Periferia

29 de Septiembre de 2022

Un Desarrollo agro biotecnológico argentino obtuvo una patente internacional

Se trata de un gen que incrementa la fotosíntesis de las plantas sin provocarles efectos negativos sobre su crecimiento. Patente conjunta para Facultad de Agronomía de la UBA y el CONICET.

La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) obtuvieron una patente internacional para un desarrollo biotecnológico que se puede aplicar en diversos cultivos y podría mejorar sus rendimientos.

Se trata de un gen que incrementa la fotosíntesis de las plantas sin provocarles efectos negativos sobre su crecimiento o desarrollo, informó hoy “Sobre La Tierra”, Área de Divulgación Científica y Tecnológica de la Fauba.

La obtención de los derechos de propiedad intelectual sobre el avance genético permitirá obtener regalías por su uso comercial y administrar cómo se va a aplicar.

Ya probaron su efectividad en papas y tienen propuestas para incorporar la tecnología en soja, maíz, alfalfa y cannabis, revelaron desde la Fauba.

“Desarrollamos una construcción genética que nos permite aumentar los niveles de un gen que se encuentra muy presente en el reino vegetal, con su función biológica conservada”, explicó Carlos Crocco, docente de Fisiología Vegetal en la Fauba.

Según precisó, “por medio de la ingeniería genética logramos manipular dicho gen, sin provocar efectos negativos sobre las plantas, un aspecto muy buscado en los desarrollos biotecnológicos”.

“En 2018 comenzamos a tramitar la patente de nuestro desarrollo y hoy ya está aprobada en la Oficina de Patentes de EE.UU; esto significa que las empresas que quieran utilizarla con fines comerciales tendrán que acordar con las instituciones; la patente protege la utilización de esta tecnología para varias especies de interés agronómico”, agregó el también investigador del Conicet en el instituto Ifeva (UBA-Conicet).

Además de significar un hecho comercial importante, “la patente posibilita administrar cómo se va a transferir el conocimiento; la UBA y el Conicet pueden decidir que la tecnología llegue a diferentes actores y que cada uno la use de la manera más eficiente posible; ya hay muchas empresas interesadas en adquirirla”, resaltó.

Por su parte, Gustavo Schrauf, docente de la cátedra de Genética y secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales de la Fauba, recordó que si bien desde la casa de altos estudios ya se habían tramitado otras patentes, no se tenía mucha costumbre de proteger la propiedad intelectual.

“Creo que esta tecnología y su patente tendrán un gran impacto. Iniciamos un camino de cuidar las investigaciones que desarrolla la facultad, el Conicet y la ciencia argentina”, completó.

¡Sumate a la Comunidad de Periferia!

Periferia Ciencia se sostiene fundamentalmente gracias a una comunidad de lectores que todos los meses, de acuerdo a sus posibilidades, hacen su aporte. ¿Querés que exista un medio como Periferia?