Tras la publicación del artículo “Litio, un recurso estratégico para le mundo actual”, en la Revista “Ciencia Hoy”, Ernesto Calvo, químico, investigador y especialista en el área, dialogó con Periferia, a través de Caput Radio, donde se refirió, además, a la recategorización de la cartera científica, que hoy vuelve a ser Ministerio.
“El litio está en el centro de los problemas que atravesamos hoy geopoliticamente”, aseguró, Calvo, quien hasta hace unos 12 días se desempeñó como director del Instituto de Química, Física de los Materiales, Medioambiente y Energía (INQUIMAE) de CONICET y la UBA.
Ernesto Calvo posee una muy destacada trayectoria que le permitió obtener, incluso, el primer puesto del concurso internacional Bright Minds Challenge (Mentes brillantes), que se llevó a cabo en la ciudad de Amsterdam, en 2017 por un novedoso método para extraer litio de salares de altura de manera eficiente, limpia y sostenible.
En la actualidad el litio se obtiene de de minerales o de salares de altura, como los que hay en Uyuni, en Bolivia, Atacama, en Chile, y los salares de la puna argentina, en Jujuy, Salta y Catamarca.
Los conflictos geopolíticos desatados en los últimos meses, principalmente en Bolivia y Chile, volvieron a situar en agenda la extracción de recursos y el rol primario de las economías periféricas.
“El 85% del litio en salares se encuentra en nuestra región, y el 70% del de todo el mundo”, explicó Calvo, retomando algunas de las líneas del artículo publicado el 6 de diciembre.
Se trata de un metal liviano y “electro positivo” que permite hacer baterías muy livianas, que tienen gran densidad de energía por kilogramo, como caso opuesto de las baterías de plomo ácido.
Litio, economía primaria y producción de baterías
Sin embargo, Argentina no produce esas baterías, y Calvo evaluó, en tal sentido, el espacio geopolítico que nuestro país, y América Latina, tienen en el mundo actual, para explicarlo.
“En este momento el 50% del litio del mundo se usa en baterías, fundamentalmente en las de celulares, y crecientemente en baterías para autos, pero también en baterías que sirven para almacenar energías renovables intermitentes como el sol o el viento”, detalló Calvo.
En ese sentido, agregó que “Sudamérica tiene 30 millones de personas que no tienen acceso a la red eléctrica, un mercado insatisfecho de 7.5 Giga Wats hora, de electricidad, que se podría proveer en lugares remotos con paneles solares o molinos de viento”.
Sin embargo, Argentina no tiene desarrollada una industria que apunte a la fabricación de baterías de litio. Por eso Calvo consideró que “como las baterías se fabrican en China, Corea y Japón, y es muy difícil competir en precios con ellos en baterías para celulares, Argentina, si quiere posicionarse, tiene que mantener nichos, como el de baterías para energías renovables, que traccione un mercado regional”.
El litio tiene varios usos, la mitad actualmente se usa en baterías.”Hace 5 o 6 años era un 15%, ha crecido muchísimo”, cuenta Calvo.
Una producción impura
Sin embargo, también se usa en en medicina el carbonato de litio para la enfermedad bipolar; para fabricar cerámicos y vidrios; en lubricantes; en submarinos, el hidróxido de litio para captar el dióxido de carbono; y en la industria aeorespacial, para las aleaciones de aluminio cobre y litio.
Respecto a la situación de extracción de este recurso, Calvo explicó que, en la actualidad, “la producción en nuestra región sale bastante impura y se le da valor agregado en los países desarrollados, fundamentalmente en Estados Unidos, Europa, Corea y Japón”.
Sin embargo, a pesar de la falta de impacto productivo, el doctor en Ciencias Químicas e investigador de CONICET, rescató el rol del sistema científico nacional: “El sistema científico argentino tiene grupos muy buenos que trabajan en el INIFTA, en La Plata, en el Instituto de Química de Córdoba, en el CIDMEJu, en Jujuy, que hacen investigación básica y aplicada en litio y baterías de litio, nosotros mismos en el INQUIMAE”, explicó Calvo.
La investigación sobre litio
En tal sentido, consideró que como las baterías, en general, se fabrican en el sudeste asiático “nosotros como investigadores podemos formar gente y desarrollar tecnología, que lo hemos hecho, incluso con patentes, pero lo que se requiere son decisiones políticas, como beneficiar impositivamente a empresas que le den valor agregado al litio en el país, que es lo que hacen Chile y Bolivia”.
Calvo entendió que “si el litio se lo mira como minería es un muy mal negocio, porque no deja nada, todo el litio que se extrae en Argentina, está no más de 60 millones de dólares la regalía, y se van 500 millones de dólares de material”. Por eso consideró que “hay que poner condiciones para generar divisas, que hoy son pocas”.
Para graficar el estado actual del sector, Calvo explicó que “el carbonato del litio cuesta unos 10 mil dólares la tonelada, pero el hidróxido de litio cuesta 28 mil dólares la tonelada, y en este momento la empresa que lo extrae en Jujuy, una australiana asociada con Toyota, está construyendo una fábrica en Japón para hacer hidróxido de litio de 28 mil dólares la tonelada, con un producto impuro que sale de Jujuy a 3 mil dólares la tonelada. Pero, además, Japón pone 30 millones de dólares de subsidios y créditos al 1% anual”.
La vuelta del Ministerio de Ciencia
En el último tramo de la entrevista con Mal Aconsejados, por Radio Caput, Ernesto Calvo celebró la rejerarquización que cobra, desde hoyco, el sector científico, al volver a tener rango de Ministerio la actual Secretaría de Ciencia.
“Estoy totalmente de acuerdo con el cambio de autoridades, y con volver a tener Ministerio de Ciencia, mañana mismo”, dijo Calvo.
El investigador fue uno de los directores de los institutos de CONICET que visibilizaron el reclamo para que se ponga fin a la asfixia presupuestaria, con el llamado Manifiesto de Córdoba, que firmaron 140 directores y directoras de centros de investigación, y con el “Cabildo Abierto por la Ciencia”.
“Esto fue un reclamo de gran parte de la comunidad, yo como director, nos reunimos con otros ciento cuarenta directores, nos reunimos en marzo, en Córdoba, y empezamos a movernos, porque lo que hizo este gobierno con la ciencia es vergonzoso”, dijo Calvo.
“Argentina tiene una tradición científica, varios premios nobel, construyó satélites, radares, degradar al Ministerio de Energía fue ideológico porque no se ahorró plata”, dijo Calvo.
Respecto de la designación de Roberto Salvarezza al frente del Ministerio, y del equipo que lo acompañará los próximo años, el investigador aseguró que “que el ministro sea un científico, es una muy buena señal del gobierno entrante para el área de ciencia, pero también lo es que quiénes acompañan a Roberto Salvarezza sean también científicos, todos destacados internacionalmente”.