Por primera vez, la Universidad de La Plata incorporará la carrera de Ingeniería Aeroespacial dentro de su oferta académica. Fue la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata la que hizo el anuncio.
La nueva propuesta formativa reemplazará la carrera de Ingeniería Aeronáutica, aprobada en 1942, donde se han formado más de mil Ingenieros Aeronáuticos que desempeñan su profesión en área Aeronáutica y en la Aeroespacial.
Vehículos espaciales
Esta iniciativa busca formar profesionales capacitados en diseñar, calcular y proyectar aeronaves, vehículos espaciales y toda máquina de vuelo, plantas propulsoras y auxiliares aeronáuticas y espaciales, sistemas de control aeronáuticos e instalaciones aeroportuarias.
La modificación de la denominación de la carrera de Aeronáutica al de Ingeniería Aeroespacial, se formalizó en la resolución 966/2019 del Ministerio de Educación, Cultura Ciencia y Tecnología, y se fundamenta en que desde los años 50 las carreras de Ingeniería Aeronáutica han venido desarrollando en paralelo temas aeronáuticos y espaciales entre sus graduados.
La Facultad de Ingeniería de la UNLP, a través del Departamento de Aeronáutica, se destacó por sus investigaciones en motores de cohetes y la participación en proyectos sobre satélites y misiles autopropulsados.
La iniciativa prevé que los alcances profesionales y el perfil del egresado se vean reflejados en el título. Al mismo tiempo, pretende que los alumnos tomen contacto con el área desde el primer año.
La formación de ingenieros espaciales en Argentina
Los egresados de la histórica Ingeniería Aeronáutica de la UNLP son matriculados por el “Consejo Profesional de Ingeniería Aeronáutica y Espacial”, creado a mediados del siglo pasado.
“El Departamento de Aeronáutica de la UNLP fue uno de los primeros en actuar en la actividad espacial. En la década del ?60, la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) firmó un convenio con la UNLP para el desarrollo de investigaciones con motores cohetes”, explicó el vicepresidente del Área Institucional y director del Centro Tecnológico Aeroespacial de la UNLP, Marcos Actis.
La actividad espacial con fines pacíficos y de investigación comenzó en forma sostenida con Teófilo Tabanera, ingeniero electromecánico graduado de la entonces Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas de la UNLP, cuando en 1951 creó la Sociedad Argentina Interplanetaria.
Posteriormente, en 1960 fundó la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) y convocó a las universidades del país, entre ellas a la Universidad Nacional de La Plata para que el Departamento de Aeronáutica participase en la actividad espacial.
Como fruto de esas investigaciones, se generó el Grupo Propulsión, en cuyo seno se construyeron un gran número de unidades propulsoras.
Años más tarde, en 1968 y por pedido de la Armada Argentina, se realizó un anteproyecto de un motor cohete con propulsantes líquidos. Posteriormente, mediante un contrato con la Fuerza Aérea Argentina, se proyectó y construyó un motor-cohete con propulsantes líquidos, de 1000 kg de empuje. Con el desarrollo de estos dos últimos proyectos la UNLP se erigió en la única universidad del país que realizaba proyectos de motores cohetes de esas características.
La actividad continuó creciendo y en paralelo se constituyeron los grupos de Control Automático y Guiado, Estructuras, Fluidodinámica, Vibraciones y Materiales, que permitieron la concreción de otros trabajos para la CNIE.
De la propulsión al desarrollo satelital
En la década del ´90, la universidad consiguió un convenio con la Comisión de Actividades Espaciales (CONAE) para realizar investigaciones científicas y tecnológicas sobre satélites argentinos. A través del tiempo, los grupos fueron transformándose y acomodándose a las necesidades nacionales espaciales.
“Los egresados de la carrera de Ingeniería Aeronáutica de nuestra facultad, han participado ininterrumpidamente en el campo espacial en distintas instituciones del país y del exterior” explicó Actis.
Entre ellos puede mencionarse la participación de Leonardo D´Atorre en el programa Apolo hasta las actuales participaciones de los Ing. José Luis Leofanti en Ariane Space en el tema lanzadores y satélites o del Ingeniero Luis Genovese, Gerente de Proyecto de los Satélites Arsat 1 y 2 en la empresa INVAP.
Actis destacó la importancia del rol estratégico de estas áreas y concluyó que “Argentina tiene que ser un país desarrollado en tecnología de punta”.
El grupo de Ensayos GEMA
Por su parte el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la Facultad de Ingeniería de la UNLP participó en los proyectos de los satélites argentinos SAC-A, SAC-B, SAC-D/Aquarius- participando en la construcción de cuatro de los cinco instrumentos argentinos llevados en el SAC-D- ARSAT I y II y SAOCOM 1A y 1B.
El GEMA intervino además en el desarrollo de los vehículos lanzadores experimentales (VEX) 1A, 1B, 5A y 5B, antecesores del vehículo lanzador Tronador II, participando en el desarrollo de todos los vehículos lanzadores llevados adelante por la CONAE, a través de VENG SA.
El proyecto Tronador forma parte del programa “ISCUL” (Inyector Satelital para Cargas Útiles Liviana?). Se participó en el proyecto integral para el desarrollo de la ingeniería de detalle de la estructura, mecánica, sistemas auxiliares y GSE mecánico del vehículo Tronador II, incluyendo los componentes del segmento Tierra (plataforma, torre y transporte) y se desarrollaron los procedimientos de integración mecánica, estructural y de servicios. Los Vex 1A y 1B fueron integrados en instalaciones del GEMA en la FacultadLos mismos laboratorios donde se desarrollan todos estos procesos sirven para la enseñanza de grado y postgrado.
Al proyecto del vehículo Tronador se incorporaron el “Laboratorio de Capa Límite y Fluidodinámica” (LACLyFA) y el “Grupo de Fluidodinámica Computacional” (GFC). Estos tres grupos de trabajo integran el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), en el que trabajan más de 100 personas, entre ingenieros, técnicos y alumnos. Su principal actividad es el desarrollo tecnológico espacial, la producción industrial y formación de recursos humanos, constituyendo un centro de vanguardia de la Facultad de Ingeniería de la UNLP.
El antecedente de la UNSAM
Si bien la Universidad de La Plata fue la institución académica que estuvo ligada al desarrollo espacial en nuestro país, el primer antecedente surgió y culminó en la Universidad Nacional de San Martín, con la Ingeniería Espacial.
La carrera, abierta en el primer cuatrimestre de 2016, obtuvo la mayor cantidad de inscriptos en la Escuela de Ciencia y Tecnología de esa casa de altos estudios. El total llegó a 220 para la primera cohorte.
Ese mismo año se creó, de hecho, el Instituto Colomb, un espacio de investigación en tecnología satelital, a partir de un convenio entre la universidad y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) firmado en 2015.
La guerra de las Galaxias
Sin embargo, a comienzos del ciclo lectivo 2017, se cerraron las inscripciones para nuevos ingresantes hasta lograr un convenio con la CONAE que permitiera articular la carrera con dicha institución en lo referente a docentes y laboratorios.
Desde entonces, no ingresan nuevos estudiantes porque no se aprueba el plan de estudios, debido a reclamos de ?incompatibilidades con los alcances de Ingenería Aeronáutica? por parte, justamente, de la Universidad de La Plata.
La disputa administrativa entre ambas casas de altos estudios por las incompatibiidades de la Ingeniería Espacial de la UNSAM tuvo, desde el inicio, el antecedente de la relación de la Universidad de La Plata con el área y la emergencia de la flamante carrera, hoy.