El astrónomo e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), César Bertucci, que participó del proyecto Cassini-Huygens y otras iniciativas de la agencia espacial estadounidense (NASA), afirmó hoy que “el lanzamiento de la ‘Crew Dragon’ de SpaceX es una demostración más de que Argentina debe mantener activa una línea de desarrollo de lanzadores”.
Bertucci, que además es docente de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), sostuvo que “cada vez está más claro que es estratégico que un país tenga sus propios medios para acceder al espacio, y por eso es muy importante que el Estado argentino mantenga el apoyo al desarrollo de lanzadores que hace junto a la empresa Veng”.
“Hoy en Argentina cualquier universidad con un presupuesto razonable puede desarrollar un satélite, pero el cuello de botella se produce a la hora de ponerlo en el espacio por el limitado acceso a los lanzadores que operan muy pocos países”, enfatizó.
Bertucci destacó que “hoy el mercado argentino y hasta el regional son muy chicos como para que los privados se interesen en el desarrollo de lanzadores, por eso es el Estado el que debe asegurar los desarrollos a través de contratos y proyectos; si hay algo que nos enseña la historia, es que para todo proyecto de investigación serio y de largo plazo el primer inversor debe ser el Estado, porque los privados recién llegan cuando aparecen más seguridades y expectativas comerciales”.
“El sector industrial espacial es hiperdinámico y vive en innovación permanente, por eso es vital la formación continua y actualizada del recurso humano, y regenerar el ecosistema de pequeñas empresas que la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) había ayudado a forjar y que la crisis económica de los últimos años afectó especialmente”, detalló.
Bertucci destacó que “Elon Musk y Jeff Bezos entendieron que la apertura del acceso al espacio les abre un enorme mercado de posibilidades y para eso invierten y trabajan en proyectos como este”.
“Esta es la primera vez que una empresa privada se pone a la cabeza del desarrollo de un lanzador y que van a intentar poner dos personas en la Estación Espacial Internacional, esto es muy importante para Estados Unidos que hace diez años que no lleva por medios propios a sus astronautas al espacio y necesitaba para esos de los cohetes rusos”, indicó.
“La NASA tiene la voluntad de abrirse cada vez más a la cooperación con empresas privadas, e incluso hay proyectos que SpaceX desarrolla de manera independiente”, contó.
“Si uno compara esta cápsula con las anteriores va a ver que es mucho más ergonómica, y que palancas y botones fueron reemplazados por pantallas táctiles, lo mismo pasa con los trajes de los astronautas, porque son todos desarrollos de nuevas tecnologías; con cada lanzamiento al espacio se generan una serie de nuevas patentes asociadas de nuevos productos de mucho valor”, completó.
Fuente: Télam.