Un estudio publicado recientemente en el International Journal of Disaster Risk Reduction discute la gobernanza de los incendios forestales en la frontera trinacional del sudoeste de la Amazonia con la participación de representantes locales. La región, conocida como MAP, abarca Madre de Dios, Perú; el Estado de Acre, Brasil; y Pando, Bolivia.
“Viviendo en Acre, tenemos poco o ningún protagonismo, especialmente cuando se trata del medio ambiente. Vemos científicos de otras regiones e incluso de otros países hablando de la Amazonía, llamando la atención sobre el tema, pero nosotros, que vivimos aquí, nos mantenemos al margen de esta gobernanza. Llevar esta mirada local a las vulnerabilidades y capacidades de la región es un punto muy positivo de nuestro estudio”, dice la socióloga Gleiciane Pismel, colaboradora del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden) y primera autora del artículo.
Basado en una encuesta en línea, realizada durante la pandemia de COVID-19 (entre 2020 y 2021), el trabajo muestra que el 60% de los 111 encuestados consideraron la deforestación como la principal causa de incendios forestales que afectan a la Amazonía, seguida por el uso del fuego en la gestión agrícola (58%) y las sequías (39%).
La percepción está en línea con los resultados de estudios recientes sobre el tema. El aumento de los incendios forestales, asociado al avance de la deforestación, ha sido una de las amenazas para la conservación de la Amazonía y su sociobiodiversidad (lea más en: agencia.fapesp.br/40164/ y agencia.fapesp.br/39913).
Los entrevistados -gestores públicos, científicos y representantes del tercer sector- también señalaron como principales vulnerabilidades en la gobernanza para contener los impactos del incendio en la región las deficiencias en las instituciones y organismos de control, asociadas a la reducción de empleados y limitación de recursos financieros.
Debilitamiento de instituciones
Además del debilitamiento de las instituciones, las inestabilidades de las políticas públicas nacionales y locales aparecieron como un fracaso en la gobernanza. En gran medida, estas acciones sólo reflejan propuestas de medidas nacionales sin observar las peculiaridades de cada lugar. Otros puntos de atención son la falta de participación comunitaria y los aspectos socioculturales del uso del fuego, especialmente en áreas de pastoreo y agrícolas cercanas a áreas de preservación ambiental.
“Uno de los elementos de mayor riesgo para los servicios ecosistémicos, además de la deforestación, es el tema de la degradación por incendios, la tala selectiva y el efecto borde asociado a la entrada del fuego en el bosque, como mostramos en Science. Por otro lado, hay un número muy limitado de estudios que evalúan la gobernanza, específicamente asociada a los incendios, un tema creciente, emergente y urgente que la Amazonía ha estado enfrentando. En este sentido, buscamos reunir un equipo multidisciplinario y transfronterizo para analizar el tema”, dijo a Agência FAPESP Liana Anderson, investigadora del Cemaden y autora correspondiente del artículo.
Anderson se refiere al estudio “los impulsores e impactos de la degradación de la selva amazónica”, que fue uno de los aspectos más destacados de la portada de la edición de finales de enero de la revista Science. Reveló que aproximadamente el 38% del área actual de la Amazonía sufre algún tipo de degradación causada por cuatro factores: incendios, tala selectiva (en su mayoría ilegal), efectos de borde (que son cambios en las regiones forestales cercanas a las zonas deforestadas) y sequías extremas, cada vez más frecuentes debido al cambio climático (lea más en: agencia.fapesp.br/40568/).
Desarrollado en el marco del proyecto MAP-FIRE, el estudio sobre gobernanza de incendios forestales fue apoyado por la FAPESP a través del Centro de Investigación para la Innovación en Gases de Efecto Invernadero (RCGI) y la Beca en el Extranjero – Investigación otorgada al investigador del Cemaden Victor Marchezini , que desde 2004 trabaja en el área de sociología de desastres, buscando involucrar a las comunidades locales en la prevención de desastres ambientales.
El RCGI es un Centro de Investigación en Ingeniería (CPE) compuesto por la FAPESP y Shell de la Universidad de São Paulo (USP).
Proyecto de investigación
El proyecto MAP-FIRE, creado en marzo de 2019 y vinculado al Laboratorio de Ecosistemas Tropicales y Ciencias Ambientales (Árboles), ha estado desarrollando un plan de adaptación multiactor para hacer frente a los bosques con mayor riesgo de incendios extensivos, particularmente en la región conocida como MAP. Se desarrolló una investigación para conocer los riesgos de desastres, así como una plataforma de monitoreo y alerta para apoyar la planificación y toma de decisiones relacionadas con la ocurrencia de incendios en el área.
