En una entrevista concedida, Santos afirmó que Brasil y China pueden aprovechar los puntos fuertes del otro en algunos sectores tecnológicos, como el caso de la aviación brasileña o la industria de la tecnología de Internet china.
China es un socio clave en la industrialización de la ciencia y la tecnología brasileñas, aunque la relación en este campo todavía puede profundizarse y aumentar mucho más, según explicó a Xinhua la ministra de Ciencia y Tecnología de Brasil, Luciana Santos.
En una entrevista concedida, Santos afirmó que Brasil y China pueden aprovechar los puntos fuertes del otro en algunos sectores tecnológicos, como el caso de la aviación brasileña o la industria de la tecnología de Internet china.
“Sin duda, China es un socio clave en la industrialización de la ciencia y la tecnología brasileñas. El intercambio de experiencias será fundamental en este proceso”, dijo Santos, quien no descartó crear un grupo de trabajo entre ambos países para poder ampliar esta cooperación.
“Una posibilidad es evaluar la viabilidad de formar un grupo de trabajo bilateral específico sobre este tema, que también reúna a otros departamentos del Gobierno brasileño involucrados en la industrialización. Puede ser, por ejemplo, un foro de intercambio de experiencias en políticas públicas de innovación, incentivos fiscales, compras públicas o pedidos tecnológicos”, comentó.
Dos gigantes que se acercan desde la Ciencia y la Tecnología
La funcionaria brasileña recordó que “China y Brasil han profundizado su relación durante estas cuatro décadas” en el aspecto tecnológico, con notables éxitos de cooperación.
“Tuvimos buenos resultados, como los satélites de la serie CBERS, el Centro de Innovación en Nanotecnología Brasil-China, la cooperación en el área de energía y clima y también en el área de uso del bambú, en matemáticas y en emprendimientos innovadores. El resultado es muy positivo, pero todavía hay mucho espacio para la cooperación científica y tecnológica entre Brasil y China”, agregó.
Santos enfatizó que “los desafíos globales de hoy, especialmente con respecto al cambio climático, nos impulsan a desarrollar tecnologías para resolver los muchos problemas que tenemos en común. La relación bilateral consolidada en ciencia y tecnología sin duda nos ayudará a profundizar y ampliar proyectos conjuntos”.
Cooperación
En este sentido, dejó claro que “con respecto a China, el Gobierno brasileño tiene la intención de continuar y fortalecer la cooperación, no solo por la asociación de hace tiempo, sino también porque China, como Brasil, es un actor global, con problemas similares, cuyas soluciones pasan por la producción de conocimiento y para el desarrollo de productos y procesos innovadores”.
Uno de los campos que tiene más futuro en la cooperación científica y tecnológica entre Brasil y China es el medioambiental, en la lucha contra el cambio climático, en la que ambos países juegan un papel clave a nivel mundial.
“Brasil y China tienen una historia relevante de cooperación en el área de cambio climático, a través del Centro Brasil-China de Cambio Climático y Tecnologías Innovadoras para la Energía, liderado por la Universidad Federal de Rio de Janeiro en Brasil, con apoyo del Gobierno, y de la Universidad de Tsinghua en China. Pretendemos ir más allá con este organismo y fomentar otras iniciativas en estas áreas estratégicas”, explicó.
Campos en común
Para Luciana Santos, “estos son campos en los que la ciencia y la tecnología realizan contribuciones fundamentales para mejorar la calidad de vida de los brasileños y los chinos”.
“Cabe señalar que la preservación medioambiental debe contar con la participación de las comunidades locales, para que la ciencia, a través de la generación de conocimiento y desarrollo de tecnologías, contribuya a la generación de empleo e ingresos para estas comunidades, por el uso responsable y eficiente de los recursos naturales, de forma sostenible”, señaló.
En este sentido, resaltó que “el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil y sus unidades vinculadas tienen buenos ejemplos en este sentido y la asociación chino-brasileña también puede ampliarse en este campo”.
Por último, la ministra brasileña se refirió a posibles incentivos hacia las empresas chinas, afirmando que el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil tiene algunos programas importantes para incentivar la innovación, dirigidos a las empresas. “Dichos incentivos están dirigidos a empresas nacionales, que pueden ser de origen chino”, subrayó.
“Además, existen convocatorias públicas de innovación que involucran apoyos a las empresas, como las de la Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP) y la Empresa Brasileña de Pesquisa e Innovación (Embrapii). Estos serían sólo los programas y acciones que están dentro del ámbito de actuación del Ministerio”, concluyó.