La petrolera brasileña Petrobras anunció que estudia, en asociación con la noruega Equinor, la construcción de un parque eólico marítimo (“offshore”) con capacidad instalada para generar 4 gigavatios (GW), casi la tercera parte de lo que produce la gigante hidroeléctrica Itaipú (14 GW).
La mayor empresa de Brasil informó en un comunicado que las dos petroleras ya iniciaron los respectivos estudios de viabilidad ambiental para la construcción del parque eólico en la cuenca marina de Campos, en el océano Atlántico, frente al litoral del estado de Río de Janeiro y en donde Petrobras ya explota varios yacimientos de hidrocarburos en aguas profundas.
Aracatu
El parque, que estaría ubicado en Aracatu y a unos 20 kilómetros de la costa, es fruto de una asociación que las dos empresas firmaron en 2018 para desarrollar proyectos de energías renovables.
La iniciativa está en “línea con la estrategia de Petrobras de reducir sus emisiones operacionales (de gases contaminantes) y desarrollar oportunidades de negocios de menor intensidad de carbono”, según el comunicado de la compañía, que es controlada por el Estado, pero tiene acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid.
El proyecto está previsto en el Plan Estratégico de Petrobras para el quinquenio 2022-2026.
“El potencial brasileño para la generación de energía eólica ‘offshore’ ofrece oportunidades prometedoras para la diversificación de la matriz energética del país”, afirmó el director de Relaciones Institucionales y Sustentabilidad de Petrobras, Rafael Chaves, citado en el comunicado.
Según Petrobras, tal potencialidad obedece a que, pese a usar la misma tecnología de generación eólica con torres en tierra, la generación en alta mar opera con “equipos de gran dimensión y entrega grandes volúmenes de energía”.
Pese al enorme potencial de Brasil en esta área, ya que estudios indican que el país puede generar hasta 700 gigavatios de energía eólica en alta mar, el Gobierno aún no ha reglamentado este sector y las normas para permitir la producción en torres en alta mar aún están siendo discutidas por el Ejecutivo y el Legislativo.
Uruguay, que no ni no
Uruguay también tiene en carpeta instalar parques eólicos en el mar, con foco en la producción de hidrógeno verde. Se trata de proyectos de hasta US$3.000 millones se destinarán a la producción hidrógeno verde o derivados.
Para el segundo semestre la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) de Uruguay realizará un primer llamado internacional con el objetivo de asignar seis áreas para la instalación de parques eólicos marinos, enfocados en la producción a gran escala de hidrógeno verde o derivados para la exportación de energía, reveló Santiago Ferro, gerente de Transición de la entidad.
Ya en 2022 se delinearon 10 parques offshore, de los cuales se optó licitará solo una parte dada la recomendación del Banco Mundial de concretar una primera oferta para posicionar a Uruguay en este ámbito sin el riesgo de saturar el mercado.
3 GW
Las áreas definidas en el mar tienen un potencial de producción de 3 GW de energía, mientras que la capacidad de producción de hidrógeno equivale a 200.000 toneladas por año.
De acuerdo con Ancap desde el punto de vista técnico desde el año pasado está todo listo para avanzar y que ahora “todo acordado con el Poder Ejecutivo y siguiendo el trámite administrativo” para concretar la licitación, según expuso el presidente de la entidad, Alejandro Stipanicic.
Para ello, en la ley de Rendición de Cuentas de 2021 se definió la ampliación de las atribuciones legales de Ancap para la producción, distribución, comercialización, importación y exportación de hidrógeno verde y derivados (combustibles sintéticos, metanol, amoníaco, líquidos orgánicos portadores de hidrógeno, entre otros) en régimen de libre competencia. Ferro al detallar la oferta indica que “hablamos de hidrógeno o derivados, de la posibilidad de generar la energía en el mar, pero producir el hidrógeno en tierra o puede ser todo enfocado en el mar. Esa flexibilidad es justamente una de las fortalezas del proyecto y es de las cosas que más le interesa a los desarrolladores”, apuntó durante una conferencia.
Detalles de la licitación
Las áreas marinas serán dispuestas en forma gratuita y se estima que la concreción de los proyectos requerirá inversiones entre US$2.000 y US$3.000 millones, y que están atados a una demanda de productos asegurada previamente. Uruguay definirá exigencias de cumplimiento de planes de trabajo y de normativas ambientales.
El modelo de contrato incluirá distintas etapas de investigación y análisis, para que las empresas de energía realicen estudios de factibilidad y puedan evaluar el potencial de las áreas. Los períodos de evaluación se podrán extender entre 2 y 10 años, antes que una empresa tenga que decidir si pasa a una etapa de inversión y desarrollo para producir en el área adjudicada. Eventualmente Ancap podría asociarse a un proyecto cuando se presente un plan de desarrollo.
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