Periferia

5 de Marzo de 2020

El INTA identificó una bacteria que ayudará a conocer microorganismos del suelo

A través de la metagenómica estudian el ADN "global" de una cepa que podría utilizarse en suplementos dietarios para mejorar la digestibilidad de alimentos para humanos y animales.

Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria consiguieron identificar una bacteria que permitirá conocer las comunidades de microorganismos que habitan en los suelos.  

Para tener magnitud de la importancia de este avance, es preciso conocer que en un gramo de suelo existen más de diez mil millones de microorganismos, entre hongos, algas, virus, protozoarios y actinomicetos, que conforman a las comunidades que viven debajo de la tierra, de las cuales en la actualidad apenas conocemos el uno por ciento.  

Por este motivo, la nueva especie de bacteria descubierta, identificada como Paenibacillus xylanivorans, ayudará a conocer las comunidades que viven en el suelo. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria detallaron que el estudio de esta especie permitirá profundizar en el aprovechamiento de aplicaciones biotecnológicas. 

Eleonora Campos, bióloga e investigadora del Instituto de Biotecnología del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CNIA) del INTA, contó que: ?nos dedicamos a estudiar las bases moleculares de los mecanismos que han desarrollado las bacterias del suelo para degradar las estructuras que poseen las plantas y utilizar los azúcares contenidos en las mismas?. 

Aplicaciones biotecnológicas 

Campos explicó detalles a “INTA Informa” sobre el hallazgo de la nueva bacteria y sus posibles aplicaciones. 

?Al estudiar su genoma y las características bioquímicas, vimos que era parecida a otras, pero tenía particularidades que la distinguían del resto, tanto en la pared celular como en algunas de las proteínas que secretaba?, explicó Campos. 

La cepa A59T es una bacteria Gram positiva, anaeróbica facultativa, formadora de endosporas y tiene forma de bastón. ?Sus condiciones de crecimiento óptimas son 30 °C con un rango de 28 a 37 °C, un pH 7 con un rango de 5 a 10 y tolera hasta el 7 % de NaCl (cloruro de sodio)?, destacaron desde el instituto. 

Esta especie se localizó a partir de una muestra de suelo en un bosque nativo de la Patagonia. En este sentido, Campos señaló que se puso el foco  en lo que ocurre en el manto que cubre la superficie, en donde hay hojas o troncos en estado de descomposición.  

“Allí están actuando los microorganismos, que descomponen los polisacáridos en elementos más pequeños “azúcares” y los utilizan como fuente de carbono”, ilustró. 

Desde el INTA señalaron que el xilano es un polisacárido estructural de la biomasa, es decir, es uno de los componentes de la pared celular vegetal. Además, comentaron que es el segundo polisacárido más abundante, después de la celulosa, y, también, se degrada más rápido.  

“Estas características nos impulsan a profundizar los estudios para aprovecharlo en distintas aplicaciones biotecnológicas”, manifestó Campos y ejemplificó: “Estas bacterias, entre otros usos, permiten generar polisacáridos cortos, xilooligosacáridos, que pueden tener una función prebiótica y utilizarse en suplementos dietarios para mejorar la digestibilidad de los alimentos para humanos y animales”. 

Metagenómica 

Según los datos aportados por el INTA, la bacteria Paenibacillus xylanivorans es un bacilo, tiene forma de bastón. Esta bacteria crece en distintas fuentes de carbono, pero especialmente en xilano y en residuos de biomasa lignocelulósica, como la paja de trigo y la paja de caña de azúcar. 

La diversidad que existe en los suelos, es tal, que se pueden encontrar organismos descomponedores, fijadores, promotores, secuestradores, mineralizadores y hasta recicladores. 

En ese marco, las bacterias y los hongos transforman y descomponen los productos químicos. Con el avance de la biología molecular y la incorporación de nuevas herramientas, como la metagenómica, los científicos pueden entender un poco más sobre las comunidades que viven en el suelo. 

Ariel Amadio, especialista del INTA Rafaela, Santa Fe, explicó que se trata del estudio de las secuencias del genoma de los diferentes microorganismos que componen una comunidad, extrayendo y analizando su ADN de forma global. “Es la herramienta que nos permite analizar comunidades enteras de microorganismos sin la necesidad de aislados, como ocurría tradicionalmente”, indicó. 

Al conocer el ADN, es posible identificar cuáles son los microorganismos que están presentes en el suelo y, gracias a sus genes, se puede saber qué funciones cumplen. El próximo paso es entender cómo reaccionan frente a las diversas actividades agropecuarias, destacaron desde el INTA. 

“No es difícil imaginar que las prácticas agrícolas son determinantes de la estructura de las comunidades microbianas del suelo”, expresó Amadio quien puso el foco sobre el manejo agrícola adecuado para conservar la diversidad de microorganismos que existe. 

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