante los gobiernos de NK y CFK hasta llegar a un máximo histórico de 52%.
Figura 1 Participación de los salarios en el ingreso [2]
En la Figura 2, utilizando los datos de la World Inequality Database (https://wid.world/es/country/es-argentina/), graficamos un índice de desigualdad que obtenemos dividiendo el porcentaje del ingreso nacional que queda en poder del 10% con mayores ingresos por el porcentaje que queda en poder del 50% con menores ingresos. Se observa claramente que durante las presidencias de JDP, de NK y de CFK el índice de desigualdad bajó sostenidamente.
Figura 2 Evolución del índice de desigualdad en Argentina (datos del WID)
Las políticas de austeridad y la represión
El plan de gobierno anarco – neoliberal no constituye un conjunto de medidas desarticuladas sino que es el proyecto coherente de las grandes corporaciones empresarias privadas que empeñaron en su elaboración a sus staffs de economistas, financistas y abogados.
El objetivo anarco – neoliberal es el de introducir cambios irreversibles en la sociedad argentina a fin de:
• incrementar las ganancias de las grandes corporaciones empresarias privadas;
• repartir sectores productivos estratégicos, hoy controlados por estado, entre las corporaciones empresarias privadas que las ambicionen; es fundamental destacar que muchas de las empresas controladas por el estado y mencionadas como candidatas a ser “privatizadas” cumplen eficientemente su función.
La herramienta necesaria para lograr esos objetivos la constituyen las políticas de Austeridad (“trabaje duramente, viva duramente, consuma menos”) a serles impuestas a los trabajadores (clase no-inversora); lo que requiere un alto grado de violencia represiva.
Clara Mattei, en un libro de reciente aparición [3], describe los procesos de imposición de austeridad que se implementaron, luego de la Primera Guerra Mundial, en Gran Bretaña e Italia; el proceso de austeridad en Italia, con el auspicio del poder económico y del gobierno inglés, desembocó en el fascismo; en tanto que en Gran Bretaña, comenta la autora, se recurrió a la represión macroeconómica para imponer la austeridad.
Tanto en Europa en la década del 1920 como en las actuales políticas anarco – neoliberales, el principal objetivo de la política económica fue y es imponer austeridad a la clase no-inversora para favorecer la centralización de riqueza en la clase propietaria-inversora, a la que se asume con capacidad para hacer crecer la economía invirtiendo en emprendimientos productivos.
Precisando:
• clase no-inversora, son los comerciantes pequeños y medianos, las pymes industriales, los profesionales;
• clase propietaria-inversora, son los grandes propietarios agrícolas, las grandes cadenas de supermercados y los grandes empresarios industriales.
Clara Mattei describe la que llama la trinidad de la austeridad:
- Austeridad Fiscal.
- Austeridad Monetaria.
- Austeridad Industrial.
La austeridad fiscal toma la forma de impuestos fuertemente regresivos más recortes en los recursos que el estado invierte en salud, educación, jubilaciones, subsidios a los desempleados; con lo que, la austeridad fiscal constituye un mecanismo de transferencia de recursos desde la mayoría de la población (clase no-inversora) a la minoría (clase propietaria-inversora).
En lo que hace al sistema nacional de ciencia y tecnología (SNCyT) el anarco – neoliberalismo, lo desfinanciará ya que no tiene interés concreto en su supervivencia, porque su plan de gobierno no pasa por el desarrollo autónomo de tecnología.
La austeridad monetaria consiste en cortar el acceso al crédito para la clase no-inversora, lo que implica recesión en la producción para el mercado interno favoreciendo las exportaciones y obviamente a los exportadores; se trata de una redistribución forzada en beneficio de un sector de la clase propietaria-inversora y en perjuicio de los trabajadores. La austeridad monetaria implica un descenso del circulante lo que en la Europa de la década del 1920 se lograba con la imposición del patrón oro y en nuestro país se pretende lograrlo con la dolarización.
La austeridad industrial (“paz industrial”) implica el control de los conflictos entre el capital y el trabajo, en beneficio del primero; es decir, es el mantenimiento y profundización de las relaciones de producción existentes reprimiendo la protesta social.
La “paz industrial”, que implica el control a la baja de los salarios reales, es considerada imprescindible por la clase propietaria-inversora.
Las tres componentes de la trilogía de la austeridad se retroalimentan entre ellas, lo que es analizado en detalle por Clara Mattei en su libro.
