Periferia

29 de Septiembre de 2025

Cada vez más científicos argentinos emigran a Brasil, Chile y Uruguay, desde que asumió Milei

Los países vecinos atraen talentos con programas de becas y salarios que triplican a los nacionales. Ya se percibe la migración. La pérdida de capital humano preocupa al sistema científico argentino.

Cada vez más investigadores argentinos son “seducidos” por países latinoamericanos como Brasil, Chile y en menor medida por Uruguay.

No se trata ya de una “fuga de cerebros” hacia Estados Unidos o Europa —algo histórico en la ciencia argentina— sino de un “fenómeno” que sucede desde hace al menos dos años a raíz de la crisis que enfrenta el sistema científico por razones presupuestarias (bajos sueldos, recortes para investigaciones y de becas, entre otros).

Los profesionales, altamente calificados, con estudios doctorales o postdoctorales o con becas, eligen migrar a países vecinos para continuar sus formaciones o desarrollar proyectos, con ingresos que triplican al que ofrece el sistema argentino.

Los convenios entre universidades e institutos extranjeros y argentinos son la puerta de salida más habitual. Los más requeridos son los especialistas en biomedicina, biotecnología, geología, datos e inteligencia artificial (IA).

El Diario La Voz del Interior recogió los testimonios de investigadores sobre este tema: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/cientificos-argentinos-cada-vez-mas-seducidos-por-brasil-y-por-chile-para-emigrar

Brasil, un destino seguro

El caso de Brasil es paradigmático: lanzó el Programa de Colaboración para Estudiantes de Posgrado del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) de Brasil que ofrece 14.662 vacantes en doctorados y maestrías para atraer a extranjeros.

Chile, también en la mira de los científicos argentinos ante el ajuste

Del otro lado de la Cordillera, Chile también se transformó en “un imán” para los científicos argentinos acorralados por el ajuste del gobierno de Javier Milei. Con universidades que pagan salarios altos y subsidios para proyectos estratégicos, ofrece una salida tentadora para investigadores con formación avanzada.

El país trasandino armó centros para investigaciones temáticas como el Centro Nacional de Excelencia para la Industria de la Madera (Cenamad) de Santiago, con beneficios económicos que arrancan con un piso de cuatro mil dólares, pero además cubre presencia a congresos internacionales y publicaciones.

La filiación sigue siendo Conicet o las universidades argentinas, pero pueden aplicar a proyectos de investigación y subsidios que no lo tienen disponibles en el país.

Sobre todo especialistas en ciencia de datos e IA, biotecnología, nanotecnología, tecnología satelital, y profesores calificados de entre 40, 50 años o más.

Captura de recursos calificados

Mientras Argentina no logra retener a sus investigadores, los países vecinos aprovechan. En el caso de los convenios bilaterales con Brasil, la diferencia también es evidente: mientras Argentina solo cubre los pasajes de los investigadores, el país vecino financia la manutención, la vivienda y los proyectos completos.

Gonzalo Sanz Cerbino, investigador de Conicet y secretario general adjunto de ATE-Conicet-Caba, denunció que los salarios perdieron un 36% del poder adquisitivo y la falta de financiamiento para proyectos de investigación.

“Estamos viendo con mucha preocupación este fenómeno de migración que aumentó aceleradamente en los últimos dos años”, manifestó.

El impacto se siente en todas las escalas: desde becarios doctorales hasta profesores de carrera media. Hoy, un investigador principal está cobrando entre un millón y un millón y medio de pesos. “Comparado con Chile, conviene irse”, opinó Sanz Cerbino.

Y añadió que los cupos de convocatorias se redujeron: en el caso de los investigadores de un total de 845 pasaron a 400, y los postdoctorales de 800 a 500. “Muchos quedan afuera y, cuando les ofrecen irse a otro país, lo aceptan”, advirtió.

Además, dijo que en 2024 las renuncias aumentaron un 33%: optan por migrar o se dedican a otros trabajos.

“Las capacidades para trabajar son muy limitadas entonces son tentados por países con mejores condiciones presupuestarias para continuar sus investigaciones”., remarcó. Y se suma la falta de perspectiva futura: la imposibilidad de ascender en la carrera impacta en becarios, doctorales y posdoctorales.

El desarrollo del país, en riesgo con el plan libertario

El prestigio de los científicos argentinos sigue siendo reconocido en el mundo. Sin embargo, el deterioro de las condiciones locales, por el ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Milei, amenaza con vaciar laboratorios y universidades.

La situación es crítica también para los becarios de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+I).

Los fondos que administra la agencia provienen de organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), entre otros. Y están destinados a proyectos y becas, pero desde hace dos años no se financian nuevos proyectos.

Recientemente se presentó un pedido de informes ante el Congreso para conocer el destino de 46 millones de dólares recibidos para proyectos y becas, y otros 196 millones ya asignados. Incluso, los investigadores presentaron documentación ante la Justicia y esperan que esta se expida.

El sector científico-tecnológico solicitó al Congreso el urgente tratamiento del proyecto de ley que declara la emergencia del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación durante el ejercicio fiscal 2025 para garantizar los recursos provistos por la ley 27.614 de financiamiento progresivo. El proyecto aún no se trató y está sin dictamen.

Por eso, los directores de centros del Conicet, incluido Córdoba, enviaron al presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de Diputados, Daniel Gollan, una carta para reclamar el tratamiento.

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