“La investigación analiza a los actores que están en el territorio fronterizo. Involucra a representantes de organizaciones no gubernamentales, gestores públicos de la región, así como científicos interdisciplinarios y transdisciplinarios de Brasil, Perú y Bolivia como actores participantes en las discusiones sobre gestión de riesgos. Los desastres registrados allí no respetan las fronteras políticas y administrativas, y es necesario pensar en métodos inter y transdisciplinarios para crear y fortalecer acciones de mitigación de riesgos”, explica Marchezini, quien actualmente es becario posdoctoral, con apoyo de la FAPESP, en el Centro de Riesgos Naturales de la Universidad de Colorado-Boulder.
Sin gobernanza
En el trabajo, el grupo analizó las percepciones sobre vulnerabilidades y capacidades en la gobernanza de incendios forestales en la región MAP bajo cuatro ejes: conocimiento de riesgos; Monitorización; educación y comunicación; y prevención y respuesta en casos de desastre. Las vulnerabilidades y capacidades se evaluaron en ocho dimensiones: económica, educativa, ambiental, organizacional, política, legal (legal), sociocultural y tecnológica.
El diseño de la investigación tuvo como punto de partida un taller en línea realizado durante la pandemia con 668 participantes de los tres países. “Cuando miramos un problema socioambiental, tenemos que tener diferentes perspectivas. Y eso es lo que aporta el proyecto MAP-FIRE y este artículo. Además de ser un equipo multidisciplinario, tenemos investigadores de tres países, entre ellos Galia Selaya, que es de Bolivia, y Eddy Mendoza, de Perú”, dice Pismel.
Además del compromiso de los servicios forestales ecosistémicos y la pérdida de biodiversidad, los incendios forestales pueden convertirse en desastres transfronterizos debido principalmente a los efectos del humo que cruza las fronteras, comprometiendo la salud humana, interrumpiendo el transporte y afectando a la economía regional.
Las micropartículas de hollín, fácilmente inhalables, contribuyeron, por ejemplo, al aumento de los ingresos hospitalarios por problemas respiratorios en cinco estados de la Amazonía Legal brasileña entre 2010 y 2020. Una nota técnica de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), publicada en marzo de 2021, señaló que en el período hubo 174 ingresos hospitalarios diarios por enfermedades del sistema respiratorio en Pará y 57 por día en Mato Grosso.
Los incendios también generaron un alto costo para el Sistema Único de Salud (SUS), y el monto gastado en los cinco estados con hospitalizaciones de alta y baja complejidad alcanzó R$ 1 mil millones en el período.
Alternativas
Según los investigadores, un camino hacia una mejor gobernanza frente a los incendios en la percepción de los participantes pasa por el fortalecimiento de las capacidades organizativas, a través de inversiones adecuadas a los temas socioambientales de acuerdo con la realidad de cada país y región del MAP, así como la necesidad de aumentar el capital humano de las organizaciones desde un punto de vista cuantitativo y cualitativo.
En Brasil, las defensas civiles municipales están compuestas por una o dos personas, la mayoría por indicación política, sin apreciación profesional. La mayoría de los municipios tampoco cuentan con el presupuesto para llevar a cabo acciones de gestión del riesgo de desastres.
Formular políticas públicas y leyes que tengan en cuenta la realidad local, distribuyendo responsabilidades y recursos entre los niveles nacional, regional y municipal, es otra necesidad destacada por los investigadores.
“Las personas que viven en la región, expuestas al fuego o que lo utilizan, terminan no participando en ningún sistema de gobernanza que les ayude a tomar decisiones o estar mejor informadas. Mejorar la integración entre las instituciones y la calidad de la comunicación dentro y entre ellas puede ayudar. Así como la educación ambiental y la necesidad de llevar el tema del fuego al currículo escolar, conectando muy claramente con la realidad de las personas que viven allí”, dice Anderson.
Para ayudar a llenar el vacío en el material educativo, los investigadores produjeron un libro de texto, orientado a la formación docente, disponible en línea.
“El material fue una forma de llevar el tema al aula, especialmente en el contexto en el que vivimos con el fantasma mundial de las noticias falsas. En Brasil, tuvimos una pérdida de infraestructura, capacidades organizativas y, al mismo tiempo, hubo un debilitamiento del conocimiento con información falsa. Cuando este tipo de información se difunde en la sociedad, es muy difícil recuperar no solo la confianza en las instituciones que producen información y ciencia, sino también el pensamiento inverso. A veces llega información falsa, pero la contraparte no va con la misma velocidad”, concluye Anderson.
El artículo Gobernanza de incendios forestales en una frontera trinacional del suroeste de la Amazonía: Capacidades y vulnerabilidades se puede leer en: www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2212420923000092.
Luciana Constantino | Agência FAPESP.
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