Periferia

17 de Marzo de 2020

En Iberoamérica creció el número de investigadores, pero la inversión sigue siendo baja

Los últimos 20 años la cantidad de científicos creció un 143% en la región, pero la inversión por investigador sigue muy debajo del promedio mundial. La Argentina post Macri, a la retaguardia.

Un relevamiento del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad, perteneciente a la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI), reveló que la inversión iberoamericana por investigador, continúa estando debajo de la media mundial, a pesar que creció en un 143% el número de personas que ingresaron al sistema de ciencia y tecnología para hacer investigación, en los últimos 20 años.  

Entre las conclusiones del estudio se alerta sobre la posibilidad de un colapso de los sistemas de ciencia y tecnología por esta situación de no complementariedad entre el crecimiento del número de investigadores y la inversión, en Iberoamérica.

El estudio, que sistematiza datos extraídos de la Red Iberoamericana en Ciencia y Tecnología (RICyT), establece que en los últimos 20 años creció la inversión general en Investigación y Desarrollo (I+D), aunque el gasto por investigador en Iberoamérica continúa bajo, en términos relativos, con el contexto global.  

Los casos de la región son diversos, pero los países más destacados en la inversión por investigador son Brasil y México, donde la inversión en I+D supera los 200 mil dólares por investigador anuales, cercano al promedio mundial. La cifra es de las más altas del continente, “pero aún lejos de los países desarrollados”, revela el informe.  

Si se toma a Iberoamérica el estudio resalta que el “gasto” en I+D (PPC) por investigador (EJC) de la región es de 182.720 dólares, mientras que a nivel mundial esa cifra trepa a 242.458 dólares; y en Europa y Estados Unidos llega a los 295.866 dólares.  

De los países del continente son sólo México y Brasil los que se acercan a la media mundial, pero siguen aún muy lejos del promedio de los países con fuerte desarrollo de I+D. Allí la inversión trepa a 281.230 dólares y a 234.290 dólares por investigador, respectivamente.

Por su parte, Argentina tiene una inversión de 96.130 dólares, con una fuerte contracción y una pérdida en la escala internacional, marcada por los últimos años del gobierno de Mauricio Macri. 

Junto a Portugal, el país integra la lista de aquellas naciones donde el gasto en I+D por investigador es menor a los 100 mil dólares por investigador anuales, lo que los acerca a la mitad del promedio regional. 

El retraso en la inversión por investigador dejó a Argentina muy detrás de países como Uruguay (con 160.290 dólares); Chile (con 174.590 dólares) o Costa Rica (con 189.960 dólares por investigador).

Aumento de la cantidad de investigadores 

Según los datos del OICTS, en Iberoamérica, el número total de investigadores pasó de 202.769 a 492.680. “Para explicar ese crecimiento del 143% es necesario tener en cuenta la cantidad de investigadores en relación con la población económicamente activa”, explica el informe.

El informe revela que, en el mismo período, la población de los países iberoamericanos se expandió un 15%, y que el número de investigadores a nivel mundial creció un 97%.

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Informe de Coyuntura número 7, de la RiCyT.

Estimaciones del Instituto de Estadística de UNESCO muestran que en 1998 estaban activos a nivel mundial más de cuatro millones y medio de investigadores (medidos en equivalencia a jornada completa). Sin embargo esa cifra, en 2017, trepó hasta superar los nueve millones.

Para el OICTS, en buena parte de este periodo, “se produjo un rápido crecimiento económico de la región que facilitó este proceso de expansión de la base científica”. 

¿Colapso de los sistemas científicos? 

El informe de la OICTS se pregunta si son sustentables los sistemas en los que crece el número de investigadores pero no se complementa con el acompañamiento de la inversión.

Es que varios autores sostienen que la expansión del número de investigadores generaría un colapso de la actividad científica, ya que la imposibilidad de un crecimiento acorde del financiamiento implica una caída acelerada de la “productividad” y de la “originalidad”.  

Si bien Iberoamérica ha sido una de las regiones, a nivel mundial, de mayor crecimiento en la inversión en I+D entre 1998 y 2017, “es importante prestar atención a la relación de la inversión con el número de investigadores”, afirma el informe. 

“Mientras que la cantidad de investigadores creció de manera relativamente lineal en 20 años, la inversión en I+D mostró altibajos”, afirman desde la OICTS. “Hasta 2005 la inversión creció menos que la base científica, luego tuvo un periodo de expansión mayor hasta 2015. La retracción económica de los últimos años puede ser un problema para el desarrollo de la actividad de un número creciente de investigadores con recursos más escasos”. 

Fuente de los indicadores

Para el relevamiento fueron utilizados los datos extraídos de Personas de Ciencia y Tecnología (EJC), el Gasto en Investigación y Desarrollo (I+D), Gasto en I+D por investigador, Cantidad de investigadores y gasto por investigador a nivel mundial.

Las referencias son datos tomados de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RiCyT) y la UNESCO. Los mismos se pueden consultar en las siguientes direcciones: 

Personas de Ciencia y Tecnología (EJC); Gasto en I+D por Investigador: www.ricyt.org

Cantidad de investigadores y gasto por investigador a nivel mundial: http://data.uis.unesco.org/ 

El informe completo, en: http://octs-oei.org/coyuntura/coyuntura07.html

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