El secretario general de la ONU, António Guterres, criticó hoy a los países desarrollados por haber creado una “reserva” de vacunas contra el coronavirus y les pidió que compartan esos medicamentos con el resto del mundo, para ayudar a poner fin a la pandemia.
“Estoy muy preocupado por esta distribución tan injusta de vacunas”, afirmó Guterres en una entrevista con la televisora canadiense CBC, según la agencia de noticias AFP.
El funcionario sostuvo que “es de interés de todos asegurarse de que, tan pronto como sea posible y de manera justa, todos se vacunen en todas partes y que las vacunas sean consideradas un bien público verdaderamente mundial”.
Guterres deploró el “interés propio” de los países ricos por acumular existencias de vacunas más allá de las necesidades de sus poblaciones porque, a su juicio, “no tiene sentido”.
“Hemos estado pidiendo a los países desarrollados que compartan algunas de las vacunas que compraron y en muchas situaciones compraron más de lo que necesitan”, dijo.
El diplomático portugués lamentó que el mecanismo internacional Covax, de ayuda en el suministro de vacunas a países desfavorecidos, esté teniendo “dificultades” porque “hubo mucho acaparamiento”.
Los países señalados son Estados Unidos, China, Reino Unido, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Italia, Rusia, Alemania, España y Canadá, que se quedaron con el 95% de lo que se produjo de vacunas hasta hoy. Si esa tendencia se mantiene, en varios países calculan que las naciones pobres o subdesarrolladas no tendrán acceso generalizado hasta la mitad de 2023.
Advirtió que poner fin a la pandemia “depende mucho de tener la posibilidad de vacunar lo más rápido posible a la población de todo el mundo” y se pronunció a favor de un plan mundial de vacunación que sea impulsado por el G20, el grupo de los 20 países más poderosos.
Con respecto al debate acerca de los pasaportes de vacunación que propugnan algunos países, Guterres señaló que antes de tomar cualquier decisión debería haber un debate serio para garantizar la equidad y la cooperación global efectiva.
“Lo peor sería que algunos países lo tuvieran y otros no; sería devastador si eso significara que la gente podría moverse dentro del mundo desarrollado pero no dentro del mundo en desarrollo”, opinó.