Periferia

30 de Agosto de 2024

Córdoba: patentan un recubrimiento con nanopartículas de oro que previene la contaminación microbiana

La invención de la Universidad Nacional de Córdoba y del Conicet es económica y no genera residuos tóxicos. Fue desarrollada por cinco investigadoras de la Facultad de Ciencias Químicas.

La Universidad Nacional de Córdoba y el CONICET patentaron un recubrimiento con nanopartículas de oro que previene la contaminación microbiana.

Uno de los riesgos asociados al uso de ciertos productos médicos radica en la facilidad con la que pueden contaminarse con hongos y bacterias. Basta que unos pocos microorganismos se adhieran a la superficie de esos insumos para que comiencen a formar –de manera natural y como estrategia de supervivencia– comunidades altamente organizadas, conocidas como “biofilms”.

Entre los insumos más propensos a esto se cuentan catéteres, sondas, endoscopios, válvulas, prótesis, cubiertas de marcapasos, implantes y bombas de insulina, entre otros.

Nenius

Estos biofilms constituyen una de las causas más comunes de las infecciones intrahospitalarias. Erradicarlos es extremadamente complejo porque producen una cobertura (matriz extracelular) que tiene la textura de un gel y los protege contra la acción de los antibióticos.

Evita la colonización de bacterias y hongos en superficies de sondas, prótesis e implantes. La contaminación de esos productos médicos es una de las causas más comunes de las infecciones intrahospitalarias. La invención de la UNC y Conicet es económica y no genera residuos tóxicos. Fue desarrollada por cinco investigadoras de la Facultad de Ciencias Químicas. A finales de 2023, dos de ellas fundaron la startup Nenius.

El desafío, entonces, es prevenir el primer contacto, la unión inicial de estos patógenos con los objetos para impedir su posterior colonización. Y la solución parece encontrarse en el recubrimiento con nanoplacas de oro desarrollado por cinco investigadoras de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Se trata de Virginia Aiassa, María Cecilia Becerra, Diamela Rocca, Jazmín Silvero Compagnucci y Ariana Zoppi, profesoras y científicas del Departamento de Ciencias Farmacéuticas de esa unidad académica.

Patentada a nombre de la UNC y Conicet, su invención no sólo evita la contaminación microbiana, también prolonga la vida útil de estos últimos y simplifica su esterilización.

El equipo de inventoras | De izquierda a derecha: Virginia Aissa, Ariana Zoppi, Diamela Rocca y Cecilia Becerra. La quinta integrante es Jazmín Silvero Compagnucci, quien actualmente realiza un posdoctorado en el Departamento de Química de la Universidad de Ottawa (Canadá).

Sólo dos reactivos

La técnica destaca por su simpleza, ya que utiliza sólo dos reactivos. Uno de ellos es conocido como “sal de oro” (HAuCl4, por su fórmula química). Ambos se diluyen en agua pura y en esa solución se sumerge el dispositivo a tratar. Luego se somete el líquido durante un breve lapso a temperatura constante para desencadenar la formación de nanoplacas de oro sobre toda la superficie del objeto.

“Mediante el procedimiento patentado, los iones (partículas cargadas eléctricamente) de oro provenientes de la sal son convertidos en átomos de oro aislados, que se van ensamblando hasta formar semillas de unos pocos nanómetros y luego nanoplacas”, explica Silvero Compagnucci, una de las integrantes del equipo.

En la mayoría de los casos, esas diminutas partículas áureas son hexagonales, pero también se encuentran en forma de triángulos y poliedros, con tamaños menores a 30 milésimas parte de un milímetro.

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