Cuando la economía es manejada por los criterios de austeridad no hay espacio para políticas sociales, ni desarrollistas, ni para la disminución de la brecha de ingresos, ni para el desarrollo autónomo de tecnología.
Las políticas de austeridad o el desarrollo apoyado en la CyT
“Innovación es el proceso que lleva a la creación e introducción en el mercado de un producto nuevo o de un servicio nuevo para la empresa” [4].
“Son los encadenamientos productivos los que diferencian un sistema productivo de un conjunto de armadurías” [5].
El impedimento para el desarrollo productivo de nuestro país lo representa la debilidad, que crece con los años, de nuestro sistema productivo para formar encadenamientos productivos (Figura 3). Esta debilidad se debe al hecho de que nuestro sistema productivo es dependiente de corporaciones extranjeras, las que solamente están interesadas en producir en el país partes de sus cadenas productivas. Estas corporaciones extranjeras, como es lógico para ellas, desarrollan los procesos de I+D en sus casas matrices o en universidades extranjeras sin recurrir a nuestro SNCyT.
Figura 3 Encadenamientos productivos en Argentina. Disminución entre 1973 y 2018 [2]
La sustitución inteligente de importaciones, que no es simplemente copiar, sino desarrollar productos y procesos apoyados en las necesidades / posibilidades del país, es un proceso de innovación local, que requiere un importante apoyo del SNCyT ya que internacionalmente nadie regala el conocimiento tecnológico.
Los procesos de innovación industrial involucran: altas inversiones, elevados plazos de recupero de las mismas, alto nivel de riesgo de no recupero ya que se trata de trabajar sobre la frontera tecnológica, inversión en la contratación de personal de I+D y de ingeniería. Esto normalmente excede las posibilidades de empresas privadas nacionales, en general pymes.
El desarrollo tecnológico local y la formación de cadenas productivas locales son procesos de innovación para los que es imprescindible desarrollar tecnología propia y para eso es necesario un estado activo en la producción y un sistema científico – tecnológico capaz de constituirse en la base del proceso innovativo.
Lo característico del modelo de desarrollo argentino [6] fue la formación de redes productivas, lideradas por empresas de tecnología controladas por el estado (INVAP, Y-TEC, VENG, CNEA, etc.) con el apoyo del SNCyT compuesto por las universidades nacionales y por institutos como CNEA, CONICET, CoNAE, etc. El Estado nacional y las empresas productivas que controlaba tomaban el liderazgo el liderazgo de los procesos de innovación tecnológica que llevaron en algunos campos a la complejización industrial con desarrollo de encadenamientos productivos.
Mientras la sustitución de importaciones tradicional consistía en hacer ingeniería inversa de un equipo o insumo a sustituir y tratar de fabricarlo aunque sea algo peor y más caro (en moneda local), la “sustitución inteligente de importaciones” incorpora I+D, ingeniería de producto y de proceso adaptado a las necesidades y posibilidades locales con la participación intensiva del SNCyT. Un desarrollo típico comienza en los laboratorios (escala de gramos), continúa en las plantas piloto (escala en kilogramos), sigue con en los pilotos en entornos industriales y termina con la masificación del desarrollo.
Y-TEC: transformar conocimiento científico en tecnología
El objetivo de YPF Tecnología (Y-TEC S.A.) cuyas acciones pertenecen en un 51% a YPF y en un 49% a CONICET es transformar conocimientos científicos en tecnologías.
Y-TEC está organizada en misiones (Figura 4), tomando el estilo del proyecto desarrollado por la NASA para poner un hombre en la Luna [7], esta forma de organización, comparada con la típica organización matricial, permite lograr mayor foco en los proyectos y aumentar el compromiso de los investigadores y tecnólogos sobre el resultado de los mismos.
Figura 4 El mapa de Y-TEC
Y-TEC para sus diferentes proyectos trabaja con UE del CONICET, con universidades nacionales, con pymes, con empresas tecnológicas como INVAP y con centros científicos – tecnológicos y universidades del exterior. En la Figura 5 presentamos un diagrama de flujo del funcionamiento de Y-TEC en; con diferentes colores indicamos el flujo de conocimientos científicos y el flujo de tecnologías.
Figura 5 Diagrama de flujo del funcionamiento de Y-TEC: convertir conocimiento científico en tecnología
En Vaca Muerta y en los oleoductos y gasoductos que transportan los hidrocarburos Y-TEC está desarrollando sustituciones inteligentes de importaciones en equipos y en insumos: sistema de inspección interna de gasoductos en conjunto con INVAP y el CIMEC (UNL+CONICET), fluidos de fractura, nano desemulsionantes y la primer fábrica argentina de grafeno, biocidas para plantas de tratamiento de crudos, etc.
