El Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonía Legal en Tiempo Real (Deter) informó este viernes que en el pasado abril se alcanzó una cifra récord de deforestación para la Amazonía brasileña equivalente a 580,55 kilómetros de selva.
Se trata de la mayor área devastada para dicho periodo de los últimos seis años, desde que comenzó a hacerse la medición, aclara el instituto. A su vez, el dato es confirmado también por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe). Las cifras abarcan un área en un 42 porciento mayor que la destruida en el mismo mes hace un año, precisan las fuentes.
En el pasado mes de marzo fueron devastados 367,6 kilómetros de selva, un área 12,6 porciento mayor que la destruida en el mismo mes de 2020. Además, los expertos de Deter aclaran en el comunicado institucional que el gran volumen de nubes acumulado en las imágenes durante el monitoreo de este mes podría haber generado una medición por debajo a los niveles reales de deforestación del mes.
En todo el 2020 fueron devastados cerca de 8.500 kilómetros cuadrados en la Amazonía brasileña una marca que solo estuvo por debajo del récord histórico de 2019, cuando en la mayor selva tropical del mundo fueron talados 9.178 kilómetros cuadrados de árboles.
Irónicamente, este mismo viernes, cuando se conocen las cifras de deforestación, el Ministerio de Medio Ambiente compartía desde sus redes sociales un anuncio sobre las posibilidades de inversión en el parque Río Grande del Sur, uno de los Parques naturales del país que fueron parcialmente privatizados por la administración de Bolsonaro.
Durante la pasada Cumbre del Clima, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se comprometió avanzar para conseguir eliminar la deforestación ilegal en Brasil para 2030. Sin embargo, desde el inicio de su mandato, la devastación de la selva amazónica ha sido la peor en la historia de Brasil y sus políticas ambientalistas han sido duramente criticadas por organizaciones ecologistas.