Periferia

25 de Enero de 2022

Fósiles de microorganismos revelan la evolución del clima y la vida en la Tierra

Científicos argentinos investigan la evolución del clima y la vida en la Tierra en la península antártica. Estudian el registro de fósiles de microorganismos de los últimos 140 millones de años.

Científicos argentinos investigan la evolución del clima y la vida en la Tierra a partir del registro de fósiles de microorganismos que realizan durante los meses de verano en el archipiélago James Ross al noreste de la península antártica, cuyas condiciones ambientales del pasado permitieron preservar una muestra continua de fósiles de los últimos 140 millones de años.

La licenciada en biología y doctora en geología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Cecilia Rodríguez Amenábares es jefa del departamento de Paleontología del Instituto Antártico Argentino (IAA) y curadora del Repositorio Antártico de Colecciones Paleontológicas y Geológicas de ese organismo, que ya lleva más de dos mil muestras registradas.

Rodríguez Amenábar afirmó, en diálogo con Télam, que “estudiar la vida del pasado a través de la paleontología nos permite ponernos a nosotros como humanidad en el contexto de millones de años de historia evolutiva. Sin tener en cuenta esta mirada nos percibimos como el centro de todo y no logramos comprender que el planeta pasó por procesos naturales como varios períodos de glaciaciones, cambios climáticos y extinciones masivas. Estudiar fósiles es una manera de saber de dónde venimos y hacia dónde podríamos ir como especie”.


El archipiélago

El archipiélago James Ross se ubica al noreste de la península antártica y está integrado por las islas James Ross, Vega, Marambio y Cerro Nevado y otras más pequeñas. “Estas contienen un registro continuo de fósiles de entre 140 y 35 millones de años de antigüedad en un estado de preservación excepcional“, explicó la investigadora.

“Desde el punto de vista paleontológico esta es la zona más fosilífera de toda el área de la península antártica y es muy codiciada por científicos de todo el mundo. Además incluye el momento en que ocurrió la última gran extinción que fue la de los dinosaurios, entre otros organismos, hace 66 millones de años. Existen solo 16 localidades en el planeta con estas características y una es la isla Marambio”, destacó.

Rodríguez Amenábar contó que cerca de la base Marambio se pueden encontrar fósiles de 68 a 35 millones de años de antigüedad.

La especialista amplió: “La última separación de la Antártida con el resto de esa masa continental fue con el extremo sur de América del Sur hace unos 33 millones de años y es por eso que en la Patagonia podemos encontrar fósiles de esa época que son los mismos que encontramos en la Antártida”.


Los microfósiles

La investigadora indicó que “los microfósiles son elementos cuyo tamaño varía entre 5 micrones y 1 milímetro, visibles con microscopio, que pueden ser organismos o parte de los mismos”.

El estudio de los microfósiles les permite a los investigadores conocer cómo era la vida en la Antártida en los momentos más fríos o cómo evolucionó la vida antártica en los últimos 33 millones de años desde un entorno cálido que comenzó a enfriarse por la instalación de la corriente circumpolar antártica, que consolidó los grandes glaciares del continente.

Rodríguez Amenábar enfatizó que “cuando se trabaja con fósiles de vertebrados uno sabe en el momento de tomar la muestra lo que tiene, pero con los microfósiles es más complejo porque no se ven a simple vista y entonces hay que recoger rocas y sedimentos que probablemente contienen estas piezas microscópicas para ser tratadas en el laboratorio con ácidos inorgánicos y para extraer estos microfósiles. Recién ahí sabremos qué es lo que nos trajimos”.

El estudio de los microfósiles permite conocer cómo evolucionó la vida antártica en los últimos 33 millones de años.

Los resultados de estas investigaciones aportan datos que ayudan a la confección de modelos climáticos y oceanográficos del pasado, que pueden servir para proyectar modelos futuros.

“No podemos decir si estamos cerca de volver a una Antártida de clima cálido pero la evidencia indica que las placas tectónicas se mueven y muy lentamente la Antártida podría alejarse de su posición actual migrando hacia el norte. Podemos notar que la acción del hombre probablemente esté acelerando el calentamiento de ese continente”, finalizó la investigadora.

¡Sumate a la Comunidad de Periferia!

Periferia Ciencia se sostiene fundamentalmente gracias a una comunidad de lectores que todos los meses, de acuerdo a sus posibilidades, hacen su aporte. ¿Querés que exista un medio como Periferia?