La prestigiosa revista científica estadounidense Science ha publicado un artículo crítico sobre las consecuencias de las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei en el sector científico de Argentina, con un foco particular en los efectos sobre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). El informe subraya que, debido a los recortes presupuestarios y la austeridad impuesta por la administración de Milei, aproximadamente el 9% de los científicos del CONICET, unos 1.000 empleados, han abandonado sus puestos en menos de un año, lo que ha desestabilizado gravemente el panorama científico del país.
Science, una de las publicaciones científicas más influyentes del mundo, detalla en su artículo cómo los recortes en el presupuesto del CONICET y otras instituciones científicas clave han provocado una «fuga de cerebros» y una migración de científicos hacia el extranjero, generando una crisis en la comunidad académica argentina. Para muchos, las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Milei han sido calificadas como un «cienticidio», dado que han provocado la pérdida de talento y una creciente desmoralización en los investigadores que permanecen en el país.
La promesa de austeridad y el impacto sobre el CONICET
El artículo de Science destaca que el gobierno de Milei asumió con la promesa de reducir el gasto público y reestructurar organismos como el CONICET, al que el presidente calificó de «improductivo» y llegó a sugerir que podría ser cerrado. Aunque el cierre definitivo del CONICET no se materializó, el informe revela que la plantilla del organismo se redujo drásticamente, pasando de unos 11.800 empleados a aproximadamente 10.750 en menos de un año. Esta pérdida de personal ha afectado tanto a científicos experimentados como a jóvenes investigadores que estaban comenzando sus carreras en el país.
En palabras de Alejandra Capozzo, inmunóloga del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), «están destruyendo la actividad científica del país». Capozzo lamentó que, debido a la falta de recursos, se vio obligada a cerrar su laboratorio, advirtiendo que «la pérdida de capital humano será difícil de revertir». Su testimonio refleja una sensación de desesperanza compartida por muchos otros científicos que, debido a los recortes, se han visto forzados a abandonar la investigación en Argentina.
Fuga de cerebros y éxodo de jóvenes talentos
El artículo de Science también recoge testimonios de científicos jóvenes que han tomado la difícil decisión de emigrar debido a la falta de oportunidades. Alejandro Díaz-Caro, experto en computación cuántica, es uno de los casos emblemáticos. Después de perder el financiamiento para su investigación en Argentina, Díaz-Caro aceptó un puesto temporal en Francia. «Volví con el programa Raíces y me voy con el programa ‘motosierra’», comenta en alusión a la política de ajuste que afecta a la ciencia argentina. Díaz-Caro ayudó a varios de sus estudiantes a trasladarse a instituciones en el extranjero, y deja claro que no tiene intención de regresar: «No volveré a Argentina».
Otro caso citado por Science es el de Luis Moyano, especialista en inteligencia artificial, quien regresó a Argentina en 2019 con la esperanza de contribuir al desarrollo científico del país, pero ahora se encuentra buscando trabajo en España. Moyano denuncia que «el gobierno parece decidido a desvalorizar gran parte de la actividad científica», refiriéndose a las políticas de recorte y ajuste que han desalentado a muchos científicos.
Datos alarmantes sobre la disminución del empleo científico
Además de los testimonios individuales, Science incluye datos de diversas fuentes, como el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI), que estima que el empleo en el sector científico público argentino ha disminuido un 3,6% desde diciembre de 2023. Este descenso en el empleo científico está acompañado de una creciente preocupación por la pérdida de investigadores en distintas áreas del conocimiento.
Jorge Geffner, microbiólogo de la Universidad de Buenos Aires, describe la situación como una «catástrofe» para la ciencia argentina. «El 40% de los científicos de mi departamento están emigrando», afirma Geffner, resaltando el impacto de los recortes y la falta de recursos en la capacidad del país para mantener su talento científico.
Un panorama preocupante para la ciencia en Argentina
El artículo de Science refleja una situación alarmante para el ámbito científico argentino, que atraviesa un momento crítico debido a las políticas de austeridad impulsadas por el gobierno de Javier Milei. La pérdida de científicos y la migración de jóvenes talentos hacia otros países ponen en riesgo el desarrollo de la investigación y la innovación en Argentina, un país que históricamente ha tenido una destacada tradición en la ciencia y la tecnología.
A medida que la crisis se profundiza, muchos investigadores temen que la brecha en la capacidad científica del país se haga insostenible. Las voces de científicos como Capozzo, Hurtado, Díaz-Caro, Moyano y Geffner subrayan el impacto devastador de las políticas gubernamentales, que no solo afectan la calidad de la ciencia en Argentina, sino que también amenazan con frenar el progreso en áreas clave para el desarrollo social y económico del país.
En este contexto, los testimonios y las cifras presentadas en Science invitan a una reflexión profunda sobre las consecuencias a largo plazo de las políticas de ajuste y austeridad en la ciencia, y sobre la necesidad urgente de buscar alternativas que garanticen el sostenimiento del talento científico y la innovación en Argentina.