Estudiantes universitarios y docentes de Ecuador se unieron en una protesta en la ciudad de Quito contra el recorte en el presupuesto del sector para 2022.
Es que el Gobierno del presidente Guillermo Lasso, en el poder desde mayo, planea destinar casi 1.170 millones de dólares a la educación superior en 2022, lo que representa una baja de alrededor de 78 millones (un 6%) respecto del presupuesto de 2021.
Fue justamente esa rebaja una de las razones por las que Congreso devolvió al Ejecutivo proyecto de presupuesto general.
“Nos hemos movilizado para exigir al gobierno nacional que entregue presupuesto digno para la educación”, dijo a la agencia AFP el presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE), Mauricio Chiluisa.
La FEUE estima que los recortes en el presupuesto para las universidades llegarán a “117 millones de dólares”, lo que, en opinión de Chiluisa, “afectará la oferta académica, a la infraestructura, al pago de docentes, y también afectará a las becas y ayudas económicas”.
El recorte “significará que más jóvenes se queden sin educación superior”, lamentó el líder estudiantil.
Cerca de 400 manifestantes, de acuerdo con estimaciones de la policía, caminaron desde la sede de la estatal Universidad Central del Ecuador hasta las cercanías del Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, custodiada por la Policía.
Con carteles en los que se leía “Si nos recortan el presupuesto nos recortan el futuro” y al grito de “presupuesto para la educación y no para la corrupción”, los estudiantes y maestros expresaron sus temores en torno a una rebaja en el monto asignado para educación.
La Asamblea Nacional, dominada por la oposición, le pidió al gobierno que “revise las asignaciones a los sectores de educación y salud” o que procure “compensaciones, que aseguren a las universidades y escuelas politécnicas ampliar los cupos para nuevos estudiantes (…) así como para reactivar la investigación”, según un comunicado del Legislativo.