Periferia

18 de Diciembre de 2025

El CONICET y la UBA inician una nueva exploración submarina al fondo del Mar Argentino

Realizarán registro de los ecosistemas más extremos y menos conocidos del fondo del Mar Argentino. Uno de los propósitos de la expedición será evaluar la presencia de microplásticos en el agua, los sedimentos y los organismos.

Científicos del CONICET realizan una nueva expedición a bordo del buque del Schmidt Ocean Institute, en la que se busca estudiar las comunidades de organismos que se alimentan de la energía química proveniente de las filtraciones de metano emanadas del subsuelo marítimo.

Un grupo de científicos del CONICET, junto a colegas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del exterior, realiza una nueva campaña en el Mar Argentino, a bordo del buque RV Falkor (too), perteneciente al Schmidt Ocean Institute (SOI), con el objetivo de estudiar los ecosistemas más extremos y menos explorados del fondo marítimo.

Se trata de las comunidades quimiosintéticas: organismos que sobreviven en las profundidades oceánicas -donde no llega la luz solar y la fotosíntesis es inviable- a través del consumo de la energía química proveniente de las filtraciones de gas metano (cold seeps) emanadas desde áreas del fondo marítimo.

Nueva expedición a bordo del Falkor Too

El proyecto fue seleccionado junto con otros siete, entre numerosas propuestas nacionales e internacionales, y tras la evaluación de jurados internacionales y miembros del SOI. Dentro de las ocho expediciones elegidas para explorar el océano Atlántico Sudoccidental, tres son dirigidas por científicos argentinos. Al igual que ya sucedió con las campañas “Ecos de dos Cañones“ y “Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV”, durante la expedición, que se prolongará del 14 de diciembre de 2025 al 10 enero de 2026, se realizarán transmisiones en vivo por streaming. Para seguir las transmisiones haga clic en el enlace.

La jefa científica e investigadora principal de la campaña “Vida en los extremos”, María Emilia Bravo, es investigadora del CONICET en el Instituto de Geociencias Básicas, Aplicadas y Ambientales de Buenos Aires (IGeBA, CONICET-UBA), mientras una de las co-investigadoras principales es Melisa Fernández Severini, investigadora del CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO, CONICET–UNS).

Estudio de los ecosistemas quimiosintéticos

Aunque las filtraciones de gas metano crean ambientes extremos y nocivos para la mayoría de las formas de vida, las comunidades quimiosintéticas hallan su sustento en ellas. Compuestas principalmente por bacterias, arqueas y la fauna bentónica asociada, estos organismos se sitúan en la base de la cadena alimentaria al actuar como productores primarios capaces de nutrirse de compuestos inorgánicos.

Se estima que estos diversos organismos pueden consumir y atrapar hasta el 80% del gas antes de que escape hacia el océano y la atmósfera. Estos organismos viven de forma libre en el fondo o como simbiontes de animales, a los que transfieren la energía química que sintetizan a partir de los gases del fondo marino. La fauna bentónica que prospera en estas filtraciones suele estar integrada por gusanos tubícolas, almejas, mejillones y microorganismos y bacterias altamente especializados.

Se vienen tres expediciones marítimas en Argentina.

Campañas anteriores

En campañas anteriores, realizadas a bordo del buque ARA “Austral” del CONICET en 2018, 2019 y 2022, Bravo junto con otros integrantes del equipo que participan de la actual expedición hallaron los primeros ecosistemas quimiosintéticos en el talud del Mar Argentino.

Ahora la idea es explorarlos mediante la tecnología del ROV SuBastian, un vehículo submarino que se opera de manera remota y puede alcanzar hasta 4.500 metros de profundidad. A través de esta herramienta de última generación se tomarán muestras de agua, sedimentos y organismos.

Todas sus inmersiones serán transmitidas en vivo. El trabajo del ROV SuBastian, que será sumergido por lo menos unas quince veces, se complementará con mediciones de CTD (conductividad, temperatura y profundidad), redes de muestreo de zooplancton y sistemas de mapeo acústico e imágenes de alta resolución del fondo marino, de manera de poder caracterizar en detalle estos ecosistemas de aguas profundas.

Objetivo central

De acuerdo con el equipo científico, uno de los objetivos centrales de la expedición será tratar de comprender el rol transversal del metano en el modelado de las características biológicas, físicas y químicas de estos ecosistemas quimiosintéticos.

En este sentido, el estudio se realizará en diferentes áreas del talud continental argentino, de manera de permitir comparar distintos ambientes y analizar la manera en que las condiciones químicas y fisicoquímicas asociadas a las filtraciones de metano influyen en la biodiversidad y en el funcionamiento de los ecosistemas quimiosintéticos.

En Argentina, los ecosistemas quimiosintéticos fueron hallados primero en la costa, en el estuario de Bahía Blanca, y luego en el mar profundo mediante las campañas realizadas a bordo del ARA Austral.

Muestras de sedimentos

El SuBastian no sólo permitirá recolectar muestras de agua, sedimentos, rocas y fauna bentónica, sino que permitirá que los científicos vean con sus propios ojos lo que hasta ahora han descripto sólo en base a evidencia indirecta.

“Ahora vamos a poder contar con el ROV y el sistema que ofrece para visualizar el ambiente con alta definición, para encontrar parches más pequeños de formas de vida quimiosintéticas y otras especies que se encuentran asociadas a este tipo de ambientes. Esto nos ayudará a entender, de forma muy detallada e integrada, cómo vive la fauna, cómo son los patrones tróficos en ese tipo de ambientes y hasta dónde se extiende la influencia de estas filtraciones de metano en el mar”, indica la jefa científica de la expedición.

Bravo destaca también que esta tecnología brindará herramientas para encontrar nuevas manifestaciones de filtraciones de metano que no son detectables por los métodos acústicos con los que contaron hasta ahora. “Estas herramientas van a optimizar el abordaje y el nivel de comprensión de este tipo de ecosistemas, así como su interacción con el resto de los sistemas de mar profundo circundantes”, señala la científica.

Microplásticos y ecosistemas quimiosintéticos

Uno de los propósitos de la expedición será evaluar la presencia de microplásticos en el agua, los sedimentos y los organismos, y determinar en qué medida estos contaminantes pueden afectar la dinámica de las comunidades quimiosintéticas. Para este objetivo será fundamental la tarea en altamar del equipo que dirige Fernández Severini en el IADO.

De acuerdo con los científicos, el estudio de los microplásticos en filtraciones de gas metano permitirá comprender su destino en el océano profundo y los procesos que controlan su transporte y deposición, aportando una visión más completa de su ciclo.

“Además, analizaremos la dinámica de nutrientes, metales pesados y sulfuros en las distintas áreas de estudio, con el fin de identificar posibles diferencias espaciales en sus concentraciones y comportamientos biogeoquímico”, señala Fernández Severini.

La nota completa en: https://www.conicet.gov.ar/rv-falkor-too-exploran-los-ecosistemas-mas-extremos-y-menos-conocidos-del-fondo-del-mar-argentino

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