El presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia, Ildeu de Castro Moreira, cuestionó con dureza al Gobierno de Jair Bolsonaro, por el brutal ajuste presupuestario que está atravesando el sistema científico de ese país.
A pesar que el 11 de septiembre, el Ministerio de Educación anunció que reanudaría unas 3.000 becas de investigación que habían sido recortadas por el gobierno federal, Moreira evaluó la situación generalizada como de “desmantelamiento”.
Es que unas 84,000 becas de investigación se reducirán en los próximos meses, e instituciones como el Consejo Nacional para el Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), Coordinación de Mejoramiento del Personal de Educación Superior (Capes) y el Financiero de Estudios y Proyectos (Finep) vieron que sus presupuestos se redujeron drásticamente.
Brasil es el país que mas recursos invierte en ciencia y tecnología de América Latina. Según la Red de Indicadores en Ciencia y Tecnología (RiCyT) sigue siendo Brasil el país de la región que más invierte en el área, aún cuando el gasto en investigación y Desarrollo cayó desde 2015 a la actualidad del 1,34% del PBI al 1,27%.
Hoy en día la inversión latinoamericana en Investigación y Desarrollo representa apenas el 3,1% del total mundial, valor que no tuvo cambios desde 2007.
Pero, además, América Latina se caracteriza, por un fenómeno de concentración en el cual Brasil, México y Argentina, representan el 86% de su inversión total.
Para Moreira la situación es, igualmente, dramática. En una entrevista para la revista Giz, el físico y presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC) se mostró indignado por el tratamiento que el gobierno actual hace del sector.
Durante la entrevista, Moreira remarcó que El gobierno de Bolsonaro “no puede ver la ciencia y la tecnología como inversiones”. Para el referente científico del país Bolsonaro “no admite que, para salir de la crisis, es esencial invertir en producción científica”.
“Es una visión económica y muy, muy refractaria. No escucha a los expertos, no debate abiertamente con la población y de hecho, ni siquiera tiene un proyecto nacional, para reducir las desigualdades, para avanzar en la producción industrial, que ha estado cayendo bruscamente”, denunció Moreira.
Para el investigador “lo único que se predica es el ajuste fiscal a través de recortes en las inversiones sociales. Al descuidar la educación y la ciencia, El gobierno mata la oportunidad de salir de la crisis”.
Moreira manifestó que la mirada de Bolsonaro es “una visión estrecha, la idea de que Brasil es un proveedor de materia prima no industrializada”.
Amazonas
Moreira también se refirió a la situación en el Amazonas, tras el escándalo internacional por los incendios que están destruyendo la biodiversidad.
“Si el Amazonas está aún más amenazado, podría caer en una situación de colapso irreversible, por falta de comprensión de lo que significa”, dijo Moreira.
Además, agregó que “solo se ha estudiado alrededor del 5% de la biodiversidad de la selva amazónica y si la población no es escuchada y preservada, perderemos una oportunidad gigantesca de saber lo que todavía hay”.
Argentina
Moreira también se refirió a la situación en Argentina, con relación al presupuesto para la ciencia y la tecnología. “En las décadas de 1950 y 1960, y poco después, durante la dictadura, sucedió algo similar en Argentina. Argentina era una ciencia de alto nivel, competía con países más avanzados, fue un ejemplo para nosotros”.
Sin embargo la inversión en ciencia “ha disminuido y hasta el día de hoy no se ha recuperado. Ya no es una prioridad nacional allí”, dijo el investigador brasileño.
“Pero nuestra comunidad científica es grande y tiene una gran capacidad de adaptación. Ha vivido otros problemas y no renunciará tan fácilmente a lo que ha logrado hasta ahora. Necesitamos grandes proyectos nacionales, pero debemos luchar para no perder lo que ya hemos avanzado”, manifestó Moreira.
Para cerrar aseguró que “no tenemos la ilusión de que el presupuesto científico volverá a crecer a niveles de crecimiento de los últimos 15 años, o al presupuesto 2013, que fue el mejor. En este escenario de emergencia, lo que queremos es que el presupuesto científico vuelva a 2017, antes de que los cambios sean tan impactantes”.