Brasil es el país de latinoamérica más representado por sus universidades en el último informe del Ranking QS de las mejores casas de estudios superiores del mundo, y la Universidade de São Paulo (USP) es la única del continente en el top 200, ocupando el puesto 90. Más de 50 universidades latinoamericanas mejoraron su posición, aunque los sistemas de Brasil, México, Chile y Colombia muestran retrocesos netos.
En el caso de Argentina, la Universidad de Buenos Aires (UBA) ascendió siete posiciones y quedó en el puesto 370 del Ranking de Sostenibilidad 2026, según el nuevo informe global publicado por QS. La UBA se mantiene como la única institución argentina dentro del top 500, en un año en el que la región muestra retrocesos y el país logra un avance moderado.
Desempeño de las universidades
El QS Ranking de Sostenibilidad es una evaluación mundial que mide el desempeño y aporte de las universidades en términos de impacto. Tiene como objetivo reconocer y destacar a las instituciones que realizan contribuciones significativas en tres áreas principales:
Según el informe, mientras gran parte de América Latina mostró retrocesos, Argentina logró avanzar en la clasificación. El relevamiento indica que el 36% de las universidades nacionales mejoró su posición, el 29% quedó por debajo del año anterior y tres instituciones ingresaron por primera vez. Esto se traduce en “lo que da un balance neto del +7%, uno de los mejores entre los países latinoamericanos con cinco o más instituciones clasificadas”, destaca QS.
La UBA, la mejor de Argentina
En ese escenario, la UBA vuelve a ubicarse al frente del sistema universitario argentino. Ben Sowter, vicepresidente senior de QS, remarcó: “Las universidades argentinas están transformando décadas de compromiso con la educación ambiental en avances concretos dentro de los indicadores globales de sostenibilidad. Lo que necesitan no es ambición, sino estabilidad: con marcos de financiación y gobernanza más consistentes, instituciones como la UBA y sus pares podrían convertir ese liderazgo educativo en una capacidad de investigación mucho más profunda y en un impacto comunitario de mayor escala”.
El documento también detalla los puntos fuertes y las asignaturas pendientes del país. Argentina mostró un rendimiento destacado en “educación ambiental” (donde la UBA alcanzó el puesto 62 a nivel global) y en “gobernanza”. Sin embargo, el desempeño es más débil en “investigación ambiental” y en “igualdad, salud y bienestar”, áreas en las que los resultados se mantienen por debajo de los referentes regionales.
Las universidades argentinas que subieron, bajaron o ingresaron
Entre las instituciones argentinas que lograron avanzar en la nueva edición del ranking aparecen tres universidades públicas: la UBA, que escaló siete posiciones hasta ubicarse en el puesto 370; la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que subió once lugares y quedó en el 910; y la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo), que avanzó un puesto y llegó al 921. A ese grupo se suman tres incorporaciones: la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), ambas por encima del puesto 1500, y la UTN, que debutó en el tramo 1301–1400.
Universidad Nacional del Litoral
El informe también registra mejoras en el sector privado. La Universidad Católica Argentina (UCA) ascendió dos lugares y se posicionó dentro del rango de las mejores 1500, mientras que la Universidad Austral avanzó otros dos puestos y quedó ubicada entre las 1451 y 1500.
En el otro extremo, algunas instituciones retrocedieron respecto del año anterior. Entre ellas figuran la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional del Comahue y la Universidad Nacional del Sur. Por su parte, la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) mantuvieron el mismo desempeño que en la edición previa.
La región incorporó la sostenibilidad en sus planes de estudio y gobernanza, pero el avance es desigual. El informe advierte que “las contribuciones de la educación superior latinoamericana al debate global sobre sostenibilidad siguen siendo marginales”.