El director del prestigioso Instituto Finlay de Vacunas, de Cuba, Vicente Vérez Bencomo, anunció que los científicos y científicas del organismo avanzan en un segundo proyecto para hacer frente al avance de la pandemia de coronavirus.
Durante el encuentro semanal en el Palacio de la Revolución, junto al presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el investigador explicó que que la fase uno del ensayo clínico de Soberana, el primer candidato vacunal cubano contra la COVID-19, “marcha bien y hasta el momento solo se han constatado ligeros y comunes efectos adversos, como dolor de cabeza y en la zona del brazo donde se coloca la inyección”.
Vérez Bencomo informó que “se avanza rápidamente en un segundo candidato, estamos terminando la formulación esta semana, es una vacuna diferente, tiene el mismo antígeno de Soberana, pero es otra plataforma: la de vacunas conjugadas que nosotros tenemos”.
El investigador consideró que “está dando respuestas muy interesantes en animales también, y la vamos a mover aceleradamente para tratar de estar empezando ensayos clínicos en octubre”, afirmó.
La isla registra, al día de hoy, un acumulado de 4.032 infectados en el país desde que comenzó la pandemia, mientras que son 3378 las personas que se recuperaron y 94 los fallecidos por la enfermedad. Esto suma unos 657 pacientes activos, mayormente concentrados en La Habana.
Por tal motivo, en la última semana se estableció un endurecimiento de las medidas preventivas en toda la isla.
Ozonoterapia
Durante el encuentro el Instituto Finlay de Vacunas presentó, además, los resultados de un ensayo clínico con el uso de la ozonoterapia por vía rectal en pacientes confirmados con el SARS-CoV-2, que presentaban síntomas leves y moderados.
Según detalló la Doctora en Ciencias Sarahi Mendoza Castaño, directora de Investigación, Desarrollo e Innovación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, se evidenció que «la asociación de la ozonoterapia con el tratamiento convencional de la COVID-19 incrementó en un 40 por ciento el número de pacientes con la prueba PCR negativa al quinto día».
Asimismo, se logró reducir la estancia hospitalaria en 3,5 días como promedio por paciente. La ozonoterapia, apuntó, resultó segura, bien tolerada y no se produjo ningún incidente de bioseguridad.
Esos resultados permitieron incorporar la ozonoterapia como opción de tratamiento coadyuvante en pacientes con PCR positivos persistentes, dentro del protocolo de actuación nacional para la COVID-19.
“Intensa actividad científica” en Cuba
Precisamente, sobre las más recientes modificaciones a ese protocolo de manejo clínico, la doctora Ileana Morales Suárez, directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública, añadió que se amplió la aplicación del Heberferón en el esquema terapéutico, así como el uso de plasma hiperinmune en pacientes con el PCR positivo al día 14 de su confirmación, todo ello fruto de estudios e intervenciones de médicos y científicos cubanos.
Al respecto de todo ese trabajo que se ha generado en el país tras la epidemia de la COVID-19, el Jefe de Estado consideró que “eso nos está dando como signo que hay una intensa actividad científica, alentada por buscar un enfrentamiento eficaz, seguro y soberano a la COVID-19; y nos está generando una dinámica científica”.
Comportamiento de la epidemia en la isla
En esta sesión de trabajo, el Doctor Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana, presentó también una actualización de los modelos de pronóstico sobre el comportamiento de la epidemia en Cuba, que confirman el descenso en la cantidad de casos activos, luego de alcanzar el pico del nuevo brote el 15 de agosto, con 634 confirmados y hospitalizados entonces.
Esa disminución, expresó, está siendo lenta, “si en cinco días subimos en más de 130 casos, en 11 solo hemos bajado un centenar”.
Para finales del mes de octubre, señaló, se pronostica que el número de casos activos esté sobre los 50, aún alto para lo que ha estado haciendo el país. La situación en Cuba está controlada en comparación con el mundo, consideró, aunque en los conceptos que nosotros hemos desarrollado esa cifra nos sigue pareciendo elevada.
Guinovart Díaz alertó que, en agosto, el 75 por ciento de los casos confirmados de la COVID-19 en Cuba comprende las edades de 20 a 59 años.
“Tenemos que seguir incrementando la eficiencia de las medidas para salir del rebrote en el menor tiempo posible”, dijo Díaz-Canel Bermúdez.
Hoy Cuba tiene 657 pacientes activos, luego del rebrote de mediados de agosto, por lo que el presidente Díaz-Canel se refirió a las nuevas medidas que se analizan para incrementar la restricción de movilidad en La Habana: “para ver si en 15 días nosotros logramos agotar, al máximo posible, el rebrote; e irnos alejando de los escenarios que dan comportamientos de cien o 50 casos activos hasta octubre”.