Se está desarrollando un proyecto para capturar en refinerías el dióxido de carbono, hoy venteado con el daño medioambiental que ello implica, y utilizarlo para la recuperación terciaria de hidrocarburos tanto en campos convencionales como no-convencionales (Vaca Muerta)
En el campo de las energías no convencionales, indispensables para la transición energética, en Y-TEC se está desarrollando:
• la planta de celdas para baterías de litio construida en La Plata producto de la cooperación con CONICET y UNLP. El esfuerzo de desarrollo se extiende hoy a todo el encadenamiento productivo que es necesario establecer para producir las baterías: material catódico, electrolito, grafito, BMS;
• un electrolizador alcalino de alta potencia con cuyo desarrollo se tracciona a la industria argentina para lograr el material necesario para los electrodos (níquel poroso).
Ejemplos internacionales
Es fundamental señalar que el modelo que hemos planteado, en el cual el Estado asume un rol de centralidad en los emprendimientos tecnológicos innovativos, tiene sus antecedentes en países de alta industrialización, por ejemplo en Estados Unidos.
En The Break Through Institute se presenta una revisión histórica de los procesos de innovación tecnológica que contribuyeron al liderazgo tecnológico de los Estados Unidos, comenzando por George Washington, que impuso criterios de intercambiabilidad a los fabricantes locales de armas de fuego. El informe analiza las siguientes tecnologías: agricultura, ferrocarriles, industria de la aviación, motores a reacción, microchips, informática personal, internet, GPS, energía nuclear, combustibles sintéticos, energía eólica, energía solar y biotecnología. Se muestra que todos ellos fueron desarrollos tecnológicos impulsados por y desde el Estado.
En Mazzucato & Semieniuk [8]se analizan las tecnologías que se sumaron para conformar los productos Apple (IPhone, IPad, IPod) y se muestra que todas ellas fueron desarrolladas bajo el liderazgo y la participación directa de las agencias gubernamentales de los Estados Unidos. Además, en la misma referencia se demuestra que las agencias del gobierno estadounidense están presentes en todas las etapas de los procesos de innovación tecnológica, desde la investigación básica hasta el despliegue tecnológico final.
Conclusiones
Para lograr un desarrollo inclusivo nuestro país necesita complejizar su estructura productiva aumentando los encadenamientos productivos.
Para que este proceso de desarrollo sea posible se requiere:
• una base sólida en el SNCyT, en esto Y-TEC es un ejemplo a multiplicar;
• divisas, ya que en nuestra muy incompleta estructura productiva cualquier nuevo emprendimiento requiere importantes importaciones que podrá ir disminuyendo si se pone el acento en los encadenamientos productivos a ser desarrollados. La política económica del país deberá orientarse impulsar la obtención de divisas necesarias para el desarrollo priorizando la liquidación de exportaciones agrarias a tiempo e impidiendo la remisión de divisas al exterior a través de triangulaciones inter-empresas [9].
El imprescindible proceso de desarrollo inclusivo es incompatible con las políticas anarco -neoliberales que menosprecian el valor del SNCyT y priorizan las ganancias de las grandes corporaciones.
- Referencias
[1] E. Dvorkin, «La trinidad de la austeridad,» El Cohete a la Luna, 14 enero 2024.
[2] CEPAL, «Boletín Vol. 2 No. 1,» 2023.
[3] C. Mattei, The capital order: How economists invented austerity and paved the way to fascism, Chicago: University of Chicago Press, 2022.
[4] L. M. Branscomb, Empowering technology – Implementing a U.S. Strategy, Cambridge, MA: The MIT Press, 1993.
[5] E. Dvorkin, «Armadurías o Industrialización,» El Cohete a la Luna, 29 octubre 2023.
[6] E. Dvorkin, ¿Qué ciencia quiere el país? Los estilos tecnológicos y los proyectos nacionales, Buenos Aires: Colihue, 2017.
[7] M. Mazzucato, Misión Economía, Penguin Random House, 2021.
[8] M. Mazzucato y G. Semieniuk, «Public financing of innovation: new questions,» Oxford Review of Economic Policy, vol. 33, nº 1, 2017.
[9] E. Dvorkin, «Precios de Transferencia,» Suplemento Cash, Página 12, 27 Abril 2014.