Los investigadores de la UNLP continúan trabajando en desarrollo y producción de una vacuna propia contra el coronavirus. Por el momento, el proyecto se encuentra en fase de ensayos preclínicos y primeros resultados están generando anticuerpos en los animales que fueron inmunizados con el fármaco.
En ese marco, los científicos adelantaron que están probando nuevas formulaciones en otro grupo de animales para optimizar el principio activo y analizan diseñar una vacuna nasal contra el COVID-19. Se trata de una alternativa para aplicar el antídoto contra el virus en forma de gotas y que puede traer beneficios a la hora de pensar en su almacenamiento y distribución en todo el país. Además, destacaron el formato para avanzar en la vacunación de nenas y nenes.
Por vía nasal
En diálogo con Radio Universidad, el Investigador Principal del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (CONICET- INIFTA), Dr. Omar Azzaroni, contó: “Eventualmente estamos trabajado con otro set de animales, con nuevas formulaciones porque queremos optimizar la formulación actual y tenemos la idea y la intensión de hacer una vacuna que pueda aplicar por vía nasal”. “Eso nos demanda más tiempo de experimentación y desarrollo de la formulación de la vacuna”, remarcó.
Al ser consultado por las diferencias con una vacuna tradicional, el especialistas indicó que “se trata de una alternativa para generar otra vacuna que se aplicará a través de gotitas por la nariz” y destacó que “es un formato muy bueno para la vacunación en niños, que de alguna manera sería más compatible con el esquema de vacunación, que implica llevar un determinado grupo de gente para que puedan aplicar las inyecciones”.
En esa línea, el Dr. Azzaroni consideró que se trata de una vacuna menos invasiva que el clásico “pinchazo” y que sería un camino adecuado para inmunizar a la población.
Sobre los proceso de envasado y producción del fármaco, el investigador de la casa de altos estudio platense contó que “estamos trabajando con una tecnología que no demandaría condiciones tan exigentes de almacenamiento”. “Esto es algo muy importante para nosotros. Hay vacunas que tienen muy buena eficiencia y que son de última tecnología pero cuando las miras en perspectiva todo lo que tiene que ver con almacenamiento”, afirmó.
Y agregó que las formulaciones con las que están trabajando en los laboratorios de la UNLP y CONICET pueden ser “guardadas en una heladera que se puede comprar en una casa de artículos para el hogar”. Además aclaró que la ventaja más importante es que tiene en cuenta la realidad que se vive en distintos puntos del país. “Esto es interesante, imagínate que en Argentina es un país que tiene tal heterogeneidad en capacidad de recursos. No es lo mismo los recursos que pueden tener centros de vacunación en Buenos Aires que en otra provincia de Argentina que no tenga tecnología para esta clase de almacenamiento”, sostuvo.
En cuanto a los ensayos, Azzaroni explicó que “desde el principio están trabajando con formulaciones que habíamos desarrollado y ya hace algunos meses que estamos inoculando animales. Lo interesante es que con estas formulaciones que ensayamos los animales manifestaron una respuesta inmunológica muy interesante, en el sentido que están desarrollando anticuerpos”.
ArgenVac, con el foco en el mediano y largo plazo de la pandemia
Por último, el investigador destacó que es importante que Argentina desarrollo este tipo de tecnología y opinó que es determinante que haya más de un proyecto de vacuna, con la posibilidad de tener el abastecimiento tan elemental para que la población pueda hacer su vida con normalidad. “Es importante pensar en una estrategia a mediano y largo plazo contra la pandemia. Ya sabemos que si no le encontramos la vuelta a este tipo de situaciones sanitarias, el impacto va mucho más allá de lo sanitario. Hay que observar el impacto de todo lo que tiene que ver de la salud mental de la población, la salud económica, por decirlo de algún modo. No se trata de solamente fabricar una vacuna, es una puerta de entrada a otra condición”, concluyó.
Cabe señalar que la vacuna que desarrollan los investigadores de la UNLP se basa en el empleo de proteínas virales para inducir la generación de anticuerpos.
En cuanto a la tecnología que implementarán para la producción de este desarrollo, el Dr. Guillermo Docena había explicado que no cambiarán la estrategia que están utilizando los grandes laboratorios e implementarán el mismo mecanismo: generar anticuerpos que se unen a la proteína S del virus y bloquear la entrada del SARS-CoV-2 a las células blanco del organismo. “Todas hacen lo mismo y se están demostrando, a partir del plan de vacunación, que frena la infección. No queremos cambiar nada porque sabemos que eso funciona”.
El proyecto es dirigido por Docena, del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatalógicos (IIFP); y Omar Azzaroni, del Instituto de Investigaciones Fisioquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), e incluye a Sebastián Cavalitto, Javier Santos y Alejandro Aiello.
Fuente: Radio Universidad de La Plata.