Al participar en un evento entre ambos países por las tres décadas de esa agencia, Solá subrayó que esta es “un modelo mundial y una responsabilidad enorme” y recordó que nació en 1991 por factores determinantes: decisión política, conciencia estratégica, visión de futuro y la palabra más difícil, confianza.
Solá recordó que en el nacimiento de esta propuesta, a través del Acuerdo de Guadalajara, Argentina y Brasil renunciaron al desarrollo, producción, adquisición y uso de las armas nucleares, abriendo camino para la consolidación de una América Latina y el Caribe como región de paz, y primera zona libre de armas nucleares en el mundo.
“Es cierto que ahora vivimos tiempos difíciles, pero también lo eran en 1991, tiempos políticamente y económicos difíciles para ambos países. Entonces quedó demostrado que en unidad se puede todo, es muy difícil que los sueños no lleguen si hay unidad, es difícil unirse pero tienen grandes recompensas posteriores”, sostuvo el canciller durante su discurso.
En el encuentro participaron además el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, Roberto Salvarezza y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves.
Asistieron también el presidente del Directorio de la Autoridad Regulatoria Nuclear, Agustín Arbor, y la directora de Seguridad Internacional, Asuntos Nucleares y Espaciales de la Cancillería, Gabriela Martinic.
Por la parte brasileña, estuvieron el ministro de Relaciones Exteriores Carlos Alberto França; el titular de la cartera de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y su par de Ciencia, Tecnología e Innovaciones, Marcos Pontes, entre otros funcionarios.
Creada el 18 de julio de 1991, la Agencia tiene como misión garantizar a Argentina, Brasil y a la comunidad internacional que todos los materiales e instalaciones nucleares existentes en los territorios de ambos países sean usados exclusivamente con fines pacíficos.