Tras los recortes presupuestarios al sector de ciencia y tecnología de Uruguay, propuestos en el proyecto de Presupuesto Quinquenal 2021-2025, enviado por el gobierno de Luis Lacalle Pou, al parlamento, desde la comunidad científica comenzaron a aparecer las críticas por el impacto de la decisión.
Fernando Isabella, economista, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República (UNdelaR), señaló que si Uruguay no apuesta a fortalecer el sistema científico y tecnológico, “el único espacio que le va a quedar» será competir en base a ser «un país barato, cuya gente viva muy mal”.
Isabella se refirió a los recortes en el presupuesto de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para 2021, y señaló que los recortes cercanos al 40% de los recursos en investigación, formación y acceso bibliografía científica, muestran la “ausencia total de un proyecto de país, acorde al mundo en que vivimos donde la Ciencia y la Tecnología tienen una importancia central, son la clave de la autonomía y la dependencia, como demostró la pandemia”.
Señaló que si Uruguay logró controlar “bastante bien” la pandemia, se debió a capacidades científicas que permitieron desarrollar testeos, instalar laboratorios en instituciones públicas, hacer recomendaciones de política publica, entre otros aspectos.
Recordó que muchos países quedaron sin capacidad de hacer testeos, y que “el mundo vive una enorme revolución tecnológica y hay focos de disputa a nivel global, los países que están más adelantados tienen más capacidades de desarrollo y de imponerse a nivel global”.
El exdirector de Planificación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, recordó que el presupuesto en Ciencia e Investigación pasó de 40 millones de dólares en 2005 a más de 200 hoy, y y de representar el 0,2% al 0,5% del PBI, “un aumento fuerte pero no suficiente”.
Cuestionó al ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira por hablar de una “fiesta” en la ANII, que refería a que se aprobaban más proyectos de investigación. “No se le da un papel relevante a la ciencia y tecnología en el país, hay una falta de estrategia, no sabemos cual es”, cuestionó y señaló que se debe promover una interacción entre la Academia, el Estado y el Sector privado.
“Si la apuesta no es a fortalecer el sistema científico y tecnología, el único espacio que le va a quedar al país y las fuerzas del mercado lo van a llevar a ser un país barato, a competir en base a que sus productos son baratos y su gente vive muy mal. Si no queremos eso, debemos apostar a Ciencia y Tecnología, es la única salida”, sintetizó.
“Austeridad” fiscal
En septiembre de 2020, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, presentó las líneas generales del Presupuesto Quinquenal de su mandato (2021-2025), al que calificó de “austero”, pero con “sensibilidad social”.
Es que la iniciativa congeló los recursos para el área de ciencia, tecnología e innovación, en cifras iguales a las del 2015, lo que, “frizará” partidas y achicará recursos en la mayoría de las instituciones del sistema científico del país.
Salvo excepciones como el Institut Pasteur de Montevideo, que actualiza su presupuesto de 2015 a valores de 2020, y el Instituto Antártico Uruguayo, que recibe un aumento de más de 27%, el resto de los institutos y organismos de Uruguay sufrirían ajustes de entre el 20% y el 30% a sus recursos, por congelamiento y achicamiento de recursos.
El presidente de Uruguay había dado señales de potenciar el sistema científico y tecnológico, al menos en lo discursivo, cuando el 18 de julio de 2020, prometió que “vamos a actuar, dentro de lo posible, potenciando la ciencia, potenciando la innovación y potenciando la investigación”, en un marco de avance de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, uno de los organismos científicos del país, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) anunció que cerraba su ventanilla de proyectos de emprendimientos e innovación “debido a la necesidad de un replanteo en la asignación de fondos”.
Las cifras del ajuste quinquenal
Para tomar algunos ejemplos, el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM), pasará de recibir 2.476.000 dólares (105 millones de pesos uruguayos), a 1.980.730 dólares anuales, entre 2021 y 2024, lo que un recorte del 20%.
Por su parte, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) pasará de percibir 30.277.000 dólares en 2020 a 14.144.000 dólares (unos 600 millones de pesos uruguayos) anuales entre 2021 y 2024,.
En este caso, según explicó el director nacional interino del INIA, José Paruelo, el instituto se financia por una alícuota del Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (Imeba) y por una contrapartida similar del Estado. La contraparte del Estado se ha congelado en 600 millones de pesos desde 2015.
“El INIA durante el último quinquenio bajó sus gastos operativos, bajó las inversiones, bajó el número de funcionarios totales, pero el presupuesto aumentó, de todas formas, debido al aumento de los ajustes salariales que, a diferencia de otras instituciones, el INIA paga de su presupuesto”, agregó.
Finalmente en la Agencia Nacional de Investigaciones e Innovación (ANII) se marca un incremento de 166 millones de pesos uruguayos (3.913.208 dólares) a 194 millones de pesos uruguayos anuales entre 2021 y 2024 (unos 4.575.431 dólares) por concepto de “subsidios y subvenciones de funcionamiento”, pero, al mismo tiempo, una disminución de 787 millones de pesos (USD 18.500.000) en 2020 a 444 millones (USD 10.471.606) para el período 2021-2024 en el renglón que corresponde a “subsidios y subvenciones en inversiones”, afirma el portal “La Diaria Ciencia”.
Otras de las instituciones y organismos de ciencia y tecnología de Uruguay son el Parque Científico y Tecnológico de Pando, con una caída del 50% de su presupuesto; el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba), con un presupuesto igual al período anterior; el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), con congelamiento presupuestario; la Universidad de la República (Udelar) con presupuesto congelado; la Dirección Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología, con un recorte del 15%.