Investigadores del Conicet prueban por primera vez la elaboración de carbones activados a partir la reutilización de la yerba mate. Podría “sustituir importaciones y generar empleo. Es una oportunidad tanto para Argentina como para la región”, destacó Florencia Jerez, ingeniera química y primera autora del trabajo.
En lugar de terminar en rellenos sanitarios, la yerba que se descarta una vez que el mate se lavó (más de un millón de toneladas anuales en Argentina) se puede utilizar para generar carbones activados, elementos claves para el desarrollo de dispositivos de almacenamiento de energía y otras aplicaciones, según publicaron investigadores argentinos en el Journal of Environmental Management.
Potencialidad de los desechos orgánicos
La propuesta sienta el primer precedente a nivel mundial sobre la potencialidad de un desecho orgánico sumamente frecuente tanto en Argentina como en la región, y puede ser el puntapié para una posible industria local de ensamblado de supercapacitores, recursos muy requeridos para las nuevas tecnologías y dentro del sector energético.
“Pudimos demostrar que esa potencialidad es una oportunidad tanto para Argentina como para la región. Y abre las puertas para impulsar una industria que no se encuentra desarrollada y, eventualmente, sustituir importaciones y generar empleo local”, resumió Florencia Jerez, ingeniera química y primera autora del trabajo, quien está realizando su doctorado en el Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro (Cificen-Conicet), en Olavarría.
“Las pruebas satisfactorias en el laboratorio nos permiten pensar en escalar a una planta piloto que en un futuro nos ayude a mostrarle a los inversores que es factible económicamente utilizar la yerba mate en la síntesis de carbones activados”, añadió Jerez desde Madrid, en donde está realizando una estancia de investigación de tres meses.
Energías renovables
De la mano del cada vez mayor uso de energías provenientes de fuentes renovables (eólica, solar, hidroeléctrica) para reemplazar el consumo de combustibles fósiles se empezó a hacer evidente la necesidad de contar con sistemas de almacenamiento que estabilicen los picos de demanda y suministro que dificultan su consumo directo, así como también para el arranque más eficiente de autos eléctricos, celulares y computadoras.
Qué son los carbones activados
Son materiales con un elevado porcentaje de carbono en su composición y que, según los diversos procesos a los que se someten, presentan más o menos poros en su superficie. Además de su empleo en baterías y supercapacitores que almacenan energía, también se utilizan en filtros de purificación, como desintoxicantes en medicina y en la composición de jabones y cremas cosméticas.
Según señaló Jerez, la yerba mate se puede valorizar de dos maneras: por un lado, a partir de los residuos de la industria yerbatera, como el polvo, los palos y las hojas que quedan de descarte (unas 140.969 toneladas anuales remanentes en los campos y 24.679 toneladas por año en los molinos). “Al hacer la infusión con agua se genera un extracto con un elevado contenido de polifenoles, cuyo poder reductor permite reemplazar los químicos sintéticos en la síntesis de óxidos metálicos”, describió en una nota publicada por Agrositio.com.
Por otro lado, la científica oriunda de Olavarría mencionó que toda la yerba mate que se produce y se descarta una vez consumida permitiría obtener excelentes carbones activados, para lo cual se la debe someter a un proceso de carbonización a elevadas temperaturas y “activarla” posteriormente con un agente químico.
Si bien desde el punto de vista científico ya es posible utilizar la yerba mate para el almacenamiento de energía, para poder dar el salto a la producción industrial se necesita más información acerca de cómo se comporta el proceso a escala intermedia.
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